Una bodega, la sala de maestros, los pasillos y hasta el escenario se convirtieron en el salón de clases para más 500 estudiantes del centro escolar de Tepecoyo, en La Libertad. Son cuatro aulas provisionales, construidas con varas de bambú, telas y láminas para los alumnos de séptimo grado hasta bachillerato.
Al utilizar los pasillos como salones, los estudiantes se encuentran en un gran riesgo debido a que las zonas que eran rutas de evacuación ante una emergencia, ahora están atestadas de pupitres. Y no se tiene una ruta adecuada para la evacuación de los alumnos, comenta Karla Mendoza, madre de una estudiante.
En los cuatro salones provisionales que tiene la escuela hay, en cada uno, entre 24 y 15 estudiantes; tanto en la jornada de la mañana, como la de tarde. La escuela tiene más de 500 alumnos.
Los que están en las aulas provisionales, en lugar de tener paredes están rodeados de telas y láminas reforzadas con varas de bambú. Y la falta de techo posibilita que la lluvia llegue hasta sus cuadernos y libros. Y cuando hay aguaceros, también es posible que la zona se inunde.
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“Es bastante triste y lamentable ver que ellos (los estudiantes) tienen que interrumpir una o dos horas de clase o lo que dura la tormenta”, dijo Yeni Girón, miembro del Consejo Directivo Escolar.
En invierno están vulnerables a la lluvia. En verano, los afecta el sofocante calor, especialmente a quienes reciben las clases sobre un escenario, a pocos metros del techo.
“Quisimos tener una mejor infraestructura para las nuevas generaciones, pero lastimosamente, hasta la fecha no se ha dado”
Yeni Girón, exestudiante y miembro Consejo Directivo Escolar
Lorena Carranza, madre de alumnos, expresó que ese problema está afectando el aprendizaje y genera estrés en los estudiantes.
También sucede que estudiantes de la misma escuela, que reciben su jornada escolar en aulas formales, se burlan de sus compañeros que están en las aulas provisionales y les dicen en tono de burla: “se abre el telón”.
Los papás y mamás, preocupados por la situación, se organizaron para vender sopa y comida típica para recaudar fondos para construir los salones y dejar las aulas provisionales. Pero el esfuerzo de los padres quedo estancando, cuando el 1 de abril pasado, el ministro interino de Educación, Mauricio Parada, llegó a reunirse con la comunidad educativa y ofreció darle una solución. Pero han pasado siete meses y el panorama sigue igual.
Según la comunidad educativa, hasta el momento el Ministerio de Educación, no ha informado a la comunidad educativa sobre proyecto de construcción para el centro educativo de Tepecoyo.
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“Teníamos la esperanza, tal vez, al finalizar este año empezar la construcción y en 2023 tener otra nueva institución y parece que eso no va ser así”, dijo Yeni Girón.
Los padres del alumnado piden a las autoridades educativas que solucionen el problema porque la cantidad de alumnos aumenta y ellos temen que la entrada a la escuela se convierta en otro salón de clases.
“Vamos a darle atención a los estudiantes. Estemos como estemos con las instalaciones. No se le va negar la matrícula para el año 2023”, dijo Girón.
Estiman que para 2023 la inscripción aumentará un 30%, lo que equivale a unos 130 nuevos cupos.
Este centro escolar es el único lugar en todo el municipio que ofrece educación media.
“El gobierno está mejorando, pero no están priorizando”, señaló un papá preocupado. “Anda construyendo calles, teatros y otras cosas, pero no escuelas con la Dirección Obras Municipales (DOM)”, continuó.
Girón, también, pasó por estas aulas y para ella el panorama es igual que hace 10 años cuando salió de bachillerato.
“Quisimos tener una mejor infraestructura para las nuevas generaciones, pero lastimosamente, hasta la fecha no se ha dado”, lamentó.
El Plan Torogoz del ministerio de Educación del quinquenio 2019-2024 del gobierno central pretende mejorar la infraestructura con estándares de calidad y seguridad que favorezca los procesos de enseñanza-aprendizaje en ambiente escolares sostenibles.