Oscar es el primer miembro de su familia que logró cursar y graduarse de una carrera universitaria; lo hizo a pesar que de pequeño reconocía los recursos limitados que su grupo enfrentaba en aquel entonces.
Ahora, a sus 27 años, se desempeña como especialista de comunicación interna y gestión del cambio en el Banco de Fomento Agropecuario y está próximo a cursar una maestría sobre gestión estratégica de la comunicación.
El joven señaló que todo fue posible por ser parte de los 3,600 salvadoreños que ha beneficiado el Programa Oportunidades, que forma parte de la Fundación Gloria Kriete (FGK).
Dicha iniciativa fue fundada en el 2007, por lo que está cumpliendo 15 años de impactar de forma positiva a muchos jóvenes.
La mayoría se encuentra en el mercado laboral en más de 500 empresas o formando parte de su propio emprendimiento.
Oscar Eduardo Majano Guevara se integró al programa en el 2010, y logró la oportunidad de tener una formación integral. Aunque durante el proceso pasó por varias dificultades, desde pasar problemas de salud, como apendicitis, dengue y una pierna quebrada, hasta no saber cómo se encendía una computadora.
“Lo primero que enfrenté fue que nunca había tocado una computadora y mucho menos sabía hablar inglés. Fueron mis primeros retos porque donde yo estudiaba, el Centro Escolar Católico Santa Ana (en San Salvador), empezaba a tener computadoras cuando yo ingresé (al Programa)”, recordó.
Los retos no fueron obstáculos para querer superarse y darle una satisfacción a sus padres. Su padre había querido ser biólogo y su madre, administradora de empresas; pero los recursos limitados de sus respectivas familias, no se los había permitido.
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“Algo que me trascendió y que por eso me siento representado con el tema de ‘Yo soy la llave’ es que parte de mi educación de bachillerato iba a un instituto donde estaba expuesto a bastante cosas malas. El Programa fue mi luz, mi guía para evitar que me indujera a las malas compañías, a tener adicciones. Me ayudó a que me enfocara a que si uno quiere salir adelante, la educación es la clave”, señaló.
El Programa inició con un centro de capacitación en San Salvador y con una primera fase en la que se otorgaba acompañamiento académico con clases complementarias en inglés, computación y valores.
En el 2011 se incorpora la segunda fase con la que otorga becas para que los jóvenes continúen su educación superior, técnica o universitaria en las 21 universidades aliadas con la Fundación.
En el 2017, consolidaron la fase 3 del programa con la que se prepara a los jóvenes para la ruta de la empleabilidad, con una certificación completa de más de sesenta cursos.
La directora ejecutiva de Fundación Gloria Kriete, Juana Jule, explicó que los jóvenes son formados también en matemáticas, emprendimiento, orientación vocacional, y formación lingüística, ya que eso les permite tener una mejor oportunidad en sus estudios universitarios.
“Para entrar a Oportunidades se debe de ser, no sólo aplicado, sino también tener ese deseo de superación y tener un rendimiento excelente, académicamente ser alguien que puede aprender en una aula con 25 jóvenes y que de verdad quiere salir adelante y que está en esto para lograrlo porque es un Programa que dura entre cinco y ocho años, no es un Programa de tres meses”, explicó Jule.
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Agregó que en el 2021 firmaron un convenio con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) para continuar con el Programa en San Miguel, San Salvador, Santa Ana, y Sonsonate. El acuerdo dura hasta el 2026.
Los jóvenes que son beneficiados con el Programa estudian en más de 150 escuelas públicas del país. Ellos reciben de Oportunidades una formación de acuerdo a la realidad actual; es decir que la enseñanza la van renovando para no brindar lo mismo que cuando iniciaron.
Jule señaló que en el país hay indicadores que determinan que de diez jóvenes que inician en el sistema educativo, seis continúan a noveno grado. De ellos, tres inician bachillerato y solo uno se gradúa.
“Se imagina nosotros poder intervenir en ese indicador. Aparte si sólo se gradúa un bachiller ¿cuántos continúan con educación superior? Los nuestros terminan y terminan con una nota muy arriba en la prueba de la Paes o Avanzo. Terminan en educación superior y ahí logran mantener un promedio de ocho y consiguen un empleo o emprenden”, indicó Jule.
Para la celebración del aniversario del Programa Oportunidades están convocando a los jóvenes en las diferentes sedes para desarrollar un conversatorio. El encuentro permite que tanto beneficiarios actuales como antiguos inicien una relación de apoyo.
El 15 de noviembre desarrollarán una celebración protocolaria.