A pocos meses de que la empresa Ambit El Salvador, Sociedad Anónima de Capital Variable (Ambit El Salvador, S.A. de C.V.) fuera constituida con $2,000 de capital social, por un mexicano y un salvadoreño, el Ministerio de Educación ya le había otorgado el contrato para que reconstruyeran el Centro Escolar Caserío El Alto, del cantón Huertas Viejas, distrito de Anamorós, departamento de La Unión, misma que lleva meses destruida.
De acuerdo con vecinos de El Alto, la escuela fue demolida por la empresa Ambit y luego abandonó la ejecución, supuestamente por falta de dinero, pues el Ministerio de Educación no les dio los adelantos pactados. Aunque otros aseguran que la empresa se fue con el dinero que le adelantaron.
El jueves anterior y este lunes, El Diario de Hoy intentó conocer la versión de la empresa Ambit El Salvador sobre los señalamientos que vecinos de El Alto le hacen referente al abandono de las obras de reconstrucción, sin embargo, en las dos direcciones rastreables, quienes atendieron afirmaron que desde el año pasado abandonaron el domicilio.
Ambit El Salvador fue fundada el 20 de julio de 2022 por el mexicano Ernesto Talamantes Álvarez, licenciado en ingeniería de negocios, y el salvadoreño J.C.C.H., ex funcionario público, que por varios años fungió como magistrado del Tribunal Supremo Electoral, en representación del partido FMLN.
En la escritura de constitución de Ambit El Salvador, el mexicano fue designado como administrador único propietario, en tanto que J.C.C.H., como administrador único suplente.
Pero, según documentos del Registro de Comercio, meses después de la constitución de la sociedad salvadoreña, Talamantes fue desplazado de administrador único propietario, nombrando en este cargo al también mexicano Héctor Eduardo Ballinas Espinosa. Talamantes pasó a suplente, cargo que tenía J.C.C.H.
Aunque Ballinas Espinosa y Talamantes Alvarez debían permanecer dos años en esas funciones, el 9 de agosto de 2023, el primero fue sustituido por Ludwig Beethoven Quinto Rivas, también mexicano e ingeniero hidrógrafo de profesión. Talamantes continúa como administrador único suplente.
De acuerdo con registros en redes sociales, Talamantes Álvarez, es gerente de operaciones de la empresa mexicana denominada Ambit Desarrollos Inmobiliarios, cuyo logo aparece en el báner colgado en el inmueble de la escuela de El Alto. En su cuenta de LinkedIn asegura que lleva más de 10 años en esa empresa.
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Otro mexicano que aparece vinculado a Ambit El Salvador es José Alfredo Aburto Bautista, quien en enero del corriente año, recibió un poder general administrativo de parte de Quinto Rivas. Aburto Bautista es, según documentos en internet, especialista en ingeniería civil de la empresa mexicana, Ambit Desarrollos Inmobiliarios.
Sin domicilio conocido
De Ambit El Salvador no hay casi nada que ver en la web. Al buscar con ese nombre aparece que tiene su sede en un edificio de la calle Las Palmas, colonia San Benito, de San Salvador, pero al preguntar en ese domicilio, la persona que atendió afirmó que aproximadamente desde diciembre del 2023 abandonaron el local. Este domicilio no aparece registrado en el CNR.
Documentos oficiales de esta oficina indican que el domicilio de Ambit El Salvador es la casa 148 de la calle Palmeral, de la urbanización Toluca, siempre en San Salvador. Pero tampoco ahí están.
Este lunes se visitó la mencionada dirección pero al preguntar por la empresa constructora Ambit, las personas que se encontraban en esa casa dijeron que desde diciembre del 2023 ya no estaban allí y que desconocían para dónde se habían mudado.
Buscar las oficinas de Ambit El Salvador fue con la intención de verificar la existencia real de esa empresa y obtener la versión de sus administradores sobre el abandono de las obras.
En internet, cuando se pretende ir a la página web, esta desvía a la página de Ambit Desarrollos Inmobiliarios, la empresa mexicana, con domicilio en Ciudad de México, cuyo logo es similar al que aparece en el báner colgado en lo que fue la escuela de El Alto.
