Los deteriorados centros escolares y la falta de recursos ha sido el factor común para los miles de estudiantes que en pleno 2023 reciben clases en aulas sumamente dañadas, usando el mobiliario en malas condiciones, llegando al grado de forzar a los docentes a cubrir pequeñas necesidades, para continuar con las actividades.
Educación ha sido una de las áreas más impactadas con los recortes de fondos aprobados este año por la Asamblea Legislativa, a petición del Gobierno $60.4 millones fueron restados al presupuesto para ser reorientados al Ministerio de Hacienda.
2023 se desarrolló en un constante esfuerzo para dejar la virtualidad a un lado y retomar las clases completamente presenciales en todos los niveles, sin embargo, los docentes se han topado de frente con la resistencia del alumnado para regresar en un cien por ciento a esta modalidad.
Actualmente las instituciones educativas están por culminar las actividades académicas, por lo que es oportuno analizar cuáles fueron las lecciones aprendidas y las tareas que han quedado pendientes para el sector.
Por lo que el Diario de Hoy ha consultado a cuatro docentes de larga trayectoria, quienes imparten lecciones desde distintas aulas y han tomado a bien compartir su análisis al cierre de este año.
1- Presupuesto:
¿Cómo podemos analizar la reducción de $60 millones al presupuesto escolar?
Daniel Rodríguez, secretario general de Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO):
“Nosotros hemos cuestionado el actuar tanto de el presidente de la República como del ministro de Educación, porque al inicio de año nosotros nos reunimos con el titular del ramo, el ingeniero José Pineda, y manifestó que para reparar las escuelas que se dañaron a consecuencia de las lluvias y los enjambres sísmicos que hubo el año 2022 se necesitaron alrededor de unos $72 millones.
Él andaba preocupado porque el Presidente de la República había hecho el anuncio que se iban a reparar dos escuelas diarias y aparentemente no se habían percatado qué recursos no hay. Solo les habían tirado la misión a ellos.
Entonces el cuestionamiento que nosotros hacemos es que el ministro de Educación establece que necesitan $72 millones y permite que le quiten $60 millones para disponerlos en algo que no está claro cómo lo van a usar”.
David Rodríguez, secretario de Bases Magisteriales:
“Cómo Bases Magisteriales hemos sido bien críticos en el tema verdad de los presupuestos escolares, debido a que para que exista calidad en la educación deben de darse los recursos a tiempo, si bien es cierto que estamos bien en el área de entrega de las computadoras, se los ha dado a la mayoría de estudiantes, porque todavía los primeros grados no han recibido la computadora, pero eso no es todo lo que hace funcionar la escuela pública.
En las escuelas rurales antes tenían un presupuesto cuando eran modalidad EDUCO, a cada docente se le garantizaba su presupuesto para la compra de materiales para trabajar con los estudiantes, eso no pasa ahora que tiene el presupuesto más grande de la historia de la educación en este país.
Hasta los primeros días de octubre, solo se nos había depositado en las cuentas $292.50, algunos les habían dado $500.
Realmente preocupa a quienes estamos en la parte operativa, en promedio se les asignaba $13 por estudiante, pero de pronto se hizo un recorte y se nos está dando un presupuesto estimado como de $6 por niño para el año”.
Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El salvador (ACPES):
“Desde que el Ejecutivo elabora su presupuesto la Asamblea Legislativa lo aprueba y que regresa al Ejecutivo, se espera que en todo el año escolar pueda mantenerse lo que sea presupuestado sin reducciones en su inversión.
Porque a veces pues se aprueba un presupuesto y después se reduce porque se reorientan, sí se tocan los fondos ya asignados de Educación pública entonces se tornan escasos comparado con la demanda que hay de proyectos y de mejoras que hacer en el sistema y ya reduciéndose los porque en el camino pues hay necesidades.
Hablando de presupuesto una de las grandes solicitudes que hay en el sector es que se puede aumentar en base al Producto Interno Bruto (PIB) y eso bueno es buena noticia, pero siempre nosotros hemos sido la opinión que no solo basta aumentarle un porcentaje digamos a la inversión educativa, sino también que pueda tener la certeza de que hay aceptada de inversión y buenisima supervisión de esa inversión en tanto que el sistema se vea de verdad beneficiado en materialmente hablando y también que el sistema educativo”.
Óscar Picardo Joao, educador e investigador:
“Digamos en términos generales, en nuestro presupuesto siempre ha ido a la saga detrás de las medias y tendencias de lo que se debe invertir en la educación ha mejorado un poco como porcentaje del PIB.
