Héctor Silva Ávalos, periodista salvadoreño, afirmó en la audiencia ante un comité de Derechos Humanos del Congreso de Estados Unidos que en El Salvador, bajo el régimen de excepción, reina el miedo y no la seguridad.
Silva Ávalos comparó los últimos cinco meses y medio con la falsa estabilidad y el temor de expresarse que se vive en muchos regímenes autoritarios.
Bajo el régimen de excepción, las violaciones a derechos humanos no solo se evidencian en capturas arbitrarias y tratos crueles al interior de los centros penales.
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Desde el 27 de marzo, hay también una embestida contra el periodismo, organizaciones que denuncian violaciones de derechos humanos y personas que disienten del oficialismo. Con esto, no solo se persigue a individuos, sino que se lesiona el derecho de la sociedad entera a informarse.
Asimismo, la Asamblea Legislativa aprobó en abril una reforma al Código Penal que castiga con cárcel el publicar cierta información sobre pandillas. Esto ha sido calificado como una mordaza por defensores de la libertad de prensa dentro y fuera del país.
Ante estas amenazas, Silva Ávalos apuntó que “el régimen de excepción es como una pistola en la mesa: ahora mismo no te la están apuntando pero en cualquier momento sabes que te pueden disparar con ella”, ilustró el periodista salvadoreño.
Además, señaló que “una de las consecuencias menos visibles del régimen de excepción es el exilio de críticos del gobierno y periodistas” y lamentó que “esto replica lo que ha pasado en otros gobiernos autoritarios de Centroamérica, como el de Guatemala o Nicaragua”.
Hay al menos nueve periodistas salvadoreños que han tenido que abandonar el país por temor a represalias por sus reportajes. Además, hay medios de comunicación que han enfrentado represalias por su línea editorial, como presiones indebidas, amenazas de retiro de pauta oficial, el retiro de la misma y hasta investigaciones excesivas.
Y además de periodistas, hay exfuncionarios, empresarios y ciudadanos que han tenido que irse para evitar represalias por alejarse de la narrativa oficialista, situación que se ha agravado con el régimen de excepción.
No hay periodistas presos, pero…
Scott Busby, del Departamento de Estado, señaló en la audiencia que un punto que representantes del gobierno salvadoreño repiten es que no hay periodistas capturados, pero aclara que este no es el único punto para determinar respeto a la libertad de prensa.
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“No tenemos registros de periodistas detenidos, pero la legislación (que criminaliza la cobertura de temas de pandillas) abre la puerta para hacerlo”, señaló Busby.
Y además de los periodistas, dentro del régimen de excepción, hay miedo a represalias por parte de los defensores de los derechos humanos en El Salvador, añadió el funcionario estadounidense.
Sobre esta afrenta a la libertad de expresión, Tamara Taraciuk de Human Rights Watch afirmó que el gobierno tiene la obligación de garantizar la seguridad, pero no puede hacerlo a cualquier costo.
“Cualquiera puede despertar un día y ser el blanco de persecución o represión. No podemos normalizar vivir sin derechos, eso es muy peligroso para todos”.
Tamara Taraciuk, Human Rights Watch