¡Un último paso para una mejor experiencia!

Para brindarte un servicio más ágil y personalizado, necesitamos que completes tu información de facturación.

Actualizar mis datos

Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER Donald Trump|Fotomultas|Minería|Torneo Clausura 2025|Espectáculos

Roberto Reyes, el joven con síndrome de Down que obtiene el título como licenciado en Educación

Tenacidad y perseverancia son dos valores que lo definen. Además de su título universitario, le gustan los idiomas e imparte talleres motivacionales.

Por Xiomara Alfaro | Mar 31, 2025- 04:00

Roberto Reyes es  licenciado en ciencias de la educación, graduado de la Universidad Pedagógica de El Salvador. Foto: EDH/ Emerson Del Cid
Roberto Reyes es licenciado en ciencias de la educación, graduado de la Universidad Pedagógica de El Salvador. Foto: EDH/ Emerson Del Cid

En un mundo donde los desafíos pueden parecer insuperables, Roberto Arturo Reyes ha demostrado que con perseverancia, tenacidad y el apoyo incondicional de la familia todo es posible. Con 29 años y un título en Educación, con especialidad en educación básica, su historia es un testimonio de lucha y dedicación.

Desde muy pequeño, explica que enfrentó dificultades debido a su nacimiento prematuro y su diagnóstico de Síndrome Down, condición que no ha sido un impedimento para establecer sus propios proyectos de vida y alcanzar sus metas. 

Haber obtenido su título universitario ha sido uno de sus más grandes logros, un proceso de formación en el que el apoyo de sus padres, Leticia y Arturo Reyes, docente universitario, ha tenido un valor incalculable, al igual que el de sus maestras, una de ellas Beatriz.

Lee también: Abigail, de cajera en una gasolinera a becada en universidad de España

Beatriz ahora también licenciada en educación llegó a cuidarlo cuando aún era muy pequeño, la empatía y complicidad entre ambos ha creado un fuerte vínculo entre ellos, al grado que Roberto la reconoce como su hermana.

EDC Roberto Sanchez persona con sindrome down licenciada en ciencias de la educacion
Roberto Reyes junto a sus padres Leticia y Arturo Reyes. Foto: EDH/ Emerson Del Cid

"Mi mayor sueño es incentivar a los niños y formar sonrisas. Con amor, todo se puede", expresa Roberto con entusiasmo.

Actualmente, el joven imparte talleres motivacionales dirigidos a niños y jóvenes, donde comparte su experiencia y fomenta la integración, la perseverancia y el autoestima. Forma parte del equipo de  comunicaciones de EducAid, una organización que trabaja con la cooperación italiana y está dedicada a la innovación social y la educación inclusiva. 

Roberto Reyes durante lanzamiento de la campaña "Yo Puedo" de EdacAid El Salvador. Foto Cortesía.

Para abril, los tres talleres están dirigidos a tres segmentos: empresarios, personas con discapacidad y educadores. 

Educación: un camino con obstáculos

Su madre explica que su educación no fue fácil. Desde su infancia, recibió terapias especializadas para fortalecer su desarrollo, enfrentó rechazos en instituciones educativas y tuvo que demostrar constantemente su capacidad académica.

Su determinación lo llevó a graduarse en la Universidad Pedagógica de El Salvador  el 25 de enero de 2022.

Puede leer:  Roberto Vaquero venció las barreras de la discapacidad y destaca en pintura y ajedrez

Además de su vocación educativa, Roberto disfruta de la lectura, el ejercicio y la música. Asimismo destaca el papel fundamental de su familia en su vida, especialmente sus padres, con quienes comparte momentos de aprendizaje y crecimiento.

Uno de los momentos que más disfruta junto a su madre es la lectura, confiesa. 

EDC Roberto Sánchez persona con síndrome Down licenciada en ciencias de la educación
Uno de los pasatiempos es resolver cubos Rubik. Foto: EDH/ Emerson Del Cid

De ella también aprendió los mejores pasos de baile. "De papá aprendí a bailar el Carnaval de San Miguel", resalta en medio de sonrisas que denotan complicidad.

Su mensaje para los jóvenes con discapacidad es claro: "Con perseverancia, integración y educación, todo es posible. Podemos formarnos, superar las dificultades y seguir adelante".

Un entorno de apoyo, clave para su desarrollo 

Desde sus primeros años escolares, Roberto mostró una gran disposición para aprender, no obstante ha tenido que enfrentar un camino de obstáculos. 