Se envió un requerimiento de información a través de la forma de contacto que la empresa mexicana tiene en su sitio web, pero al momento de publicar esta nota no habían respondido.
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Tampoco se halló forma de contactar con Quinto Rivas o con Talamantes Álvarez.
Por su parte, el ex magistrado del TSE, J.C.C.H., aceptó ser uno de los fundadores de Ambit El Salvador, pero dijo que tal empresa nunca había entrado en operaciones y afirmó que se había desligado de la misma el 30 de marzo de 2023, pues había traspasado sus acciones a la otra parte fundadora, es decir, a Talamantes Álvarez, porque nunca funcionó hasta donde él tuvo conocimiento.
Cuando se le mencionó sobre los señalamientos que vecinos de El Alto hacen a Ambit, éste dijo que esa empresa era mexicana y que no se trataba de Ambit El Salvador. "La que tuvo ese contrato, también tengo conocimiento, es otra empresa Ambit de México". Aseguró que no había ninguna vinculación entre Ambit El Salvador y la empresa mexicana.
Documentos del Registro de Comercio dan cuenta que el 23 de febrero de 2023, J.C.C.H., en su calidad de representante legal de dicha empresa, le confirió poder general administrativo a Adolfo Jesús Corral Valenzuela, de nacionalidad mexicana.
El poder conferido por J.C.C.H. facultaba a Corral Valenzuela a firmar cualquier documento relacionado a dos licitaciones del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, relacionadas al diseño y mejoramiento de 58 centros escolares en diversos departamentos de El Salvador, incluyendo La Unión.
Las mencionadas licitaciones son las números MINEDUCYT-BCIE-16-2022, para el diseño y mejoramiento de 32 centros escolares en municipios de pobreza multidimensional en los departamentos de Santa Ana, Chalatenango, La Libertad, Cuscatlán, La Paz, Cabañas y Sonsonate; así como la número MINEDUCYT-BCIE-19-2022, en departamentos de Santa Ana, Sonsonate, San Miguel, Morazán, Cabañas y La Unión.
Silencio del ministro
El Diario de Hoy intentó obtener la versión del Ministro de Educación, Mauricio Pineda, sin embargo, ha guardado silencio sobre el problema que afrontan varias comunidades educativas, como la del cantón Ceibitas, distrito de San Alejo, cuya reconstrucción también se encuentran en pausa debido a que, según vecinos, la empresa abandonó la obra desde principios de este año.
Otras obras abandonadas por empresas mexicanas
Vecinos del caserío El Alto continúan esperando que la reconstrucción de su centro escolar sea retomada lo más pronto posible, pero temen, aseguran que solo quede en promesas, pues desde que el caso se hizo público, han estado llegando supuestos empleados de Educación al inmueble, pero las semanas pasan y no ven nada claro.
"Nos pidieron que chapodáramos el terreno porque nos dijeron que la semana pasada (lunes 26 de agosto) comenzarían nuevamente la reconstrucción, pero hasta hoy (lunes 21 de septiembre) no hemos visto nada claro", comentó un padre de familia.
La reconstrucción del centro escolar del caserío El Alto, del distrito de Anamorós, no es el primer caso en que empresas mexicanas dejan abandonadas las obras contratadas con el gobierno salvadoreño.
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Uno de esos primeros casos conocidos es el de la empresa Contratista General de América Latina (CGAL), a la que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) le adelantó 14.9 millones de dólares por contratos de construcción de dos puentes sobre el río Torola (uno en el distrito de Carolina y otro en el distrito de San Antonio, ambos del departamento de San Miguel) y 19 obras de beneficio social en comunidades aledañas al embalse de la presa El Chaparral renombrada como 3 de Febrero.
Otro caso es la construcción del Mercado San Miguelito, la cual fue asignada a la empresa Gallo Hermanos Constructores, contratada por la Dirección de Obras Municipales (DOM), por 33.6 millones de dólares.
CEL debe 19 obras y dos puentes a comunidades afectadas por construcción de presa El Chaparral