Introducir el voto electrónico por Internet para que voten los salvadoreños que viven en el exterior, si bien suena a una medida de vanguardia, es un procedimiento que en el mundo ha demostrado ser de alto riesgo y poca confiabilidad; y en El Salvador esto se agrava por la anulación de la vigilancia partidaria que hizo recientemente la Asamblea en la entidad que maneja la información que sirve de base para diseñar el padrón electoral.
Así concluyen varios expertos consultados por El Diario de Hoy sobre el voto electrónico por Internet que la bancada de Nuevas Ideas anunció hace unas semanas, que será el mecanismo a utilizar para que la diáspora emita su voto en las elecciones de 2024, para elegir presidente de la República, diputados y alcaldes.
Además, el mecanismo no ha sido consensuado con la diáspora netamente ni con el Tribunal Supremo Electoral (TSE), explicaron el ex magistrado y ex presidente de esa entidad, Eugenio Chicas, quien actualmente es consultor y miembro del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA); y el director de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar.
“Esto lo están promoviendo, en primer lugar, sin tomar en cuenta en debida forma y de acuerdo a lo que señala la Constitución al Tribunal Supremo Electoral, que es la máxima instancia en materia electoral, no debería de ocurrir una reforma si no hay una consulta amplia al TSE”, explicó Chicas, en su calidad de consultor y miembro del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA).
Escobar consideró que no es cierto el argumento del partido Nuevas Ideas, de que el 90% de la diáspora ha pedido votar electrónicamente, pero los diputados del oficialismo aseguran que hicieron las consultas pertinentes desde el año pasado, para lo cual viajaron varios de ellos a Estados Unidos y Canadá a reunirse con representantes de los salvadoreños en el exterior. También hubo conferencias vía zoom para abordar el tema.
“Es falso. Sabemos en este caso que son las bases de Nuevas Ideas que han dicho que quieren el voto electrónico, por eso dan el dato del 90% que quieren el voto electrónico. El punto es aprobar un mecanismo de votación con opinión de la diáspora, no de las bases de Nuevas Ideas”, soslayó Escobar.
El uso de un sistema totalmente por Internet para votar, es decir, que no será presencial, sino que el salvadoreño que resida en cualquier parte del mundo podrá emitir el sufragio mediante una aplicación en su computadora o en su teléfono móvil, según lo han comentado diputados de la Comisión de Reformas Electorales, enciende las alarmas no solo de la clase política, también lo observan técnicos en la materia.
Mario Gómez, desarrollador de sistemas embebidos, destaca dos aspectos que en los sistemas electrónicos de votación es difícil de poder asegurar: el anonimato de la identidad del votante y la observancia del proceso como tal en todas sus etapas.
El que se pueda conocer cómo votó una persona en particular es uno de los grandes riesgos que trae consigo el sistema electrónico, ya que éste debe estar vinculado a la identidad para corroborar que se trata de una persona real la que ejerce su derecho. Gómez manifiesta que en un entorno como el que vive El Salvador, esto facilita la coacción del voto.
Mientras que el otro aspecto que Gómez analiza, es sobre la vigilancia del proceso que se ve reducido a un pequeño grupo de personas, que serían los técnicos y ni siquiera hay garantía de que estos puedan observar todo el engranaje que conlleva el voto electrónico. Cree que se vuelven el blanco de posibles coacciones o amenazas para modificar el sistema.
“Esta es la razón por la que en algunos países como en Alemania que habían adoptado el voto electrónico, las mismas Cortes de ese país resolvieron de que el voto electrónico removía el derecho de los ciudadanos de poder observar el proceso”, apuntó Gómez.
El magistrado del TSE, Guillermo Wellman, lo dijo hace poco, que un mecanismo de voto electrónico supone un mayor costo porque requiere de una minuciosa auditoría para evitar que el sistema sea vulnerado; pero en este punto, Chicas, el expresidente del Tribunal, observa que el riesgo ya es inminente desde el momento en que la Asamblea reformó el Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN).
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Con las modificaciones aprobadas por los diputados del oficialismo, el RNPN pasó a estar adscrito al Ministerio de Seguridad y no al TSE y se anuló la vigilancia que ejercían los partidos políticos en todo lo concerniente a la información que emana del Registro para la elaboración del padrón electoral.
“Ya ningún partido político ni la sociedad civil podrán saber cómo se administra la emisión del DUI para habilitar a quienes van a votar presuntamente de manera electrónica por Internet desde el exterior, porque sólo el Ejecutivo se ha reservado las llaves del control del Registro de la identidad, es una segunda reforma que está amarrada con la primera que es la posibilidad del voto por Internet, es un solo paquete”, explicó Chicas.
Para el caso, Carlos Palomo, presidente de la organización TRACODA, señala que estudios de expertos en Argentina han encontrado que hay retos todavía importantes de superar en el voto electrónico, por ejemplo, cómo evitar a través de procesos automatizados la suplantación de la identidad del votante o la posibilidad de un fraude masivo.
Sin embargo, a estas alturas los magistrados del TSE, están a la espera y han pedido con urgencia a los parlamentarios que legislen al respecto. Manifiestan que ya están atrasados con el diseño del Plan General de Elecciones (PLAGEL).
El presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, anunció el 28 de junio de 2022 en una entrevista televisiva del Canal 21, que la próxima semana definirán el método electrónico a usar en las elecciones en el exterior y adelantó que el TSE, tendrá que contratar a “la mejor empresa” para que lo lleve a cabo.
Para los magistrados del TSE, Guillermo Wellman y Noel Orellana, aquí viene el otro reto del Tribunal: contar con un financiamiento acorde a lo que los diputados les ordenen realizar.