La muerte de Flor Idalia Hernández Salgado,tras dar a luz a cuarto hijo en el cantón Tapesquillo Abajo del municipio de Jucuapa, departamento de Usulután, asistida por una partera, revive la polémica sobre el rol de ellas en el área rural; esto pese a que ejercer esa labor fue limitado por las autoridades de salud, de acuerdo a explicaciones del personal de Salud.
El parto anterior de Flor Idalia, de 27 años de edad, fue atendido por la misma partera, sin que hubiese complicaciones. Sin embargo, en el cuarto embarazo había una advertencia médica para la gestante; de acuerdo al relato de la familia de la fallecida.
El esposo de Flor Idalia relató que en una ultrasonografía hecha un mes atrás le diagnosticaron placenta previa, una condición médica que obstaculiza la salida del bebé, pese a ello la mujer decidió rechazar la asistencia médica y dar a luz en la casa, con la ayuda de la partera.
La decisión de la embarazada también fue fortalecida por sus convicciones religiosas, según ha relatado la familia; que además asegura que el permiso de esa partera había sido revocado.
La familia quiere saber qué ocurrió en el proceso del parto, porque en ese momento Flor Idalia estuvo sola con la matrona; y lo último que supieron fue que ella salió huyendo de la casa de la fallecida. La labor de parto inició el viernes 29 de marzo, horas después murió.
Cuando el esposo llegó con el personal de Comandos de Salvamento encontró al bebé aún atado al cordón umbilical con la madre; ella ya había fallecido, relatan.
En el área rural, las parteras son el recurso para asistencia de partos que se rehúsan a desaparecer por diferentes motivos, entre ellos se menciona la falta de confianza al servicio nacional de salud, el maltrato del personal hacia las pacientes, motivos religiosos y por falta de orientación.
En 2009,a partir de la reforma de salud, los partos atendidos por matronas disminuyeron significativamente, debido a los esfuerzos por incrementar los partos hospitalarios.
Y en el oriente del país en el departamento de San Miguel, los distritos de Sesori, Ciudad Barrios, San Luis de la Reyna, Nuevo Edén de San Juan, San Gerardo, San Antonio del Mosco entre otros, al igual que en Morazán y Usulután, desde hace aproximadamente 5 años las parteras ya no tienen permiso de asistir nacimientos en casa, según información de promotores de salud.
Esta labor recae ahora en los promotores de salud, cuyo trabajo es llevar los seguimientos sobre Planificación Familiar, control de embarazo, control de niño sano; pero cuando algunas madres se rehúsan a la atención deben firmar la exoneración, donde el personal de salud no se hace responsable por cualquier cosa que le suceda al paciente por no tratarse adecuadamente.
Los padres de la Flor Idalia suponen que su hija sí firmó esa exoneración; aunque ellos nunca vieron el documento o algo que les diera la certeza de la decisión de ella. Pero tanto ellos, como el esposo de la embarazada, aseguran que sí recibió visitas de los promotores de salud.
Ellos también explicaron que su hija se negó a ser llevada a un centro asistencial debido a que recientemente se unió a una iglesia denominada “La Fe en Jesús”, la cual no le permitía la asistencia médica o que el parto fuera atendido por “hombres” debido a que “solo debía verla su esposo”, señalaron.
En el año 2011, en esas zonas se impulsó un programa de gobierno denominado “Red Solidaria”, con enfoque al desarrollo rural, en el programa a las mujeres se les concientizaba sobre todas la prevención en salud, cuidado de la embarazada, partos y otros; aunque el programa caducó las charlas se siguen impulsando con educadores de salud, según explicó personal de Salud.
Sin embargo, en la memoria reciente de los residentes de esa zona resuena el caso de Alondra Amaya, cuya familia denunció la muerte de la joven, tras haber sido sometida a una cesárea en julio del año pasado, en el hospital San Juan de Dios, de San Miguel. La familia denunció que fue un caso de mala praxis, y tras la divulgación de la información a través de redes sociales, el Ministerio de Salud reaccionó al caso sancionando a médicos; lo cual también causó que el gremio médico reaccionara.
“En el país no tenemos un servicio de salud de calidad, creo que hasta que no haya clínicas rurales con buen servicio, personal amable y responsabilidad y humanismo en las cirugías, hasta entonces podremos decir que tenemos un sistema de salud humano y adecuado las mujeres dejaran de acudir a las parteras,” opinó Julia Carranza, habitante de Jucuapa.
El 5 de mayo de 2023 en un post en redes sociales, la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, felicitó a las parteras por lo que cataloga una profesión que se ha institucionalizado como parte del modelo materno-infantil que se desea emplear en el país. “Tenemos el objetivo de desarrollar un programa académico que nos permita habilitar esta especialidad en El Salvador, como ya lo hacen otros países en el mundo”, detalló la Primera Dama.
Exhuman cadáver de recién nacido porque familia sospecha negligencia médica