Dos estudiantes salvadoreñas representaron a El Salvador en la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO por sus siglas en inglés) realizada en Dortmund, Alemania, del 17 al 19 de noviembre, donde recibieron el premio a la mejor Solución Técnica en la categoría de Futuros Innovadores 2022.
Elena Atanacio y Jeannette Mejía, de 12 años y estudiantes de séptimo grado de la Academia Británica, viajaron a Alemania para presentar su robot llamado Mr. Bin, el cual fue creado con un concepto innovador , funcional y bajo la temática del reciclaje.
Ambas compitieron en este evento considerado la competencia de robótica más grande del planeta, que en esta edición reunió a más de 2,500 jóvenes, entre 8 y 19 años, procedentes de más de 65 países.
El robot de la delegación salvadoreña que les valió el titulo mundialista consiste en un receptor robótico que de manera automática clasifica deshechos.
Mr. Bin, como fue bautizado por sus creadoras, tiene la finalidad de contribuir a la reducción dedesperdicios que no están siendo reciclados debido a la poca concientizacion o voluntad de la población en el tratamiento de la basura.
Elena y Jeannette, junto a sus coaching, usaron de manera innovadora un algoritmo de aprendizaje automático que fue clave para desarrollar su robot, una idea que desde tiempo atrás venía haciendo eco en sus cabezas.
“Este premio es (a) una solución robótica simple pero innovadora y funcional para un problema complejo”, comentaron las autoridades de la Academia Británica, institución donde las jóvenes han pasado horas, incluso en tiempo extracurricular realizando practicas para poder cumplir su sueño de presentase en la competencia
Solución a un problema real
Ambas tenían que plasmar la idea de “mi robot, mi amigo” bajo la cual era importante desarrollar un concepto que plasmara formas en que los robots pueden ayudar a los humanos a resolver problemas del mundo real.
“Empezamos a trabajar el robot desde septiembre, participamos en la competencia nacional y ganamos. Cuando nos dijeron que iríamos al mundial decidimos mejorar el robot y trabajamos arduamente en las clases extra del colegio y durante nuestras vacaciones todas las mañanas para hacer todos los ajustes necesarios”, explica Jeannette Mejía.
Ambas resaltan que coincidieron con el reciclaje de la basura, pues consideran que es un tema en el que hay poco interés de las personas o desconocimiento en cómo clasificar los desechos.
“Aquí casi nadie sabe cómo clasificar la basura para poder reciclar y muy poca gente recicla”, acota Mejía.
Elena Atanacio por su parte alimentó la idea de un robot que brindara solución práctica al tema de la basura desde que asistió hace unos años a la feria de Ciencia, Matemática, Arte y Tecnología (CIMAT) donde vio un robot parecido pero, “bastante complicado. “ Me surgió la idea de uno más sencillo, fácil de usar para toda la población (gente que sabe leer y que no sabe leer)”, comenta.
Representar a El Salvador en tan importante competencia y haber destado entre miles de participantes ha significado un enorme orgullo para esta dupla que ahora quieren ir más allá y llevar su innovador invento a mayor escala.
Su siguiente meta es mejorarlo y llevarlo a un tamaño real en el que pueda ser útil a la comunidad.
Pienso que con nuestro trabajo podemos ayudar al medio ambiente y al país a tener las calles limpias a hacer un buen uso del reciclaje”, concluye Jeannette.
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