Pero sin embargo, siempre nos mantenemos con un rezago en lo que se debería de invertir en términos ideales y salvando las condiciones fiscales del país, creo que eso es un problema endémico que tenemos verdad como sistema educativo más allá de los problemas de operación que siguen siendo los mismos de siempre, los mismos problemas de atrás o de entregas tardías.
Digamos que reflejan algo que no ha cambiado en el Ministerio de Educación, como prácticas presupuestaria entonces en resumidas cuentas si han mejorado, pero no han mejorado lo suficiente.
La reducción refleja en cierta medida que educación no es una prioridad desde el punto de vista de las políticas públicas. Porque se pudo haber reducido de otros ministerios; sin embargo, obviamente Educación y Salud son los presupuestos más grandes, pero si hay una apuesta educativa decidida no se tocaría el presupuesto de educación.
Lo mismo sucede con el presupuesto de la Universidad de El Salvador, que corre en la misma suerte, hay atrasos, hay deudas de un año para otro, pero cuando lo examinamos es el último de los presupuestos de todas las universidades públicas de la región centroamericana”.
2- Desempeño académico:
¿Con el regreso de los alumnos a las clases presenciales se han reflejado mejoras en el rendimiento académico?
Daniel Rodríguez, secretario general de SIMEDUCO:
“Las deficiencias que se adquirieron durante la pandemia va costar superarlas, primero porque no hay una apuesta clara del Ministerio de Educación para implementar un plan que de resultados reales para superar ese desnivel que hemos tenido en cuanto al aprendizaje de los estudiantes, ese es un problema, que vamos a ir cargando, quizás todas estas generaciones de la pandemia van a ir arrastrando estos problemas por el resto de su vida.
Sobre todo a los niños que se encontraban en los primeros años de educación básica, los que estaban más avanzados es más fácil darles indicaciones, realizar tareas de investigación y autoaplicarse.
Nosotros por el tema de la pandemia no culpamos a nadie, no estábamos preparados, pero ahora hay muchos estudiantes que se ausentan de los centros escolares y se han acostumbrados a que se les atienda también en línea, quieren que se le mande información al niño entonces, no se han dado cuenta que o no quieren percibir qué estamos ya en otra etapa del proceso post pandemia.
El ánimo o ese entusiasmo de los estudiantes de estudiar de forma presencial ha caído bastante”.
David Rodríguez, secretario de Bases Magisteriales:
“Desde 2020 que pasó la circular 18 que había que promover al 100% de alumnos con el solo hecho de haber estado matriculados, por la situación de la pandemia, en la actualidad los estudiantes se han acostumbrado a no hacer mayor esfuerzo.
Acaban de girar la instrucción en la circular ministerial número 12, entre las cosas que destaca es la parte de evaluación y de promoción con un periodo de recuperación ordinaria así como extraordinaria, hasta el tercer grado se entiende que es promoción continúa que debe darse aunque el niño no pueda leer o escribir.
Previamente para optar al proceso de recuperación los estudiantes debían cumplir con ciertos requisitos, pero la circular establece de aquí este para realizar este proceso de recuperación no hay excepción de la cantidad de asignaturas, es decir que pudo haber reprobado todas las asignaturas y tampoco es necesario que tenga el 85% de asistencia, haciendo el mínimo esfuerzo el estudiante prácticamente va a ser promovido”.
Javier Hernández, presidente de ACPES:
“En nuestro caso con las evaluaciones periódicas internas, hacemos un barrido con las técnicas aplicadas. Seguimos revisando el rendimiento académico y de muy bueno no bajamos, el equivalente a 8.5, es una evaluación muy buena, pero que no llega a ser de excelente rendimiento académico; sin embargo, a la base de esto y podemos compararlo 2022, 2021 y 2023 que esto ha ido de menos a más desde la pandemia en 2020 que era sumamente virtual, el 2021 que al final se volvió semi virtual y en 2022 que fue 100% presencial.
En ese sentido la modalidad le ha ido dando al sistema educativo privado la facilidad de continuar mejorando en la atención al estudiante, digamos que le da mayor seguridad.
Ahora que es presencial hay una mejor inversión en proyectos y programas colaterales no curriculares también tienen que ver con que lo curricular pueda mejorarse en cuanto a rendimiento académico como producto educativo”.
Óscar Picardo Joao, educador e investigador:
“El año anterior yo quise obtener los resultados de evaluación y no los compartieron, no tenemos cómo verificar, si el rendimiento escolar ha mejorado o no. Me da la impresión de que seguimos igual porque no hay ninguna política ni programa más allá de entregar las computadoras, que eso sirvió para disminuir la brecha digital.
No hay otro programa o proyecto educativo que conozcamos que atienda el rezago escolar, la matrícula o la calidad académica”.