“Desde que yo estudiaba 4° los sanitarios ya eran un problema”, señaló Jenny Argueta, exalumna y actual directora del Complejo Educativo Marcelino García Flamenco, en el distrito de Torola, Morazán, donde hace más de 20 años no se habían realizado trabajos de mantenimiento a los baños.
Argueta tomó la dirección del complejo desde hace dos años, fecha desde la cual ya se había identificado la remodelación de los servicios sanitarios como una necesidad urgente debido a que solo dos baños están funcionando para los 320 alumnos que asisten a la institución, más 20 docentes.
Previamente solicitaron ayuda en el Ministerio de Educación, a través de la departamental, posteriormente en la alcaldía al no obtener ninguna ayuda “por falta de fondos”, decidieron inscribirse en la convocatoria del programa “Ayudando a Quienes Ayudan” edición 2024 de la Fundación Gloria Kriete.
Acompañada por una madre de familia la directora viajó a San Salvador para asistir a un evento en el cual “firmaría unos documentos de compromiso”; sin embargo, no esperaban que la noticia principal del evento fuera el anuncio de los 26 finalistas de la categoría desarrollo comunitario y Organizaciones no gubernamentales (ONG).
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“No lo podíamos creer, estoy tan feliz, porque venía con esa incertidumbre si nos iban apoyar o no. El proyecto consiste en la remodelación interna de los sanitarios de las niñas y niños ya que están en pésimas condiciones, algunos de los inodoros están tapados otros no funcionan y lastimosamente los niños ahí deben hacer sus necesidades. Desde hace 20 años no se les ha dado mantenimiento”, agregó Argueta.
“Gracias a Dios llegamos a la Fundación y ellos nos abrieron las puertas, nos escucharon, estamos muy agradecidos por el respaldo”, afirmó la directora.
El proyecto presentado busca habilitar seis módulos para niñas y otros seis para niños, cada uno con sus lavamos por un monto de $14,371 los representantes del complejo estiman terminar con los trabajos a finales de enero para iniciar el 2025 con baños nuevos.
Los padres de familia de la comunidad van a aportar la mano de obra no calificada en la construcción de los baños, por su ubicación la escuela acoge estudiantes de nueve cantones la mayor parte son originarios de familias que viven de la agricultura.
Este año la Fundación recibió un total de 49 proyectos en la categoría ONG, de los que se seleccionaron 9 iniciativas, mientras que en la categoría Desarrollo Comunitario se presentaron 63 proyectos de los cuales fueron seleccionados 17.
Roberto Kriete, Presidente de Fundación Gloria Kriete, presente en el evento se dirigió a los participantes: “Me da paz ver que tanta gente está tratando de ayudar a su comunidad tomando posiciones de liderazgo, gracias se los agradezco enormemente. La noticia que les quería dar es que todos los aquí congregados que han hecho un esfuerzo enorme para llegar donde estar y asumir esa posición de responsabilidad (...), todos los que están presentes van a ser ganadores del premio así que los felicito”, señaló el Presidente de Fundación Gloria Kriete.
La sorpresiva noticia generó emociones encontradas entre los participantes que durante tres meses se habían sometido a un proceso de evaluación, análisis y defensa de los proyectos presentados.
“Los proyectos que recibimos son de personas que conocen y viven de cerca el problema que buscan resolver, de nuestra parte los acompañamos entregándoles fondos económicos, seguimiento técnico y herramientas para que puedan ejecutar sus proyectos eficazmente”, explicó Roberto Kriete.
Cuatro de los proyectos a desarrollarse buscan resolver necesidades dentro centros escolares de la zona rural del país con instalaciones inadecuadas para atender a la población infantil.
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José Medrano, presidente de la adesco del cantón Tizatío en el departamento de La Unión, detalló que habían “llegado hasta acá a presentar nuestro proyecto nombrado “Un aula segura”, ha sido como un sueño para nuestra comunidad y todos los que hemos pasado por ese centro escolar ya que en la temporada de invierno tiene problemas de inundaciones”.
Esta situación genera pérdida de materiales cada año pues en una tormenta fuerte el río Las Marías que pasa aproximadamente a 100 metros de distancia se desborda y el nivel del agua puede subir hasta un metro en el interior de las aulas. Este proyecto se ha desarrollado en diferentes fases la primera fue impulsada por la organización CAMPO y la Embajada de Alemania para iniciar con la estructura de un aula de doble nivel.
La Fundación entregará un presupuesto de $15,000 para finalizar la obra que se encuentra en un 80% de la construcción.
Medrano sostiene que los trabajos iniciaron el año pasado y se proyecta estar finalizado en un máximo de seis meses.