El analista político Jorge Villacorta es de la idea que las últimas decisiones tomadas por la Asamblea Legislativa de implementar un estado de excepción y aplicar reformas penales para hacer capturas de personas supuestamente ligadas a grupos criminales, llevarlos a prisión y aumentar las penas de cárcel, podrían responder a una “estrategia comunicacional” del gobierno ante el golpe en su imagen de la poca efectividad de las acciones emprendidas dentro del Plan Control Territorial.
“La joya de la corona de este gobierno era el Plan Control Territorial. Este gobierno ve especialmente la imagen, esto genera reacciones. Llega un momento en que estas acciones son parte de la estrategia comunicacional, el irlas haciendo parcialmente en cada plenaria”, apuntó Villacorta este viernes en la entrevista de TCS.
Según el experto, las medidas del gobierno responden también a un clamor de “venganza” de la ciudadanía y no a buscar justicia, que debería ser el fin ideal y que la Constitución permite.
“Estas medidas no buscan justicia, buscan responder a una demanda de venganza, hay una población exigiendo venganza, que tienen una explicación, sí, nadie está defendiendo a personas que cometen crímenes horrendos, no hay duda de eso. Nadie está defendiendo a mareros”, valora Villacorta.
Sin embargo, expresa que hay expresiones y declaraciones de funcionarios públicos que contravienen la normativa constitucional, que la ley expresamente dice que ningún funcionario puede hacer algo que la ley no le permite.
Añade que el régimen de excepción sí era necesario pero la forma en que se ha hecho sobrepasando los límites, como es el caso de funcionarios públicos tomando decisiones que les corresponden a un juez y sin respaldo legal, da la impresión que la respuesta está motivada por la “venganza” que clama la población.
“Aunque le agrade a la gente, aunque todo el mundo le aplauda, el funcionario debe respetar la ley. Las decisiones del director de Centros Penales, al decir que a saber (si pandilleros) llegarán vivos al penal, son expresiones equivocadas”, afirma Villacorta.
Otras interrogantes que pone en la mesa el experto es en torno a las capturas de menores de edad que delinquen ¿adónde serán llevados? ¿Cuál será el trato que recibirán? ¿Hay instalaciones adecuadas para ellos, programas para tratarlos? ¿Hay psicólogos o psiquiatras para tratarlos o serán enviados todos a centros de detención como Mariona o Zacatraz?
“Si hacen eso es graduar a esos muchachos con doctorado y maestría en crímenes”, argumentó.