El Juzgado Especializado de Instrucción para una vida libre de violencia y discriminación de Santa Ana suspendió por segunda ocasión la audiencia preliminar, contra Michael Alejandro Castillo Murga por el delito de feminicidio.
Según fuentes judiciales la audiencia fue suspendida porque la jueza se encuentra incapacitada y la Corte Suprema de Justicia no asignó a un juzgador suplente.
La abogada Claudia Peña, representante de la familia de la víctima, explicó que la audiencia fue reprogramada para el 13 de julio, pero que están gestionando para que se realice antes si hubiera un espacio disponible en la agenda del juzgado. Peña explicó que este tipo de retrasos viola el principio de pronta y cumplida justicia al que tienen derecho las víctimas.
Marielos, la madre de Melvi Fernanda Nájera, hizo un llamado enérgico para que las instituciones del Estado hagan su trabajo y se haga justicia para su hija, su nieto y su familia.
“Estoy cansada de esperar (…) porque uno pobre puede ser, pero vale igual que el que tiene dinero”, expresó la señora al borde de las lágrimas.
Castillo Murga es acusado de asesinar a la madre de su hijo, y posteriormente abandonar a la intemperie al niño de un año siete meses de edad, en un cafetal de Ataco, en el departamento de Ahuachapán.
El principal sospechoso se encuentra prófugo desde el día del crimen cometido con lujo de barbarie, el 31 de enero de 2019, desde entonces se presume que se encuentra escondido en Estados Unidos, a donde habría huido.
“El feminicida felizmente por otro lado y no hacen nada, ¿en qué me está apoyando el Estado en este caso? En absolutamente nada”, dijo la madre de la víctima.
El juzgado ha reactivado el proceso con base en las reformas realizadas al Código Procesal Penal, que permite continuar el proceso contra imputados prófugos, hasta tener una sentencia definitiva.
El presunto feminicida tiene difusión roja en su contra, sin embargo, para que la Interpol pueda arrestarlo debe contar con una solicitud de detención provisional por medio del tratado de extradición entre El Salvador y el país donde se encuentre.
Inicialmente la Fiscalía General de la República acusó a cinco personas por el feminicidio de Fernanda, pero cuatro años después solamente sigue el proceso judicial en contra de Castillo Murga.
En el proceso, el exfiscal Donald Valdivieso López aceptó que ayudó a encubrir el asesinato. El exfiscal confesó a cambio de que se suspendiera de forma definitiva el proceso judicial en su contra.
La novia de Castillo Murga, Jacqueline Alejandra Martínez Herrera, fue condenada por su complicidad en el feminicidio, pero no le fue impuesta ninguna pena. Mientras que la madre del sospechoso, Edith del Carmen de Murga, fue eximida del proceso porque falleció.
Un médico, acusado por el delito de encubrimiento en el asesinato, fue absuelto.
Feminicidio premeditado
Según relataron los familiares de la víctima, Melvi Fernanda y su hijo, entonces de un año siete meses, fueron sacados con mentiras de su vivienda por Castillo Murga, padre del niño.
El hombre le había prometido a Fernanda que irían a arreglar los documentos de identidad del niño, pues él hasta ese momento, se había negado a darle el apellido a su hijo. Sin embargo, esa promesa solo era una coartada.
Dos días después, el cadáver de una mujer, con signos de tortura, fue encontrado en una cuneta en la carretera que conecta el municipio de Ataco con Ahuachapán. Se trataba de Fernanda, pero en ese momento el cadáver fue levantado por Medicina Legal, como desconocido.
Un día después, el hijo de Fernanda fue localizado abandonado en medio de un cafetal en el municipio de Ataco. Un grupo de agricultores alertaron a la Policía que habían encontrado al menor desorientado y deshidratado.
El niño estaba moribundo y picado por los insectos, lo que le dejó graves secuelas psicológicas y físicas, según ha relatado la madre de Fernanda, quien ha quedado al cuidado del niño.
Organizaciones feministas han acompañado a la madre de Melvi Fernanda, que durante cuatro años ha pedido justicia en memoria de su hija.