La mariposa Glasswing se caracteriza por sus alas transparentes, y de ahí el nombre de esta fundación con sede en El Salvador, que con esa transparencia como valor fundamental cumple 15 años de trayectoria , en un camino donde ha causado un impacto positivo en la vida de 1.5 millones de personas, en 10 países de la región.
"Fue importante enfocarnos en crear una organización salvadoreña, con un enfoque bien local, y que responda a las necesidades de las comunidades", explica en plática con El Diario de Hoy la presidenta de Glasswing International, Celina de Sola, sobre los primeros pasos que dieron.
Fue Celina junto a Ken Baker y Diego De Sola quienes crearon esta oenegé en 2007; desde entonces, la organización -como la mariposa- alzó su vuelo y en la ruta, de acuerdo con sus registros, generaron la participación de más de 398,166 personas en iniciativas de educación y 347,494 en el rubro salud; con el apoyo de casi 140 mil voluntarios.
Con la educación como uno de sus pilares fundamentales, Glasswing International ha impulsado programas extracurriculares (clubes de debate, de fútbol, de robótica, etc.), los cuales han brindado herramientas y formación a más de 85,397 estudiantes, además de los proyectos de mejoras en infraestructura.
"Trabajamos también en la empleabilidad juvenil, para jóvenes ya cuando tienen 17 a 18 años", explica la presidenta, lo cual ha colaborado en la prevención de la deserción escolar.
Así mismo, Glasswing ha promovido más de 55,160 atenciones pediátricas, con personal presente en unidades de salud comunitaria.
La salud es uno de sus ejes clave, y por ello "hacemos entrenamiento en tema de primeros auxilios, así como en salud mental y autocuido, que trabajamos con entidades gubernamentales, como (ministerios de) Salud, Educación", complementa.
Con El Salvador y el mundo ya entrando a otra etapa en cuanto a la pandemia por covid-19, como Glasswing también se enfocan en "salud mental y trauma, y ahora, después de la pandemia, donde no está tan estigmatizado el tema de la salud mental, le hemos entrado más fuerte. ¿Cómo podemos darle las herramientas a las personas para el autocuido, saber cómo manejar tu estrés, y poder apoyar a otros? Estamos entrenando a diferentes personas, que no son psicólogos necesariamente, y dándoles herramientas para que sepan más sobre el tema de salud mental y puedan apoyar a otras personas", explica la también salubrista y trabajadora social.
Para Celina de Sola, un factor clave en la organización ha sido "el enfoque en la fortaleza más que en la necesidad. En lugar de ir a ver qué es lo que necesitan las comunidades, es ver qué recursos ya existen, y sobre qué fortalezas y recursos podemos construir".
Este abordaje ha tenido un impacto directo en los niños y jóvenes de diversas comunidades, en el país y el resto de nueve países de la región: de acuerdo con el seguimiento de Glasswing a sus programas, el 92% de niños, niñas y jóvenes reportan una mejora en sus relaciones interpersonales y familiares al participar en programas de la organización; y el 86% registra una mejora en su autoestima.
Una ruta independiente y abierta
Entre las principales fortalezas que han llevado a Glasswing International a arribar a 15 años, Celina De Sola identifica que "hemos mantenido, como organización, la apertura de trabajar de manera intersectorial. Hemos mantenido nuestra independencia; no alinearnos con alguna empresa en particular, o con algún partido; y a la vez poder trabajar con actores y diferentes sectores, algo importante para nosotros: enfocarnos en la meta, sin tomar posiciones partidarias o trabajar solo con un grupo u otro".
Gracias a esta visión de independencia y búsqueda de apoyos multisectoriales, Glasswing International fue capaz de gestionar uno de sus proyectos de infraestructura más importantes, como fue la remodelación y repartura del Parque Cuscatlán, en el corazón de San Salvador, en 2019, con el apoyo de la Fundación Howard Buffet.
"Imagínate el Parque Cuscatlán, donde teníamos diferente partido (político) para todo", recuerda De Sola, para ilustrar cómo gestionan los proyectos con diversos sectores. "Estaba el concejo mixto, la alcaldía de un partido, el Gobierno central de otro partido y el parque es el del Indes, la sociedad civil… buscamos ser bien constructivistas y no polarizar, porque no es ese nuestro fin. Si no, ¡no lograríamos hacer nada!", resume.
Al trabajar con diversos sectores, siempre es un reto hacerlo con el Gobierno de turno; en el caso de la gestión del presidente Nayib Bukele, su administración ha tenido visos de poca transparencia y baja rendición de cuentas. ¿Cómo gestiona Glasswing esta realidad?
Alejada de cualquier controversia, la presidenta de la organización responde que siempre han trabajado de la mano con el Gobierno central, en esta y pasadas administraciones, y explica que no han encontrado bloqueos para hacer su labor, sino al contrario.
En la actualidad, "trabajamos con Educación, con el Despacho de la Primera Dama en muchos temas de protección a la niñez, en temas operativos… Cuando uno está trabajando con Gobierno, con cualquier administración, y estás directamente incidiendo en la vida de estas personas, no es nada controversial. Al contrario, se nos ha dado el espacio para trabajar desde que empezamos hace 15 años. Ha sido con todas las administraciones. Y tenés esa trayectoria institucional, que demuestra que si estás siempre haciéndolo de una manera no partidaria, tenés más apertura para hacerlo con cualquier administración", valora De Sola.
Los retos a futuro son enormes pero también lo son las oportunidades, comenta Celina, quien confía en seguir adelante fortaleciendo lo que ya han avanzado, y planificando cómo escalar lo que ya comprobaron que funciona.