El juicio contra Michael Alejandro Castillo Murgas, el principal sospechoso del feminicidio de la joven Melvi Fernanda Nájera Quezada y del intento de homicidio de un bebé de un año y siete meses, hijo de ambos, ha sido programado para ser realizado cinco años después de cometido el crimen.
Familiares consideran que Fernanda como víctima fue abandonada por el Estado salvadoreño al no tener una justicia pronta, mientras tanto el sospechoso sigue prófugo, a pesar de que tiene una orden de captura internacional en su contra.
La madre de Fernanda aún conserva un vestido color rosa, la cartera preferida de su hija y un diario en el que la joven madre solía escribir. Ahora el niño está por cumplir siete años, a su edad ya sabe que su mamá fue asesinada, pero desconoce los detalles de lo que realmente pasó.
Él era apenas un bebé que daba sus primeros pasos cuando la tarde del 31 de enero de 2019 su padre llegó a traer a su madre y a él, con engaños, para luego asesinar a Fernanda y abandonar al niño en un cafetal con la intención de que muriera a la intemperie.
Dos días después, el cadáver de Fernanda, con signos de tortura, fue encontrado en una cuneta en la carretera que conecta el municipio de Ataco con Ahuachapán. El día posterior, el hijo de Fernanda fue encontrado por un grupo de agricultores en medio de un cafetal en el municipio de Ataco.
La madre de Fernanda no dudó en ningún momento de la responsabilidad de Castillo Murga en el feminicidio, pero cinco años después considera que el sistema de justicia y el mismo Estado no estuvo de su lado.
“Claramente siento que la justicia no ha estado de mi lado en ningún momento, porque si la justicia hubiera estado conmigo a este tiempo ya hubieran castigado al culpable” se lamenta Marielos, la madre de Fernanda.
Proceso viciado
La señora tuvo un atisbo de esperanza cuando el 8 de junio de 2019, en la audiencia inicial el Juzgado de Paz de Ataco decretó la detención provisional para dos imputados presentes y giró orden de captura para tres ausentes.
Sin embargo, solo un mes después la Cámara Especializada para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra las Mujeres declaró nula la orden de detención que había hecho el juez de Paz de Ataco, y los detenidos quedaron en libertad.
Con esta acción de la Cámara inició todo un proceso viciado y retardado, según ha denunciado en múltiples ocasiones la familia y organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres.
A lo largo de los cinco años, la posibilidad de justicia se fue diluyendo para la familia de Fernanda y su hijo, de tal manera que, a los acusados de complicidad se le cambió el delito de fraude procesal a uno menos gravoso: encubrimiento.
Los feminicidios que aún no resuelve de la justicia
Además, la audiencia preliminar contra los acusados de complicidad fue realizada cuatro años después de cometido el asesinato, debido a múltiples suspensiones por diversas excusas.
En ese proceso judicial, un fiscal aceptó que ayudó a encubrir el asesinato. Confesó a cambio de que se suspendiera de forma definitiva el proceso en su contra.
La madre de Michael, Edith del Carmen de Murga, fue eximida de la acusación porque falleció. La novia de Michael, Jacqueline Alejandra Martínez Herrera, fue condenada por su complicidad en el feminicidio, pero no le fue impuesta ninguna pena. Mientras que un médico fue absuelto.
“No logramos nada con la justicia. El estado me ha fallado porque no le puso mucho interés en tratar la manera de buscar al feminicida, de poner culpabilidades (penas judiciales) a los que ayudaron al feminicida” se lamenta Marielos, la madre de Fernanda.
La señora considera que si no hubiera sido por el apoyo que le brindaron grupos feministas que se unieron al reclamo de justicia, quizás hubieran cerrado el caso.
Caso reactivado
En diciembre del año pasado el Juzgado Especializado de Instrucción de Santa Ana reactivó el caso contra Castillo Murga, con base en las reformas realizadas al Código Procesal Penal, que permite continuar el proceso contra imputados prófugos, hasta tener una sentencia definitiva.
El sospechoso se encuentra prófugo desde el día del crimen, desde entonces se presume que se encuentra escondido en Estados Unidos, a donde habría huido debido a que tiene nacionalidad estadounidense.
Castillo Murga tiene difusión roja en su contra, pero para que la Interpol pueda arrestarlo debe contar con una solicitud de detención provisional por medio del tratado de extradición entre El Salvador y el país donde se encuentre.
El Juzgado Especializado de Sentencia ha programado el juicio para el 14 de febrero del próximo año. La madre de Fernanda está segura que no podrá asistir al juicio por motivos personales, pero además, ha perdido la fe en el sistema judicial.
“Yo estoy cansada, me rendí en esperar porque he visto muchas injusticias en estos años que he recorrido. No espero ya absolutamente nada solo espero la voluntad de Dios, que él va a poner su mano y ahí sí voy a ver justicia ” asegura.
Ahora Marielos y su esposo Noel están enfocados en darle a su nieto una mejor vida. “Mi sueño es que sea un niño de bien, que no le vaya afectar mucho lo que pasó con su mamá porque sé que ese tiempo va a llegar, en el que él se de cuenta en realidad lo que pasó” dice la señora.