En la lotificación, conocida como Reparto Nuevo San Lorenzo, en el municipio de San Lorenzo, Ahuachapán, funciona un pozo de agua potable que abastece a un cantón completo; sin embargo, las 400 familias, que residen en el lugar, no cuentan aún con el servicio domiciliar de agua. Para acceder al recurso, deben cancelar, a los administradores de ese pozo, $2.50 cada mes y, con ese pago, tienen permitido llegar a un límite de tan solo ocho cantaradas diarias.
Para las labores del hogar, aseo personal u otras actividades, deben acudir a extraer agua del río San Antonio, que sirve como punto de acceso a la lotificación.
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Aunque la mayoría de familias han construido sus propios pozos artesanales, o les han instalado una bomba particular, el agua que extraen no recibe ningún tratamiento. Eso los vuelve propensos a padecer de diferentes enfermedades gastrointestinales.
El sistema funciona para abastecer al cantón Guascota y fue implementado hace siete años, aproximadamente. Las autoridades a cargo, durante ese período, no incluyeron a los habitantes del Reparto Nuevo San Lorenzo, a pesar que dicha comunidad tiene un aproximado de dos décadas de existir.
El primer vocal de la adesco, José Sermeño, aseguró que la situación se resolverá en las próximas semanas con la ejecución de un proyecto, entre la alcaldía municipal y el gobierno de Japón, para que las familias puedan acceder a agua domiciliar. Asegura que está casi listo para funcionar: ya hicieron pruebas para determinar la cantidad de agua que extraen de otro pozo y ya fue hecha la instalación eléctrica en la planta de bombeo.
“Definitivamente, por ser un recurso de vital importancia, obviamente, la gente se rebusca de alguna manera (para encontrarlo). Afortunadamente, aquí contamos con algunas fuentes, como nacimiento de agua y de ahí se provee la gente. Pero en estos tiempos no hay seguridad de que esa agua sea totalmente apta para consumo”, expresó el líder comunal.
Tomasa Calderón tiene 63 años de edad y 18 de residir en el Reparto. Recordó que, antes, debían caminar hasta dos kilómetros, a un grifo público de la ciudad, para llevar agua a su vivienda. Expresó que se sintió alegre cuando el proyecto Guascota comenzó a funcionar. Por su parte, Patricia Grijalva señaló que, ahora, deben de pagar para obtener ocho cantaradas diarias de agua, que son utilizadas para consumo, aunque en su hogar hay un pozo artesanal que funciona desde hace ocho años.
“Nos abastecemos del pozo porque antes íbamos al río. Del pozo, la ocupamos para los las tareas de la casa como lavar pero no para tomar”, dijo. El alcalde de San Lorenzo, Joel Corado, reconoció que no solo el Reparto enfrenta escasez de agua; sino que también el casco urbano. El sistema que abastece a la ciudad data de hace cincuenta años.
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El servicio es proporcionado por juntas de agua; pero ya no da abasto. Por ello, en la ciudad, el servicio lo tienen entre 15 y 30 minutos al día. El edil dijo que el proyecto del Reparto está diseñado para abastecer, en el futuro, al casco urbano; para lo cual deberán de sustituir las tuberías existentes porque ya no son resistentes por su antigüedad.
“La embajada de Japón nos está colaborando con alrededor de $135,000; eso incluye la red de distribución y el tanque de abastecimiento. La municipalidad está poniendo alrededor de $225,000, porque nosotros cubrimos el costo de la caseta de control, todo el equipamiento y la bomba”, detalló.
