Los Heraldos del Evangelio celebraron junto a cientos de feligreses los 105 años de la aparición de la Virgen de Fátima.
El evento religioso se realizó en el Anfiteatro de la Basílica de Guadalupe, en Antiguo Cuscatlan, en el día en que la Iglesia Católica conmemora la primera aparición de la Virgen María a los tres pastorcillos de Fátima, Portugal y que tuvo lugar el 13 de mayo de 1917.
Una celebración solemne
Pasadas las 6 de la tarde de este viernes y al son de las trompetas hizo su entrada solemne la imagen del Inmaculado Corazón de María, la cual fue coronada por el ahora Santo, Juan Pablo II.
Posteriormente se celebró una Eucaristía que fue presidida por el Nuncio Apostólico en El Salvador, Monseñor Santo Rocco Gangemi, y concelebrada por el Secretario de la Nunciatura Monseñor Edward Karaam, así como los padres Fernando Gioia e Íñigo Abbad, de los Heraldos del Evangelio.
Tras finalizar la homilía, el representante del Papa Francisco en El Salvador coronó la imagen del Inmaculado Corazón de María. Esto representó un momento muy significativo para los feligreses que irrumpieron en un caluroso aplauso.
Procesión a la luz de cientos de velas
La solemne ceremonia dedicada a la madre de Jesús contó con muchos momentos de emoción. Entre estos destacó la procesión con la imagen que recorrió los pasillos de un concurrido recinto a la luz de cientos y cientos de velas al ritmo cadencioso del “Ave, Ave, Ave María”.
“Que experimenten siempre y en todo lugar la protección de la virgen María por quien merecieron ustedes recibir al autor de la vida”, expresó el Nuncio al dar la bendición final a los fieles asistentes.
A 105 años de las apariciones de la Virgen en una pequeña aldea de Portugal, todavía se escucha en los fieles no solo de El Salvador sino del mundo entero, las palabras llenas de esperanzas dichas por ella: “Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará”.
¿Qué sucedió con los tres pastorcitos videntes?
La iglesia reconoce que entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, a Jacinta, Francisco y Lucía, les fue concedido el privilegio de ver a la Virgen María en un lugar llamado Cova de Iría en Fátima, Portugal.
El 13 de mayo de 2017, cuando se cumplía el centenario de las apariciones de la Virgen, el Papa Francisco proclamó santos a dos de los tres niños videntes. Se trata de Jacinta y Francisco Marto, quienes habían sido declarados venerables en 1989 y beatificados el 13 de mayo del año 2000.
A Lucía, la tercera pastorcilla, que murió en un convento de clausura en 2005 a los 95 años, también se le ha abierto un proceso de beatificación.