Su familia tuvo que luchar contra la falta de inclusión en instituciones educativas y recurrir al Ministerio de Educación para encontrar una institución que le brindara la oportunidad de estudiar. Con el estímulo y motivación de sus seres queridos Roberto ha podido superar muchas de las barreras que enfrentan las personas con discapacidad.

Su determinación también lo ha llevado a aprender varios idiomas y a participar en proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad.

Ha obtenido diplomas por sus estudios en mandarín y Lenguaje de señalas salvadoreño (Lessa), y de manera autodidacta ha aprendido el inglés.

En su casa también ha instalado su oficina, un espacio adecuado con estantes donde colocar sus libros, diplomas y otros reconocimientos.

"Ha sido una vida de esfuerzo y dedicación, en un entorno de apoyo, clave para su desarrollo”, manifiesta su padre.

 Arturo explica que como familia han tenido que enfrentar la falta de políticas públicas efectivas que promuevan la integración social de las personas con discapacidad. 

Explica además cómo la pandemia del Covid-19 representó un retroceso para las personas con discapacidad, y en el caso particular de Roberto, el aislamiento dificultó la socialización, un aspecto clave para su desarrollo.

Roberto Reyes Meléndez, licenciado en Educación básica, junto a representantes de la Agencia Italiana para la Cooperación y Desarrollo, y otros invitados, en lanzamiento de campaña para personas con discapacidad. Foto: EDH/ Xiomara Alfaro

Pese a estas limitantes, Roberto se mantiene en constante crecimiento, uno de sus proyectos a corto plazo es lanzar su canal de Youtube con contenido educativo y motivacional. 

En tanto, sus padres incuban una iniciativa que pueda generar una relación de conveniencia y de conveniencia entre personas con discapacidad que les permita compartir y el intercambio de vivencias. 

Roberto, orgulloso, con su título universitario. Foto: Cortesía

Síndrome de Down: Más allá de la condición genética

El 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome Down, una fecha en la que Naciones Unidas se refiere al acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana, a la enseñanza inclusiva y la investigación adecuada, como vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

El síndrome de Down es una alteración genética que ocurre cuando hay una copia extra del cromosoma 21. Esta condición afecta el desarrollo cognitivo y físico de las personas, pero no define sus capacidades ni sus logros, explica la doctora Santa Romero, genetista, y miembro del Colegio Médico de El Salvador (COLMEDES).

Las personas con síndrome de Down tienen talentos, emociones y sueños como cualquier otra, y su desarrollo depende en gran medida del apoyo familiar, del sistema de salud y de la comunidad en general, añade.

Estimulación temprana

Ante este diagnóstico la estimulación temprana, la fisioterapia y un entorno inclusivo son clave para potenciar las  habilidades de la persona y mejorar su calidad de vida.

Durante un Facebook Live explica que físicamente, una persona con síndrome Down puede presentar rasgos como ojos almendrados, cuello corto y tono muscular bajo.

En cuanto a la salud, acota, pueden enfrentar problemas cardíacos, respiratorios y dificultades cognitivas, condiciones que pueden minimizarse con un seguimiento médico adecuado desde edades tempranas.

"Las personas con síndrome de Down pueden alcanzar autonomía, practicar deportes y desarrollarse plenamente si reciben el apoyo necesario", apunta, en tanto añade que con el respaldo adecuado alcanzan una vida plena, enriqueciendo y llenando de amor a quienes los rodean.

Naciones Unidas señala que la incidencia estimada de esta condición a nivel mundial es de 1 por cada mil y 1 por cada 1,100 recién nacidos.

Siga leyendo: De la pandemia a la oportunidad: 18 Jóvenes con discapacidad aprenden a reparar sillas de ruedas

Señala además que los avances sociales y en términos médicos han mejorado la calidad de vida de los pacientes, actualmente cerca del 80 % de los adultos que lo padecen superan los  50 años de edad.

"Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de  vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva  u otros sistemas de apoyo basados en comunidades", publica la ONU en su portal web.  

MÁS SOBRE ESTE TEMA

KEYWORDS

Comunidades El Salvador Historias Humanas Jóvenes Personas Con Discapacidad Salvadoreños Destacados Ver Comentarios

Patrocinado por Taboola

Te puede interesar

Ver más artículos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad