El ser humano empezó a remover la tierra con herramientas rudimentarias de madera, cuerno o hueso para las tierras blandas, y de pedernal para las rocas. Para darle forma a las piedras grandes, esperó mucho tiempo la llegada de herramientas de metales, como los diamantes y explosivos.
Cuando se habla de minas, canteras o pedreras volcánicas, nos referimos a depósitos de rocas de basalto, andesitas o dacita roca ígnea volcánica que tiene cuarzo, generadas hace millones de años por erupciones volcánicas. Algunas, se ven a las orillas de las carreteras del país.
Hoy en día, muchas empresas trabajan en extraer diferentes recursos naturales de ellas y las utilizan para decorar casas, construir calles o carreteras, pasos a desnivel, puentes y todo lo relacionado a la construcción.
Cada depósito volcánico tiene su historia, algunas son grandes o pequeñas. Esta temática es relevante en el marco de una nueva investigación académica con los estudiantes de tercer año de Ingeniería Geológica de la Facultad de
Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador, que cursan la materia Petrología.
El rumbo fue hacia la mina, cantera o pedrera volcánica San Diego, ubicada frente a la costa salvadoreña del
Puerto de la Libertad, a unos 35 kilómetros de San Salvador.
En el lugar, recibe el ingeniero y gerente de producción de la cantera, Carlos Eduardo Viche. Reúne a los futuros geólogos y docentes para dar una breve charla de cómo se trabaja en la zona y los riesgos que se tienen si no se camina con precaución.
Él asigna cascos protectores ante los desprendimientos de rocas, un chaleco para identificarse y audífonos para guiarse
dónde hay que caminar.
El ingeniero habla sobre el proceso de producción de los agregados que sacan de esa cantera. A las rocas grandes, le dan un tratamiento especial de trituración hasta dejarlas pequeñas.
Después de recibir indicaciones de precaución, cada estudiante prepara sus herramientas de trabajo y salen en
fila en busca de la cantera volcánica. La roca que extraen de esos gigantes muros volcánicos, la trans‑
forman en una variedad de materia prima para venderla a empresas constructoras.
Comienzan a caminar entre grava, arenilla y piedras, que tritura la maquinaria pesada. Las y los futuros geólogos lucen agotados, pero con ganas de seguir investigando el lugar.
Una vez se llega a la zona, es un espectáculo natural impresionante. Me detengo y veo una montaña de rocas volcánicas gigantes.
El corte de los taludes da una idea de cómo está estructurado el interior de la tierra a varios metros de profundidad.
La naturaleza regala escenas mágicas y hay que cuidarla, más ahora con el cambio climático.
Seguía en la zona de expedición, recolección e identificación de rocas volcánicas. El trabajo de los geólogos y vulcanólogos es interesante, sacrificado y arriesgado, todo por informar sobre la vida de los volcanes a través del estudio de sus depósitos.
Esta cantera de San Diego está en el departamento de La Libertad, frente a la playa San Diego, a 34 kilómetros de San Salvador. Es un recurso geológico natural muy apetecido por las empresas constructoras por su alta calidad. Proviene de rocas ígneas formadas por erupciones volcánicas hace millones de años, aún no se está seguro su origen, se cree que pertenece a una erupción del antiguo volcán de Jayaque, hoy Cordillera del Bálsamo o de la caldera de Panchimalco.
A las rocas les dan un tratamiento industrial, son utilizadas para construir carreteras, puentes, infraestructuras turísticas, pasos a desniveles entre otros. También, se conocen como minerías naturales a cielo abierto, donde hay ro‑
cas industriales y ornamentales principalmente de tipo basalto, donde se produce arena y diferentes tipos de gravas.
"La visita a La Cantera San Diego es para que los estudiantes conozcan los recursos naturales pétreos que hay en el país, conocida como minería no metálica, es muy abundante y normalmente está en depósitos de rocas volcánicas. La
carrera de Ingeniería Geológica es promovida por el Proyecto CASTES de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo, contribuyendo a la formación integral de jóvenes geólogos para el desarrollo de El Salvador”.
“Estos depósitos basálticos, son resultados de erupciones de antiguos volcanes, que su actividad fue hace millones de años. Son rocas sólidas y oscuras, contienen minerales de hierro, magnesio y silicio, no contaminan el medio ambiente.
Su particular formación geométrica de corte prismáticos y columnares, aparte de ser un material geotécnico, ofrece un espectáculo visual increíble, que no es muy común. Los recursos naturales, dan la oportunidad de producir agregados de rocas trituradas de diferentes tamaños. Requieren de un tratamiento con máquinas especiales y capacidad de romper grandes rocas, que están en el lugar. Hemos visitado unas 15 canteras de 40, que posiblemente estén registradas en el país”.
“Cuando visitamos estos lugares, estudiamos la calidad, profundidad, el estado actual, que no esté meteorizada las rocas. Para que estas puedan ser utilizadas, deben cumplir normas internacionales de construcción y resistencia. Se estudian elementos ambientales necesarios, que deben aplicarse durante la vida útil de una cantera, para cumplir las exigencias legales de El Salvador. Este es un recurso no renovable y se procura que estas actividades no impacten al medio ambiente”, concluye el doctor Miguel Hernández, docente y coordinador de la carrera de Ingeniería
Geológica.