La Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL) entregó un lote de medicamentos a la Fundación contra la Fibrosis Quística en El Salvador para el tratamiento de esa enfermedad. La donación está valorada en $244,500.
Los medicamentos provienen de la organización internacional Direct Relief y consisten en 23 tratamientos de Tobramicina para pacientes que padecen de una infección bacteriana severa en sus pulmones.
La Tobramicina, al igual que otros medicamentos para el tratamiento de pacientes de fibrosis quística como enzimas digestivas, broncodilatadores, antibióticos de alto nivel de especialización, multivitaminas, entre otros, no figuran actualmente en el cuadro básico de medicamentos de la red de salud pública, debido a su alto costo y a la poca disponibilidad local.
Esa realidad ha llevado a que los donativos se gestionen con familiares, médicos y pacientes en el extranjero, apunta FUSAL en su comunicado de prensa.
FUSAL destaca además, que la disponibilidad de los medicamentos es un problema latente cuando se conoce que en El Salvador esta enfermedad la padecen alrededor de 65 pacientes diagnosticados en el Hospital de Niños Benjamín Bloom.
Advierten que existe un subregistro de pacientes adultos y más de 200 casos de niñez bajo sospecha, que se encuentran en espera de una evaluación médica que confirme o descarte esa condición.
Fibrosis quística
La fibrosis quística es una condición progresiva que requiere cuidados específicos en cuanto a alimentación y funciones pulmonares. El exceso de secreciones causa infecciones constantes y proliferación de bacterias, lo cual compromete gradualmente el funcionamiento de órganos como pulmones y páncreas.
La Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano señala, en su comunicado, que existen estudios internacionales que indican que un paciente con fibrosis quística podría vivir hasta 50 años con un tratamiento adecuado.
Sin embargo, si no se cuenta con los medicamentos necesarios, esa esperanza de vida se reduce de nueve a once años.
En El Salvador, el tratamiento es de difícil acceso; lo es también en el resto de la región. Incluso, Fusal señala que las farmacéuticas no lo ofrecen comercialmente en Centroamérica.
“Desde nuestro Programa de Ayuda Humanitaria evaluamos constantemente cuáles son las necesidades de la población más vulnerable para contribuir a mejorar su calidad de vida”, afirma Alejandro Poma, vicepresidente de FUSAL.
“Estamos conscientes de los retos que enfrentan los pacientes con fibrosis quística y estamos comprometidos a buscar, junto a nuestros donantes y aliados, formas para apoyarlos”, agrega.
Por su parte, Gilberto Barrera, presidente de la Fundación contra Fibrosis Quística en El Salvador, dice que “El impacto que causará esta donación en los doce pacientes beneficiados es muy significativo”.
“Esperamos que esta sea la primera de muchas donaciones que recibamos de FUSAL”, añade.
Erick Molina, Gerente Senior de programas Latinoamericanos de Direct Relief, señala que buscan asistir a personas alrededor del mundo que sufren enfermedades y no pueden acceder a un tratamiento oportuno. “Es por ello que estamos interesados en apoyar causas como la fibrosis quística en El Salvador”, apunta.