El médico salubrista Ricardo Lara afirmó que el sistema de salud del país debería estar preparándose ya, para enfrentar posibles casos del tipo de hepatitis infantil aguda grave de origen desconocido, que desde el 5 de abril se reportan en Europa, pero que luego se identificó en EE. UU., y en los últimos quince días ya en Argentina, Costa Rica y Panamá.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que emitió en abril una alerta ante la aparición de la nueva enfermedad infantil y su avance, daba cuenta en los últimos reportes de la ocurrencia de 230 contagios en 20 naciones, además de cuatro decesos.
La semana pasada el titular del Ministerio de Salud de El Salvador, Francisco Alabí, afirmó en una entrevista televisiva que no había ningún caso de este tipo de hepatitis reportado en el país, pero al momento tampoco se ha escuchado que de parte de la cartera de Estado se esté preparando alguna estrategia para enfrentar este nuevo mal.
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“Que no nos quepa duda, más temprano que tarde va a llegar”, dice el doctor Lara, ante el hecho de que el nuevo tipo de hepatitis ya alcanzó la región centroamericana.
Según detalla el salubrista, epidemiológicamente se sabe que las enfermedades llevan la ruta del ser humano, en tanto las personas van transitando y lo que mueve a la población es el comercio.
Esta nueva enfermedad afecta a niños, en su mayoría entre los 2 y 5 años de edad, según indican reportes internacionales.
Si bien la OMS aún no tiene certeza de qué agente la causa, en varios pacientes, incluyendo el caso costarricense, se identificó la presencia del adenovirus 41, el mismo que provoca enfermedades respiratorias.
Lara señala que en El Salvador, a pesar de la lección que nos dio la covid-19, se está volviendo a perder la oportunidad de prepararse en algo en lo que siempre se falla, que es la educación, promoción y prevención de la enfermedad.
De acuerdo con lo expuesto por el galeno, “en este momento ya todos (personal sanitario) deberíamos estar conociendo las características de esta hepatitis, características clínicas, cómo es la transmisión que esta enfermedad tiene, todo esto para que así, cuando llegue a El Salvador, en primer lugar el caso cero sea identificado en forma oportuna”.
Antes de que en Reino Unido surgieran los primeros casos de esta hepatitis, el personal médico lidiaba con los tipos A, B, C, D y E, incluso una medicamentosa: “Todas tienen diferentes síntomas, diferentes comportamientos y también diferente nivel de morbilidad y mortalidad”, advierte.
El salubrista salvadoreño comenta que cuando una persona ha sufrido de hepatitis en algunos casos puede llegar a desarrollar insuficiencia hepática (falla en el hígado).
De ahí que insista en que en el país se tenga pronto la definición de caso a nivel clínico y que se identifique a los grupos vulnerables, porque si no se logra hacer eso los pacientes se complicarán y seguirán contagiando a otros.