Tras cuatro años de haber egresado de la carrera de licenciatura en Trabajo Social, y no encontrar una oportunidad laboral en el sector público o privado, pese a varios intentos, Kenia Guadalupe Umaña decidió unirse al trabajo de la carpintería junto a su esposo en la zona rural del distrito de Lislique en La Unión Norte.
De acuerdo con la joven, no se le dio la oportunidad de trabajar en hospitales u otro lugar donde pueda ejercer su carrera, por ese motivo se animó aprender algunas tareas de la carpintería que tienen con su esposo en la casa de habitación.
“Como no he tenido el apoyo o la suerte de encontrar un empleo de lo que estudié busqué empleo en hospitales y alcaldías, entonces empecé aprender a pasar la lija, pintar con barniz los muebles y otros oficios con los que ayudo a mi esposo en la carpintería; hemos tenido bastante aceptación con los trabajos de hace nuevos muebles o reparaciones con los clientes en la zona”, agregó Umaña.
Kenia dice que su esposo la ha motivado mucho para que vaya aprendiendo el oficio de la carpintería, y es algo que a ellos les está ayudando como la principal fuente de ingresos económicos para el hogar.
Víctor Calderón González, de 34 años, originario de San Vicente, dijo que conoció a su esposa cuando él trabajaba en una alcaldía en San Vicente, y ella estaba en esa zona haciendo el trabajo social en esa misma zona.
“Lo de la carpintería lo aprendí desde pequeño un oficio que mi padre me ha enseñado; con los pocos recursos que tenía empecé a tener mi pequeño taller de carpintería en mi zona donde soy originario y luego me trasladé al lugar donde es originaria mi esposa; ambos estamos sacando éste pequeño negocio familiar”, agregó Calderón González.
Datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) indican que al menos 10,048 salvadoreños cayeron en 2023 en las filas del desempleo. La población desocupada aumentó un 6.6 % en comparación con los 151,352 reportados en 2022, cuando la tasa de desempleo fue de 5.05 %.
" Mi esposa es licenciada, pero lastimosamente desde que se graduó no ha encontrado ningún trabajo, pero gracias a Dios con mi oficio vamos sobreviviendo; ella está aprendiendo y entre los dos estamos sacando adelante este negocio".
Víctor Calderón González