El gobierno de Nayib Bukele ha solicitado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) le permita a El Salvador el uso de la energía nuclear, informó el pasado viernes de forma oficial.
Para ello, por medio de la Dirección general de Energía, Hidrocarburos y Minas (DGHM), el Gobierno entregó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) los instrumentos legales que permitan al país tener voto en el organismo y obtener apoyos para proyectos de energía nuclear.
"El Salvador is going nuclear" (El Salvador se vuelve nuclear), escribió Bukele en la red social X.
Los documentos de El Salvador los recibió en Viena el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Mariano Grossi.
Los instrumentos incluyen el Acuerdo sobre Privilegios e Inmunidades del OIEA, y la firma de un Convenio sobre Seguridad Nuclear y la Convención de Viena sobre Responsabilidad Civil por Daños Nucleares.
El gobierno de El Salvador se comprometió a ejecutar prácticas científicas nucleares con fines pacíficos para el desarrollo local, indicó por su parte Grossi.
Asimismo, autoridades del gobierno confirmaron que el país se estaría encaminando a una economía baja en carbono o economía baja en combustibles fósiles.
“El Salvador está comprometido con la descarbonización, diversificando su matriz energética y beneficiándose de aplicaciones nucleares pacíficas. Es importante recibir instrumentos legales que permitan el uso seguro de la energía nuclear”, dijo el director del OIEA en sus redes sociales.
Grossi publicó en X fotografías del encuentro con funcionarios salvadoreños, como la viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mira, y el director general de Energía, Hidrocarburos y Minas de El Salvador, Daniel Álvarez.
Actualmente, El Salvador genera energía a partir de plantas hidroeléctricas, eólicas, geotérmicas, solares, de gas natural y con combustibles fósiles, pero no posee proyectos de energía atómica.
Proyectos sin concretar
El gobierno de El Salvador afirma que le apostará a la energía nuclear cuando años atrás ha planteado proyectos que aún no se cumplen o cuya ejecución no despegó.
Siguen sin concretarse las promesas de que 80,000 jóvenes serían capacitados con un centro de formación de Amazon en El Salvador, la “infraestructura satelital” para el internet en zonas rurales o la construcción de un nuevo Hospital Rosales. Tampoco el Gobierno ha sido capaz de ir al ritmo prometido por Bukele en septiembre de 2022, cuando dijo que intervendrían o remodelarían mil escuelas cada año.
En octubre de 2021, también Bukele habló de enviar un satélite al espacio, el cual se denominaría “Satélite Cuscatlán”. Y además prometió una ciudad dedicada al cripto activo Bitcoin en el departamento de La Unión, la cual se llamaría “Bitcoin city”.
Un proyecto que vio la luz pero no terminó de despegar fue el del ferry entre El Salvador y Costa Rica. El proyecto cerró operaciones a finales del año pasado en gran parte por la poca aceptación que tuvo entre los empresarios de los dos países.