Una pareja fue encontrada sin vida, la mañana de este martes 7 de febrero, dentro de su vivienda, ubicada frente a la cancha de la comunidad Monte María, en el municipio de Soyapango, aparentemente, el sujeto mató a su esposa y luego se disparó.
Familiares de las víctimas encontraron los cuerpos de los esposos al interior de la vivienda y dieron aviso al Sistema de Emergencias 911 de la Policía a eso de las 5:00 de la mañana.
Las víctimas fueron identificadas por la Policía como Fernando Orellana Quintanilla, de 66 años, y Milagro del Carmen Orellana, de 56.
Según los primeros reportes de las autoridades policiales, el hijo de las víctimas declaró que su padre le había disparado a su mamá y luego se había quitado la vida.
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El informe de las autoridades detalló que Milagro del Carmen recibió un disparo en la cabeza, el cual le quitó la vida de inmediato. Mientras que Fernando se disparó en la cabeza, minutos después de cometer el crimen.
La versión fue confirmada por la fiscal del caso, quien detalló que ambos cuerpos tenían un disparo cada uno. Además que había un cuadro de violencia intrafamiliar.
Una fuente policial informó que Fernando todavía tenía el revólver en su mano. Un familiar explicó que el arma de su propiedad, pero no tenía trabajo relacionado a seguridad.
El hijo de las víctimas relató a las autoridades policiales que no era la primera vez que intentaba asesinar a la víctima. Fernando fue descrito por familiares como una persona violenta.
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La noticia del asesinato de Milagro consternó a la comunidad Monte María, miembros de una iglesia cercana notificaron a los habitantes sobre el crimen.
Por su parte, los vecinos dijeron que ellos se congregaban en una iglesia evangélica y que nunca los habían visto discutir en público o tener algún tipo de altercados.
El crimen fue cometido a eso de las 5:00 de la mañana de este martes y los investigadores de Inspecciones Oculares terminó de procesar la escena pasada las 10:30 de la mañana.
"Fuerza para toda su familia", eran parte de las condolencias que otros vecinos le daban a los dolientes, que prefirieron no comentar lo sucedido.