El Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI) ha denunciado que hay personas que están engañando con el ofrecimiento de visas para Estados Unidos y que utilizan el nombre y el logotipo de esa institución.
"El nombre y logotipo de INSAMI está siendo utilizado por personas mal intencionadas para ofrecer visas americanas", dice la entidad a través de un comunicado en el que, además de desvincularse de este asunto, aclaran sobre el trabajo que realizan y que no tiene nada que ver con trámite de visados.
En "INSAMI no gestionamos visas americanas, nos dedicamos al desarrollo local y formulación de políticas publicas sobre migración", enfatiza la entidad.
INSAMI se define como una organización sin fines de lucro creada para facilitar, en origen y en destino, una política integral de migración que garantice los derechos y deberes de la población salvadoreña transnacional, además de que trabaja por una nueva cultura migratoria.
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En su comunicado, el Instituto no detalla de qué forma están operando las personas que asegura están utilizando su nombre y logo para cometer ese tipo de estafa pero insta a la población a denunciar este tipo de acciones y adviertió que recurriría a las autoridades.
"Inmediatamente se procederá a hacer la denuncia respectiva ante las autoridades pertinentes. para evidenciar el no involucramiento institucional en esta acción perversa", finaliza el comunicado con fecha de ayer.
El eterno engaño de ofrecer visa
Las ofertas de conseguir de forma fácil una visa a países como Estados Unidos o Canadá y que al final solo son estafas son habituales en El Salvador. Uno de los casos en que muchos fueron estafados quedó al descubierto en junio de 2020 cuando siete personas fueron capturadas acusadas de engañar a personas con el ofrecimiento de la visa canadiense.
Las víctimas denunciaron a la Fiscalía General de la República que pagaron hasta $500 pero que nunca les cumplieron con la entrega del documento.
La Fiscalía detalló que reunían a las posibles víctimas y locales que alquilaban y que allí se presentaban como representantes de empresas canadienses y que les prometían que los llevarían a ese país de forma legal y con trabajo. Les ofrecían trabajos agrícolas, en cultivos de frutas y hortalizas por los que serían bien remunerados.
Una fiscal explicó que a sus víctimas "les hicieron incurrir en una serie de gastos por supuestos trámites, exámenes médicos y hasta Guatemala les llevaron para hacerles creer que todo se hacía legalmente, pero finalmente incumplieron los compromisos".