El Salvador ha experimentado una baja muy significativa en sus reservas internacionales y son “insuficientes” para enfrentar una emergencia externa o crisis económica global. Así lo advirtió este miércoles el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia al presentar su cuarto informe sobre la situación del país en el 2022 y perspectiva 2023.
Según el investigador Claudio de la Rosa, las reservas actuales no cubren el mínimo de tres meses de importaciones que internacionalmente se considera como requisito mínimo y se han reducido cada año desde diciembre del 2019, cuando cubrían 4.1 meses. Por ejemplo, las importaciones en diciembre del 2022 fueron de $1,267.2 y al sumarlo por dos da como resultado $2,534.4, el cual podría considerarse como el monto de reserva.
“Cuando disminuyen las reservas internacionales, generalmente tendemos a ver solamente cuánto tenemos de reserva”, dijo De Rosa, pero explicó que no debería ser así porque lo que se tiene que hacer es comparar estas con el número de meses de importación que se puede financiar. En ese sentido, subrayó que como resultado de eso “tenemos un nivel de reserva que no cubre el mínimo como lo sugieren organismos internacionales”.
De hecho, el informe señala la reducción de éstas hasta diciembre del 2022 cuando solo cubrían 1.9 meses de importación, dado el fuerte aumento de las importaciones. “Las exportaciones aumentan, si, pero a un ritmo mucho menor”, expuso el especialista.
No obstante, el experto hizo una excepción en 2020, que es el nivel más bajo de los últimos 16 años, cuando se tuvieron 2.9 meses de importación en 2006. Entonces, esto hay que mirarlo “con mucha atención”, apuntó el economista.
Cabe destacar que esto coincide con las observaciones que hizo la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras finalizar su reciente visita al país.
Reservas han caído, según FMI
Al hablar de las vulneraciones del 2022, el Fondo estimó que el déficit de cuenta corriente creció hasta alrededor del 8 por ciento del PIB, debido al debilitamiento de los términos de intercambio y al crecimiento del volumen de las importaciones.
“Aunque el déficit fiscal global se redujo a alrededor de 2.5 por ciento del PIB, las reservas internacionales han caído a cerca de 2 meses de importaciones y el saldo de deuda interna de corto plazo se ubica en 8¾ por ciento del PIB”, dice la declaración del organismo.
Añade que con el pago de un eurobono en enero de 2023, “los diferenciales del Indicador de Bono de Mercados Emergentes (EMBI) han seguido bajando”.
Esto porque de los $800 millones en bonos que pagó el gobierno de Bukele el 24 de enero pasado, $360 millones fueron tomados de los Derechos especiales de Giro, un dinero que el Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó al país en agosto de 2021 para que aumentaran sus reservas internacionales y lograran hacer frente a los gastos derivados de la pandemia.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), en 2021 el saldo de las reservas internacionales netas fue de $3,342.3 millones, pero a diciembre 2022, este monto se redujo a $2,440.4 millones, es decir, $902 millones menos en un año.
Coherente con alertas del 2020
La economista Tatiana Marroquín hizo un análisis de tal informe y reafirmó la advertencia. En ese sentido, ella recalcó que ya está establecido que la medición de las reservas sea la cobertura de tres meses, ya que con esto “se mide la solidez de éstas”.
Además, la experta manifestó que este es un criterio común a nivel internacional y es muy coherente con las alertas que se han estado dando desde el 2020 cuando el gobierno salvadoreño decidió utilizar las reservas internacionales como mecanismo de endeudamiento.
Luego de eso, ella ahondó en el impacto que tiene la baja de dichas reservas para el país, pues diferencia de otras naciones, la única fuente de liquidez que tiene El Salvador, es el sector bancario, puesto que ahí están principalmente sus reservas. Es decir, “ ese monto que se le exige a los bancos que tengan como reserva de liquidez”, explicó.
Ante esta realidad, Marroquín manifestó que con la disminución de esta reservas también se traslada ese riesgo al sistema financiero.
“Desde un análisis macro se advierte que no pueden cubrir tres meses de exportaciones, pero al ver esto desde la sostenibilidad del sistema financiero hay más riesgos porque en caso de crisis, que esperamos que no pase, el sistema tendría menos posibilidad de responder a estará crisis”, subrayó.
Según especialistas, el país se está viendo algunos elementos agudizados de la crisis económica permanente que se ve en la economía. En esa dirección, Marroquín precisó en algunas cosas que podrían ocurrir ante una emergencia, entre estas mencionó el impago de deuda.
“Que las personas no puedan pagar sus deudas con los bancos, o que los flujos de liquidez que tengan los bancos puedan hacerse más escasos y puedan tener problemas para enfrentar salidas de liquez. Es decir, que la gente saque sus ahorros”, ejemplificó. Marroquín indicó que por esa razón es necesario tener delimitado que las entidades bancarias sepan cuanto riesgo conlleva tener poca liquidez y que se mezcla con otros riesgos del sistema financiero.
“Un impago masivo de créditos podría llevar a un problema de liquidez y se encontraría con un sistema financiero muchísimo más débil que hace tres años”, concluyó