Al filo de cumplirse dos semanas después de realizadas las elecciones presidenciales y legislativas, una investigación publicada por FOCOS reveló los nombres de aparentes responsables tras la cadena de fallos presentados durante el proceso de escrutinio, que forzó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a realizar un conteo voto por voto.
La información recabada por el medio señala que el personal reclutado por el ente colegiado para desarrollar el sistema para la transmisión y la divulgación de los resultados preliminares y del escrutinio final, el jefe de la Unidad de Servicios Informáticos del TSE, así como un encargado de compras de ese departamento, son extrabajadores de la Casa Presidencial.
Dando a conocer que el equipo responsable de la transparencia y divulgación de datos preliminares había sido contratado en 2023. Fuentes anónimas de la Unidad de Servicios Informáticos (USI) detallaron que hay delegados de la secretaría presidencial ubicados en puestos clave para estas elecciones.
El pasado 4 de febrero en horas de la noche la magistrada presidente del TSE, Dora Esmeralda Martínez y su jefe de Unidad de Sistemas Informáticos (USI), Ignacio Villagrán argumentaron que el proceso había sido “un éxito”; sin embargo, estas declaraciones estaban muy lejos de la realidad en los centros de votación que se quedaron sin acceso a la plataforma, internet e incluso sin asesoría de las autoridades para contabilizar los votos.
FOCOS pudo corroborar, a través de entrevistas con fuentes del TSE así como documentos oficiales, que la Secretaría de Innovación de la Presidencia, creada por el actual mandatario para impulsar el desarrollo tecnológico, fue el área de selección para el equipo que acompañó la construcción del sistema de escrutinio plagado de fallas e irregularidades documentadas.
Fuentes internas del TSE de forma anónima confirmaron que solo un pequeño grupo de personas aparte de Villagrán tuvo conocimiento del proceso de arquitectura, diseño, desarrollo y las bases de datos de ambos sistemas. De este grupo cerrado participaron los técnicos Manuel Alexander Delgado Henríquez, José David Zelaya Sánchez y Miguel Bran Mejía. Los dos primeros trabajaron junto a Villagrán en la Secretaría de Innovación de la Presidencia, mientras que el último trabajó por 11 años en la extinta Autoridad Marítima Portuaria, según documentos públicos.
Durante la búsqueda de los responsables del innegable falló se identificó que otro miembro de la USI, encargado de las compras de ese departamento también salió de la secretaría de Capres: José Alex Zepeda Figueroa, ingeniero en sistemas informáticos.
El día de las elecciones fuentes señalaron que el Ministerio de Innovación envió delegados para vigilar el desarrollo del sistema y que, en medio del escrutinio final, se presentaron otros técnicos a los salones de conteo de votos para cumplir roles de soporte.
Mismas fuentes del TSE consultadas en la investigación señalaron que Capres colocó varios perfiles más en la USI, sobre todo contrataciones temporales para las elecciones, aunque no todos pudieron ser identificados con nombre, apellido y cargo.
Sin respuestas claras
Hasta la fecha, ningún delegado del TSE ha dado una explicación clara sobre los factores que generaron las fallas en el sistema de transmisión de actas ni el portal diseñado para la divulgación de los resultados de forma oficial.
En una reunión llevada a cabo el martes 6 de febrero con los representantes de partidos políticos, el jefe de la USI sostuvo que la transmisión de las actas no pudo llevarse a cabo debido a que no se distribuyó papel de seguridad en todos los paquetes entregados a las Juntas Receptoras de Votos (JRV) y que no se capacitó a los miembros para activar el sistema de contingencia.
Focos sostiene que el principal obstáculo para transmitir las actas y llevar a cabo el escrutinio preliminar fue la falta de conexión con la red del sistema o el mal funcionamiento de este.
Sobre estas situaciones no se pronunció Villagrán, así mismo guardó silencio sobre las inconsistencias reportadas por los usuarios con respecto a los datos que aparecían en el portal de divulgación de resultados, donde el total de votos no coincidían con el total de actas escrutadas, mientras que en otros casos se adjuntando actas de una JRV con votos de otros lugares de votación.
Además, el jefe de la USI delegó en subjefaturas la responsabilidad de los fallos cometidos; sin embargo, todos esos cargos están bajo su supervisión, según explicó una de las fuentes del TSE consultadas.