Almorzar con un dólar es posible en Ahuachapán a través del emprendimiento que, hace tres meses, implementó Daniel, luego de analizar que quería generar ingresos económicos en su hogar; pero, además, al conocer historias de comerciantes de los mercados que se quejan porque las ventas están malas, ante el alto costo de la vida.
El ahuachapaneco conoce con propiedad qué es andar únicamente con un dólar en el bolsillo y tener la necesidad de alimentarse sin que el dinero alcance.
Lea también: INFOGRAFÍA: Salvadoreños consumen menos productos y servicios por alto costo de la vida
Sin tener riquezas pero sí un corazón bondadoso, ideó, junto a su familia, implementar el emprendimiento de comida, que bautizó como Urban_Food, el cual ha tenido un éxito inesperado pues comenzó vendiendo 40 platos diarios de comida y actualmente la cifra rebasa los 200.
El joven, de 22 años, no tenía experiencia en la venta de comida, aunque ha recibido diferentes capacitaciones sobre emprendimiento.
Lo anterior le permitió, junto a otros jóvenes, ser beneficiado en programas de entrega de equipo, con el cual también montó, hace un par de años, un taller de obra de banco.
Esos conocimientos lo llevaron a determinar que si quería ayudar a los comerciantes con platos de comida a precios económicos, debía, primero, buscar a los proveedores directos para minimizar costos; y, segundo, comprar en cantidad.
La familia tiene una pequeña tienda, por lo que le orientaron dónde podía tocar puertas para comprar calidad y a bajo costo. Sin embargo, lograr que le vendieran los productos fue un proceso de más de un mes.
El primer día que Daniel salió a vender comida fue el jueves 2 de marzo de 2023, lo hizo en un carretón que él mismo fabricó.
Durante 82 días recorrió las calles de los alrededores de los mercados de Ahuachapán para ofrecer los alimentos, principalmente, a los vendedores pues era su público meta.
En algún momento, también contó con un segundo carretón, pero debido a la alta demanda y que ya no da abasto, actualmente sólo atienden en uno.
Además dejaron de recorrer las calles y se comenzaron a instalar en una de las esquinas opuestas al parque Francisco Menéndez y del Mercado Número II, en la cabecera departamental, hasta donde las personas llegan a buscarlos.
El secreto de su negocio es el precio bajo por cada plato de comida; pero también el sazón que le da la madre de Daniel, quien es la que se encarga de la preparación de los alimentos en su humilde vivienda.
“Mi persona ya ha andado limitado con un dólar en la calle y es raro encontrar algo de a dólar que lo pueda sustentar a uno. Viendo también las posibilidades que tenían algunos vendedores dentro del mercado, por eso surgió la iniciativa, para ayudarlos a ellos. Lo mismo decían ellos, que a veces no habían vendido y bastantes se limitaban a comer porque los platillos ya están variando (a) más caros porque, lógicamente como se conoce, las cosas están demasiado caras”, explicó Daniel Arquímides Juárez Santos.
Arduo trabajo
Chile relleno, pacayas forradas, tortitas de papa, ejotes envueltos, pollo con verduras, mojarra frita y pollo dorado, son algunos de los platillos que la familia de Daniel ofrece. Van acompañados de una porción grande de arroz, ensalada (fresca o pic-nic) y dos tortillas.
El precio base es de $1; pero hay personas que piden más porciones por lo que puede llegar hasta $1.50.
La jornada laboral para la familia inicia desde muy temprano ya que, por ejemplo, el joven debe de estar en el mercado a las 5:40 de la mañana para recibir el pollo que es preparado en el emprendimiento.
A las 6:30 de la mañana comienzan a cocinar ya que son 75 libras de pollo y 25 de arroz las que preparan a diario. A eso se le suma las ensaladas y otros platillos.
Lea también: Veinticinco municipios son los principales receptores de remesas en El Salvador
A las 11:00 de la mañana, lo más tarde, ya están instalados en la esquina del parque. A esa hora, las personas comienzan hacer fila para adquirir un plato de comida a dólar.
Basta un par de horas para que el producto sea terminado debido a la demanda que tienen, ya no únicamente de comerciantes de los mercados sino también de trabajadores de empresas aledañas que se enteraron de la iniciativa.
Pero la jornada no finaliza ahí. Tras terminar la venta, guardar y lavar los artículos que utilizan, el joven se encarga de comprar otros insumos que necesitará al día siguiente. Su jornada termina entre 6:00 de la tarde y 7:00 de la noche.
El emprendimiento comenzó con Daniel, su madre y hermanos; pero la demanda de comida que tienen a la fecha ha generado la creación de fuentes de trabajo ya que ahora son ocho personas, en total, las que se encargan de la preparación y comercialización de los alimentos.
El ahuachapaneco está consciente de que cada día está aumentando el número de personas que buscan sus platos económicos, por lo que se han puesto un objetivo para cubrir la demanda: “equipar un restaurante económico de la mejor calidad”.
Dolinda Santos, madre de Daniel y encargada de darle el sazón a la comida, comentó que una de las razones que llevaron a implementar la iniciativa es generar ingresos que ayudaran a cubrir los gastos que requiere uno de sus hijos, que cursa quinto año de la carrera de enfermería.
Reconoció que mantener el emprendimiento no ha sido fácil, no por el trabajo que implica, si no que por los comentarios que algunas personas han realizado, cuestionando el porqué venden el plato de comida a dólar.
“Mi satisfacción es que somos más los buenos que los que pensamos mal. Me entristece saber que hay personas que piensan mal, como siempre. Quisiera que esas personas conocieran más de las situaciones de cada familia, que puedan ver las necesidades, del porqué las personas se arriesgan a invertir lo poco que tienen. Nosotros tenemos una pequeña tienda, es lo que estamos sacrificando, las ganancias de la tienda, para invertirlas en este nuevo negocio. Esperamos crecer y algún día poder servirle con más eficiencia a las personas”, dijo Dolinda.