Una casa en la exclusiva residencial Portal del Casco, en Antiguo Cuscatlán, y otra en la colonia Layco de San Salvador, fueron compradas por el gerente general de la Cooperativa Santa Victoria (COSAVI), Manuel Coto Barrientos; este último inmueble fue vendido, a la vez, años después, al gerente financiero de esa misma entidad, Héctor Bladimir Cruz Cordero, según consta en documentos notariales a los que El Diario de Hoy tuvo acceso.
Los dos inmuebles fueron adquiridos con dinero que ambos obtuvieron de la cooperativa que regentaban, que estaban obligados a gestionar de la mejor manera para no defraudar la confianza, ni el dinero, de más de 10 mil personas que lo depositaron confiando en que ganarían altas tasas de interés.
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Los créditos que Coto Barrientos y Cruz Cordero se recetaron fueron desde los $160 mil hasta más de medio millón de dólares. De acuerdo con los documentos notariales, a pocas horas de que les otorgaron los créditos, compraron los inmuebles y minutos después, los mismos eran hipotecados en la misma cooperativa.
Coto Barrientos murió el pasado 8 de septiembre, junto a ocho personas más, cuando el helicóptero en que era trasladado desde la Frontera El Amatillo hacia San Salvador, donde lo esperaban para ser presentado en conferencia de prensa, se desplomó en Pasaquina.
El exgerente general de COSAVI andaba huyendo desde principios de este año, cuando la Fiscalía General de la República (FGR) y la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) intervinieron la cooperativa, luego de que socios y ahorrantes comenzaran a quejarse de que no les devolvían su dinero.
Los padres de Coto Barrientos y una media hermana de él fueron presentados el 9 de mayo durante conferencia de prensa, en la que la titular de la SSF afirmó que había suficientes fondos para devolver el dinero a los afectados.
Otro de los hermanos de Coto Barrientos es Jorge Alberto Jiménez Hernández, quien no está entre los 15 detenidos presentados en mayo de este año, quien fue beneficiado con un préstamo por 200 mil dólares por la misma cooperativa.
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El 29 de septiembre de 2020, según acta No. 198, el comité de créditos acordó conceder el crédito hipotecario a Coto Barrientos y a Jiménez Hernández. A cada uno le dio $200 mil que tendrían que pagar en un plazo de 30 años, es decir, en septiembre del 2050.
Al siguiente día, el 30 de septiembre de 2020, a las 16:00 horas (4:00 p.m.) ante los oficios del notario Sergio Esteban Méndez Solano, por la cantidad de $308,935.15, Coto Barrientos y Jiménez Hernández compraron la residencia No. 9, del condominio Portal del Casco. Esta compra fue inscrita en el Registro de la Propiedad, Raíz e Hipotecas, el 12 de noviembre de 2020.
En este caso, Jiménez tenía el 100% del derecho de usufructo, y Coto Barrientos tenía el 100% del derecho de nuda propiedad.
El sitio conceptosjuridicos.com define el concepto de nuda propiedad como “el derecho real de una persona sobre un bien del que es propietario, pero con la limitación de no tener derecho a su posesión y disfrute, que son derechos de otra persona por corresponderle el usufructo”, en tanto que el derecho de usufructo “es el derecho de goce, uso y disfrute sobre un bien”.
Ese mismo 30 de septiembre, a las 16:15 (4:15 p.m.), ante el mismo notario, Sergio Esteban Méndez Solano, se hizo una escritura de hipoteca abierta, por un monto de $617,870.30, poniendo como garantía, la residencia de Portal del Casco.
Este es uno de los bienes secuestrados por las autoridades, de acuerdo con fuentes de este Diario, por orden judicial.
La casa de Melitón Barba
De acuerdo con fuentes que estuvieron en organismos de dirección de COSAVI, esta cooperativa comenzó operando con pérdidas pero ocultaba su mala racha maquillando informes financieros, para no asustar a los socios y atraer a otros.
A poco más de dos años de haber comenzado a operar, Manuel Alberto Coto Barrientos, en uno de los cargos principales que dirigían COSAVI, logró que el 27 de junio de 2015, el comité de créditos le concediera un crédito hipotecario por $166,000. según el Acta No. 626.
Y el 2 de julio de 2015, a las 15:30 horas (3:30 p.m.) ante los oficios del notario Gabriel Gutiérrez, Coto Barrientos compró un inmueble de 230.40 metros cuadrados ubicado en la 31a. calle Poniente y 19a. Avenida Norte, colonia Layco, en el barrio San Miguelito, de San Salvador, en 145,000 dólares. Para entonces, Coto Barrientos era presidente de COSAVI.
