La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) desarrolló un conversatorio para analizar el panorama al cual se podrían enfrentar los periodistas salvadoreños tras la reelección del actual mandatario Nayib Bukele, proceso en el cual se registraron al menos 200 agresiones directas contra periodistas de nacionales y extranjeros.
Natalia Borrero, coordinadora de alianzas estratégicas en FLIP, señaló que actualmente El Salvador se ha convertido en un país “donde todos caminan seguros, pero hablan con miedo si es que hablan”.
La presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Angélica Cárcamo, sostuvo que las agresiones comenzaron a registrarse los días previos, incrementando el día de la votación y en el periodo de escrutinio voto por voto desarrollado en el gimnasio Adolfo Pineda, en el cual se dio un espacio privilegiado a los medios ligados a gobierno, así como los denominados influencer que se han dedicado a difundir propaganda sin hacer uso del análisis.
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Cárcamo detalló que la mayoría de estas afectaciones denunciadas tienen que ver con las restricciones a los periodistas. “En las próximas elecciones tendremos un escenario igual de hostil”, expresó la presidenta de APES, aunque cree que podrían haber variaciones debido a que las elecciones municipales no tienen el mismo peso que las presidenciales y legislativas.
“No es lo mismo atacar a un periodista que está solito a que ataquen a un colectivo, el documentar es importante estamos frente a una lucha de narrativas, es importante tratar de contrastar lo que estamos contando”, recalcó Cárcamo a través del conversatorio.
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Para APES es fundamental analizar los patrones de comportamiento del presidente y sus funcionarios debido a que El Salvador podría estar encaminado a “un escenario similar al que se vive en Nicaragua o en Venezuela, no son tiempos fáciles”.
Juan Diego Quesada, periodista de El País, sostiene que la modalidad de comunicación del mandatario le ha hecho ganar fama y reconocimiento a nivel internacional valiéndose de influencer extranjeros de los cuales “no tengo pruebas, pero tampoco dudas” que han visitado el territorio durante el periodo electoral debido a convenios con el gobierno local.
Quesada sostiene que “este poder que ha acumulado Bukele se podría ocupar para desarrollar el país e introducirlo a un estadio de bienestar, pero por el camino que está desarrollando el ataque a la prensa no creo que se vaya a usar de manera positiva” argumentando que “no creo que se vaya a usar de una forma en la que mejore la calidad de vida de los derechos humanos hay una continúa violación al debido proceso”.