Alejandra relata entre lágrimas cómo una de sus hijas gemelas llora todas las noches debido a que su padre no ha regresado desde el pasado 28 de junio.
Rigoberto Alexander Rivera Vásquez, de 32 años, es el padre de las dos niñas de 6 años y un niño de tres, con quienes disfrutaba jugar y llevarlos a pasear en sus días de descanso.
Rigoberto fue capturado el martes 28 de junio pasadas las 5:00 de la mañana cuando se dirigía a su turno como cocinero en un reconocido restaurante de comida rápida que vende pollo rostizado, donde trabajaba desde hace unos tres meses.
El joven estaba feliz porque había conseguido ese trabajo, después de laborar durante seis años como encargado de cocina en otro restaurante, especialista en platos elaborados a base de carne de cerdo, comentó Alejandra.
La captura de Rigoberto fue realizada por un grupo de soldados y policías que tenían un retén en la entrada de la colonia El Milagro, en San Juan Opico.
Ese día, Alejandra se movilizó hasta la subdelegación policial de Opico para llevar los documentos que demostraban los arraigos de su esposo, pero un militar llevó una orden para que el joven permaneciera detenido, alegando que lo tenían perfilado como “pandillero activo”.
Alejandra niega que su esposo sea pandillero y explica que para poder trabajar en dos restaurantes reconocidos de comida rápida, su esposo debió entregar solvencia de antecedentes penales.
Ella sospecha que la captura de Rigoberto se debe a que la madre del joven fue capturada meses antes durante el régimen de excepción y además tiene un familiar involucrado con las pandillas.
Sin embargo, Alejandra explica que su esposo no tenía ninguna relación con ellos, debido a que se había dedicado a trabajar para llevar el sustento junto con ella a sus gemelas y a su hijo menor.
Desde su captura, Rigoberto se encuentra en el penal de Mariona, donde ya enfrentó la primera audiencia virtual masiva por el delito de agrupaciones ilícitas.
“Ha sido duro, porque él ha sido un buen papá, siempre ha trabado por sus hijos”, asegura Alejandra.
La joven madre dice que sus hijas todos los días le preguntan de él, y a pesar de su edad, ella les explicó que él está preso, pero que pronto saldrá. Además, ella ha notado que el rendimiento de las niñas en el kínder bajó tras la captura del padre.
Aún así, a Alejandra le alegra el hecho de que sus hijas se vayan a graduar y le gustaría que en ese día especial, las niñas pudieran ser acompañadas por su padre.
“Yo no tengo nada en contra del gobierno que está haciendo esto, pero con las personas que de verdad se lo merecen”, comenta Alejandra.
Por el momento, Alejandra ha tenido que asumir toda la carga económica de su hogar, en la que viven sus hijos y su madre, quien apoya con el cuidado de los niños.
Además, debe arreglárselas para llevar los paquetes con productos de primera necesidad que les piden en los penales. Es por eso, que ella pide que revisen lo más pronto posible el caso de su esposo y que sea puesto en libertad.