Luego de que dos altos jefes militares en situación de retiro fueran capturados por el asesinato de cuatro periodistas holandeses, ocurrido el 17 de marzo de 1982, un grupo de generales retirados emitió un comunicado para expresar su opinión respecto de las detenciones.
Según el comunicado del “Cuerpo de Oficiales Generales en situación de retiro de El Salvador”, las capturas del general de división José Guillermo García, y del coronel Francisco Antonio Morán, de 89 y 91 años de edad, respectivamente, es una violación a los derechos humanos.
A la fecha cuando murieron los holandeses Koos Jacobus Andries Koster, Jan Kuiper, Hans teer Laag y Joop Willemsen, García era el ministro de la Defensa, en tanto que Morán era director general de la Policía de Hacienda, uno de los tres cuerpos de seguridad pública que existían antes de los Acuerdos de Paz.
García y Morán fueron arrestados el pasado viernes 15, luego de que el Juzgado de Primera Instancia del municipio de Dulce Nombre de María, emitiera órdenes de captura contra los dos militares mencionados, y contra el también general Rafael Flores Lima, quien a la fecha del crimen era jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, contra el coronel Mario Alberto Reyes Mena, a la sazón comandante de la Cuarta Brigada de Infantería, con sede en el municipio de El Paraíso, Chalatenango, responsable operacional de ese departamento. Flores Lima murió hace un par de años.
Por ese mismo caso también ha sido ordenada la captura del sargento Mario Canizález Espinoza, quien comandaba la sección de tropa que participó en el incidente armado en el que también murieron varios guerrilleros que guiaban a los holandeses a un campamento guerrillero en las montañas de Chalatenango.
Ese hecho ocurrió en el cantón Piedras Gordas, en el lugar conocido como La Lomota, del municipio de Santa Rita, Chalatenango, a poca distancia de la sede de la Cuarta Brigada de Infantería, a la cual pertenecía la sección de tropa del Batallón de Reacción Inmediata Atonal, que participó en el indecente armado.
Los generales retirados expresan su inconformidad debido a que “únicamente los miembros de la Institución Armada son perseguidos para someterlos a juicio por supuestos crímenes cometidos; dejando en total impunidad, a los que, en su afán de tomarse el poder por la vía armada, agredieron al Estado de El Salvador; cometiendo múltiples crímenes en contra de la población”.
En su comunicado, los oficiales generales en retiro, solicitaron a los tres órganos del Gobierno y especialmente al presidente de la República y comandante general de la Fuerza Armada, Nayib Bukele, que interceda para buscar “una solución definitiva a la injusta persecución contra miembros de la Fuerza Armada en situación de retiro, y así aliviar la incertidumbre en que viven más de 200,000 familias salvadoreñas”.