El enfrentamiento legal entre el presidente Nayib Bukele y el exsecretario de Comunicaciones, Eugenio Chicas, capturó la atención de El Salvador, y resaltó las tensiones políticas y judiciales que caracterizan la actual administración. Este litigio, que comenzó en 2017, se ha convertido en un símbolo de las controversias que rodean a Bukele y su actual gobierno.
El conflicto se originó el 16 de octubre de 2017, cuando Bukele, entonces alcalde de San Salvador, realizó acusaciones contra Chicas durante una entrevista televisiva. Bukele afirmó que Chicas había violado a su esposa actual cuando ella era menor de edad. Estas declaraciones no solo provocaron un escándalo mediático, sino que también llevaron a Chicas a presentar una demanda por calumnia dos días después.
La demanda y la conciliación
A lo largo del proceso judicial, Bukele intentó llegar a un acuerdo para evitar un juicio prolongado. Sin embargo, fue el 7 de marzo de 2019 cuando finalmente se disculpó públicamente con Chicas y aceptó pagarle $50,000 como compensación por los daños causados. En su disculpa, Bukele admitió que no contaba con pruebas que respaldaran sus acusaciones iniciales.
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Chicas, satisfecho con el resultado, criticó la estrategia dilatoria de Bukele durante el litigio. A pesar de la conciliación, Bukele había mantenido su postura sobre la veracidad de sus afirmaciones hasta ese momento.
Nuevas controversias
Más recientemente, la situación ha tomado un giro inesperado. En noviembre de 2024, la Cámara Segundo de lo Civil declaró a Chicas culpable de enriquecimiento ilícito, ordenándole devolver más de $202,000 al Estado. Esta decisión ha sido interpretada por Chicas y analistas como parte de una persecución política en su contra.
La tensión alcanzó un nuevo pico hoy, cuando Chicas fue detenido, acusado de enriquecimiento ilícito, mientras se desempeñó como funcionario público (magistrado en el Tribunal Supremo Electoral y secretario de Comunicaciones en el gobierno de Salvador Sánchez Cerén). Su arresto ha suscitado especulaciones sobre posibles motivaciones políticas detrás de esta acción y ha generado preocupación entre sus seguidores y defensores de los derechos humanos.
El litigio entre Bukele y Chicas no solo es un caso legal; es un reflejo del clima político en El Salvador.
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