Alejandra Paredes y Juan Bosco pasaron por los salones de la Universidad de El Salvador (UES) para estudiar agronomía, pero ya como egresados, en las últimas semanas están viviendo una experiencia enriquecedora y única, al participar en una serie de prácticas en horticultura sostenible en El Trifinio, Metapán, al occidente del país.
En dicho lugar, ambos entran en actividad para mantener un vivero con 14 camas de siembra, en un espacio de 140 metros cuadrados. Han cultivado plantas ornamentales, aromáticas, hortalizas nutritivas, tomate, cebollines, pepinillo y chile. Le colocan agua cuatro veces al día a la tomatera de variedad Pony y Valiente. Verifican las plantas para ver si no tienen plagas, el tamaño y peso del producto.
“Mi rutina de trabajo en el vivero y las comunidades es interesante. De lunes a viernes, me levanto a las 5:00 a.m., desayuno, para iniciar mis tareas agrícolas. De 7:00 a once de la mañana. Preparo mis botas de trabajo, equipo, agua y me incorporo11:00 al control de hortalizas que hemos sembrado, de 11:00 a 12:00 ordeno datos de los cultivos”, afirma Alejandra, egresada de Ingeniería Agronómica.
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“Mi primera tarea es verificar el crecimiento de la tomatera y regarla. Hago mediciones de suelo, inspecciones a las hortalizas que hemos sembrado hace dos meses, ya tenemos resultados positivos. Llenamos los tanques de agua y limpiamos filtros. Es un trabajo bonito, interesante, sacrificado, se trabaja bajo el sol mucho tiempo. Se necesita valor para estar seis meses lejos de la familia, amigos, para avanzar profesionalmente”, explica, mientras seca su sudor de la frente.
“Retomo mis actividades a las 2:00 de la tarde, para terminar mi jornada laboral a las 7:00 de la noche. Son los mejores momentos de mi vida los que estoy viviendo. Me ayuda a ver la vida desde otra perspectiva profesional y hacer cada día mejor las cosas”, agrega.
Cada estudiante, tiene sus propias responsabilidades en el vivero y comunidades. Alejandra controla plagas, riega y cuida los cultivos, como parte de su investigación. En tanto, su compañero y también estudiante egresado de la UES, Juan, visita a los agricultores de la zona para compartir sus conocimientos técnicos, académicos y científicos. Además, les enseña artesanalmente a hacer muestreos de suelo, para que conozcan sus tierras antes de la siembra y traten de aprovechar al máximo el potencial.
“Este proyecto de cultivo de hortalizas y el uso del agua, es con un enfoque científico. Los conocimientos los compartimos con los agricultores de la zona, ayudando a que su producción sea mejor. Los agricultores tienen mucho interés de aprender, confían en nosotros. Hay cosas que no saben, como la profundidad de siembra, sistema de riego por goteo y calidad de tierra donde cultivan”, explica Juan.
“Cada día, tenemos eventos distintos y debemos resolverlos. Los estudiantes de agronomía de la UES, cuando tengan esta oportunidad de hacer pasantías de investigación de este tipo, no la dejen ir, porque es ahí donde está la verdadera formación profesional. Lo teórico que nos dan solo es una base, ya en el terreno cambian las cosas”, finaliza Bosco, quien está satisfecho de esta experiencia para completar su preparación en Ingeniería Agronómica.
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Un proyecto en El Trifinio
Ambos egresados forman parte del proyecto “Innovación Tecnológica e Investigación Científica para la Consolidación de la Horticultura Sostenible en la región de El Trifinio del Instituto Internacional Italiano Latinoamericano (IILA) y Plan Trifinio”, que ha dado la oportunidad a dos egresados de ingeniería agronómica de la UES para realizar sus pasantías de investigación.
Con lo aprendido, visitaran a los agricultores de la zona y enseñarán las técnicas científicas para desarrollar horticultura sostenible.
Como parte de su investigación, construyeron un vivero tipo Casa Malla y cultivaron hortalizas y plantas aromáticas. Con el resultado de dos meses de siembra, ya tienen producto de calidad; luego visitan comunidades de la zona para dar charlas de cómo mejorar los cultivos.
Cuando un estudiante realiza sus prácticas profesionales, pasantías de investigación, horas sociales en la empresa privada, campo experimental de la UES, instituciones del gobierno o cooperación internacional, se le asigna un asesor por seis meses, para verificar el trabajo asignado. Cuando finalizan, son evaluados, hacen correcciones y determinan si ya están listos para presentar la investigación públicamente y graduarse como ingenieros.
Nelson Bernabé Granados Alvarado, decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, es quien ha verificado el trabajo de investigación que realizan Alejandra Paredes y Juan Bosco.
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En su labor, Granados Alvarado también se ha apoyado en la estudiante italiana Teresa Leuratti y en Nicola Michelon, doctor en Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Bolognia-Italia y coordinador del proyecto IILA-Plan Trifinio. “Agradezo al doctor por la oportunidad que brinda a los estudiantes del Alma Mater de realizar sus pasantías de investigación en su organización”, afirma.
El docente agrega que “tenemos que hacer intercambios académicos con estudiantes de las universidades de Bolognia y Padua, para que visiten la estación experimental y compartan sus conocimientos con nuestros futuros profesionales".