Pero 35 minutos después, ese mismo 2 de julio, ante los oficios del mismo notario que hizo la escritura de compraventa del inmueble, comparecía el mismo Manuel Alberto Coto Barrientos, en su condición de presidente de COSAVI, y simultáneamente, comparecía él mismo en carácter personal, como deudor, para firmar un mutuo…
“Que en esta fecha el segundo de los comparecientes recibe a título de mutuo de la Asociación Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Victoria de Responsabilidad Limitada… la suma de ciento sesenta y seis mil dólares de los Estados Unidos”, reza el documento. Según dicho documento que se tuvo a la vista, el destino de ese mutuo era para la compra de vivienda y para deudas y gastos personales.
Coto Barrientos, presidente de COSAVI, se otorgó a sí mismo 360 meses de plazo (es decir, 30 años) para cancelar ese crédito, en cuotas mensuales de $1,413.96.
Para garantizar el mutuo, Coto Barrientos otorgó en primera hipoteca abierta el inmueble comprado sólo media hora antes y un auto sedan año 2013, valuado en $14,000.
Pero siete años y siete días después, el 7 de julio de 2022, a las 14:15 horas (2:15 p.m.), ante los oficios del notario Sergio Esteban Méndez Solano, Coto Barrientos le vendió el mismo inmueble a otro alto ejecutivo de COSAVI, señalado como el segundo cerebro, según fuentes de este Diario, detrás del desfalco de la mencionada cooperativa: Héctor Bladimir Cruz Cordero, quien ocupaba el cargo de gerente financiero.
Este junto a su hermana, Mirna Alicia Cruz Cordero, compraron el inmueble de la siguiente manera: El 100% de la nuda propiedad, y por la suma de $122,000 se lo vendía al gerente financiero y el 100% del derecho de usufructo, se lo vendían a la hermana, Mirna Alexia.
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Ese mismo día, pero 15 minutos después, es decir, a las 14:30 horas (2:30 p.m.) siempre ante los oficios del notario Méndez Solano, los hermanos Cruz Cordero, otorgaban a favor de COSAVI, la primera hipoteca abierta, por $244,000, a favor de la cooperativa, el inmueble antes referido. A ambos les dieron 30 años de plazo para pagar los 244,000 dólares.
El inmueble en referencia, según los documentos públicos a los que se tuvo acceso, no tiene número, pero no resulta difícil encontrarlo partiendo del nombre de la vendedora.
Resulta que ese inmueble es en el que vivió Melitón Barba, un destacado médico y escritor salvadoreño, que murió el 29 de junio de 2001, heredándolo su esposa, quien a la fecha de venderlo a Coto Barrientos, tenía 84 años de edad.
Responsabilidad de los órganos directivos…
El pasado 9 de mayo, durante la conferencia de la FGR y la SSF, la Fiscalía informó que había inmovilizado 46 inmuebles, 27 vehículos y activos por más de 14 millones de dólares, sin embargo, de acuerdo con fuentes de este Diario, los bienes inmuebles que COSAVI tiene registrados como propios, son 92. Solo COSAVI.
Documentos judiciales indican que los 46 inmuebles inmovilizados, según dijo la Fiscalía el 9 de mayo, corresponden a personas supuestamente vinculadas con el fraude financiero. Entre esos inmuebles están, precisamente, la residencia del Condominio Portal del Casco y la casa donde vivió el médico y escritor Melitón Barba, en la colonia Layco.
Sobre los 92 inmuebles registrados como propiedad de COSAVI, las autoridades no han informado qué pasará con ellos.
En una publicación reciente de El Diario de Hoy se informó que, entre las 92 propiedades inmuebles de COSAVI, hay apartamentos en exclusivas torres residenciales y en condominios en San José Villanueva, departamento de La Libertad, así como en San Ignacio, departamento de Chalatenango.
Además hay varios locales donde funcionaban sucursales de COSAVI, además de establecimientos en centros comerciales en Santa Tecla, según han afirmado fuentes de este Diario.
La Fiscalía no ha informado de más capturas, aparte de las 15 personas presentadas en mayo de 2024, a pesar de que entre los capturados no están todos los miembros de los órganos directivos que fungieron como tales en diversos periodos.
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De acuerdo con el Art. 48 de la Ley General de Asociaciones Cooperativas, “Los miembros de los órganos directivos son solidariamente responsables por las decisiones que tomen en contravención a las normas legales que rigen a las Cooperativas, solamente quedarán exentos aquellos miembros que salven su voto o hagan constar su inconformidad en el acta al momento de tomar la decisión o los ausentes que le comuniquen dentro de las veinticuatro horas de haber conocido el Acuerdo. La responsabilidad solidaria alcanza a los miembros de la Junta de Vigilancia por los actos que ésta no hubiera objetado oportunamente”.
Sin embargo, de acuerdo con la Memoria de Labores de COSAVI correspondiente al año 2023, es decir, la última, figuran nombres que no aparecen entre los más de 30 procesados por el fraude financiero.