Hace unas horas, Jenny Huete, la esposa de Walter José Huete Alvarado, de 29 años, ciudadano norteamericano originario de Los Ángeles, California, y domiciliado en el Estado de Virginia, suplicó por ayuda al presidente salvadoreño Nayib Bukele, para que interceda en el caso.
Walter está en prisión desde el pasado 20 de mayo, cuando fue detenido por agentes policiales del puesto de Moncagua, departamento de San Miguel, supuestamente por denuncia anónima. Desde entonces está encarcelado, en el penal de Izalco, cárcel en la cual muchos capturados bajo el régimen de excepción fueron asesinados o murieron por no tener a tiempo el tratamiento médico que necesitaban, según investigaciones de organizaciones de derechos humanos.
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“Por favor, señor Presidente Nayib, le solicito preste atención al caso de mi esposo, ya que se cuentan con pruebas suficientes de la negligencia y mal procedimiento de los agentes captores, que se pueden hacer llegar a su persona. Le pido su ayuda y que tome en cuenta que él no es un delincuente, es un padre de familia honrado y trabajador del Estado de Virginia; es una injusticia que él esté como un criminal en un país al cual el solo viajaba por los trámites migratorios de su hijastra”, reza la petición de Jenny publicada en sus redes sociales.
El pasado 1 de junio, Walter tuvo su primera audiencia, de forma virtual, en la que un juzgado especializado de instrucción de San Miguel, decidió que el norteamericano debe continuar en prisión preventiva mientras es investigado por la Fiscalía por el delito de agrupaciones ilícitas, es decir, por supuesta pertenencia a pandillas..
“Mi esposo es ciudadano americano y andaba (en El Salvador) por trámites de residencia de mi hija mayor… y que por un retraso de la honorable Embajada Americana, no se pudieron regresar el día 13 de mayo, sino que alargaron su estadía (en El Salvador) hasta el 21 de mayo, pero un día antes fue detenido, humillado, ultrajado y tratado como un delincuente común, sin comprobarle su verdadera identidad como ciudadano”, detalla Jenny en su publicación.
En su publicación, Jenny denuncia que su familia en El Salvador ha sido víctima de intimidación por parte de agentes policiales que llegaban a apostarse frente a la casa de sus familiares y recibían llamadas telefónicas de números desconocidos.
“Señor presidente. mis hijas han salido del país (El Salvador), por miedo y amenazas de policías que se llegaban a estar afuera de la casa de familiares, y llamadas de números desconocidos a teléfonos de mi hija, siendo ella una menor de edad”, detalla en su denuncia.
Jenny también hizo saber a Bukele que un cabo, de los que capturó a Walter, ha generado terror en su familia. “No bastando la humillación por su detención, éste le creó un perfil delincuencial que lo vincula como miembro de la pandilla, cuando mi esposo nunca se ha radicado en El Salvador. Le atribuyen el cargo de colaborador, pero colaborador de qué”, se pregunta Jenny en su publicación.
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“Cómo se puede determinar que una persona pertenece a esos grupos terroristas, solo por su aspecto físico??? El hecho de que él tenga tatuajes no quiere decir que sea pandillero. Vivimos en Estados Unidos donde el tatuaje es un arte. Es una injusticia lo que están haciendo con él y con nosotros”, señaló la mujer.
Esta semana, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU), Marta Hurtado, manifestó la preocupación que ese organismo tiene ante la violación de derechos humanos en El Salvador con la implementación del régimen de excepción, bajo el cual han muerto decenas de personas que estaban en prisión, según un reciente informe de Cristosal, una oengé activista por los derechos humanos.
La preocupación de la ONU surge, precisamente, luego de que Cristosal hiciera pública su investigación en la que determinó que al menos 153 personas murieron mientras estaban en prisión, decenas de ellas presentaban signos de tortura.
En conversaciones con El Diario de Hoy, Jenny manifestó su preocupación por la resolución judicial contra su esposo, respecto a que debe permanecer en prisión preventiva por varios meses. “Queremos que salga luego. Él no va a aguantar estar en ese penal”, manifestó Jenny.