Salvador Delgado, de 16 años, y Luis José Rodríguez, de 23, son dos jóvenes que, pese a su diferencia de edad y tener vidas muy distintas, comparten sueños y metas similares. Ambos tienen un enorme deseo de superación y ponen todo su esfuerzo y dedicación para alcanzar lo que se proponen.
Desde hace algunos años, ambos forman parte del Programa Oportunidades, de la Fundación Gloria Kriete, donde han logrado desarrollar habilidades académicas e interpersonales que les preparan para enfrentarse a los retos del futuro y a un mercado laboral cada vez más competitivo.
Salvador, un joven amante de la natación, el cine y la música, cursa el segundo año de bachillerato general en el Complejo Educativo Católico “El Carmelo”, en Ilopango, donde reside con sus padres y sus dos hermanos mayores.
Desde el 2020, él forma parte del programa Oportunidades, una plataforma educativa que ofrece a los jóvenes en condición de vulnerabilidad formación complementaria con metodología propia e innovadora.
A sus 16 años, Salvador es uno de los 3,987 jóvenes que han sido beneficiados con el Programa, que les capacita en temas como innovación, creatividad, pensamiento crítico, resolución de problemas y análisis de sistemas, entre otros.
Salvador relata cómo en 2020 (año en el que el mundo ha vivido lo más fuerte de la pandemia y sus efectos) se encontró así mimo y pudo descubrir en él habilidades que no conocía.
Fue entonces que se enteró sobre lo que la Fundación Gloria Kriete hace por los jóvenes a través de Oportunidades; y tras un proceso admisión el joven fue seleccionado para formar parte de los beneficiarios.
“Comencé a experimentar diferentes cosas porque pude comenzar a conocerme y a descubrir habilidades que no había desarrollado, y aprender otras nuevas como la computación”, relata.
Explica que, gracias a su experiencia en el Programa, donde la computación es una de las materias con mayor refuerzo, descubrió su interés por la tecnología, el diseño y la programación.
“Nos enseñan por ejemplo Microsoft Office y sus especialidades, vemos diferentes aplicaciones y lenguajes de programación; desde el primer año nos enseñaron programas como C++. En el segundo año, en matemáticas nos enseñaron sobre Payton, y la figura del gobierno, eso me gustó mucho”, agrega.
Otras áreas en las que ha demostrado especial interés es la robótica. “Nunca había visto esto porque usualmente (las matemáticas) solo se basa en números, en calcular, pero no son las típicas clases de matemáticas si no que uno puede interactuar más y crear todo lo que se le pueda ocurrir”, acota.
Al relatar su experiencia dentro del Programa, Salvador no deja de mostrar su entusiasmo por seguir aprendiendo y conociendo más herramientas, como los metaversos y la realidad aumentada, que este año han sido incluidas en la currícula, al igual que el desarrollo de habilidades STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, por sus siglas e inglés), entre otros.
A su corta edad, Salvador sabe que tiene por delante un futuro brillante para el que debe prepararse.
Dentro de sus expectativas está poder salir bien en todas las actividades que le asignen sus maestros y “coachings”, quiere coronar su graduación y pasar a la fase 2 del Programa, la etapa universitaria.
“Quiero esforzarme para completar mi carrera”, añade.
Su sueño es estudiar Ingeniería en Ciencias de la Computación, en la Universidad Don Bosco, una de las 21 universidades en las que Oportunidades ofrece becas.
El testimonio de Luis
Luis José Rodríguez tiene 23 años y ha completado las tres fases del programa Oportunidades, que comprenden desde la educación media, su carrera universitaria hasta el acompañamiento para la empleabilidad.
Actualmente ha obtenido su primer empleo como desarrollador web, una de las áreas de trabajo con mayor demandada en la actualidad.
Desde que estaba en el nivel básico inició a tomar clases en uno de los seis centros del Programa Oportunidades, donde recibió además una beca para estudiar inglés, idioma que asegura le abrió las puertas para obtener su primer empleo.
Rodríguez cursó el bachillerato en el Instituto Nacional General Manuel José Arce, en San Salvador, una etapa en la que explica tuvo que aprender a optimizar el tiempo pues llevaba sus estudios, las actividades asignadas en el Programa y otras tareas extracurriculares al mismo tiempo.
Otras de las habilidades que aprendió con Oportunidades es el liderazgo, la cual le ha permitido desempeñarse en varias ámbitos.
Con orgullo relata que, gracias a las competencias aprendidas con Oportunidades, durante la universidad formó parte del equipo de Marketing del alma máter y donde además estuvo como encargado de las redes sociales. “En la universidad fui parte de diferentes actividades extracurriculares, una de las que más me gustó es que fui parte del gobierno estudiantil, también fui presidente de una fraternidad con la que se hacían diferentes actividades de ayuda social”, relata.
“El Programa ayuda a desarrollar a los jóvenes para crear la mejor versión de ellos”, agrega, al hablar sobre la sobrecarga académica que en algún momento se puede sentir al sobrellevar los estudios y las actividades del programa a la vez, pero que, en sus palabras, les prepara para la inserción laboral. “Estoy bien agradecido con el programa, sin el programa no estuviera donde estoy”, concluye.
Educación en una nueva era
El Programa Oportunidades tiene 17 años de fundación, es un referente de aprendizaje y enseñanza adaptado a la nueva era. Uno de sus objetivos es ayudar a alcanzar los diferentes retos de la educación en el país en el siglo XXI y hacerla accesible para todos los jóvenes, mediante el uso recursos educativos digitales, lúdicos e innovadores.
Cuenta con seis centros a nivel nacional, ubicados en Sonsonate, Santa Ana (2), San Miguel y San Salvador (2), los cuales están equipados para el desarrollo de procesos educativos apoyados en es las nuevas tecnologías.