El sucidio es acto evitable a pesar de los múltiples factores que pudieran inducir a las personas a tomar dicha decisión, como las enfermedades mentales (depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia), el abuso de sustancias, el sometimiento a situaciones estresantes, la pérdida del trabajo e, incluso, la separación de la pareja.
El trabajo de prevención y de identificación de dicha inclinación inicia con lo que pudiera ser una simple pregunta: ¿cómo ha sido su estado de ánimo últimamente?
Dichas situaciones fueron planteadas durante una transmisión en Facebook que realizó el Colegio Médico de El Salvador sobre el tema de la depresión y el suicidio. El exponente fue el médico psiquiatra Jesús Martínez Jurado.
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que en la región de las Américas se notificó un promedio de 98,000 suicidios al año entre 2015 y 2019, siendo la tasa de suicidio en América del Norte y el Caribe no hispano superior a la tasa regional.
El 79% de los suicidios en la región ocurren en hombres.
“La tasa de suicidio ajustada por edad entre los varones es más de tres veces superior a la de las mujeres”, indicó la OPS en un reporte sobre la prevención del suicidio.
“Entre los principales trastornos que se atienden en la psiquiatría están la depresión y la ansiedad. Se estima, por ejemplo, que entre el 10 y 20% de la población mundial padece un trastorno mental y uno de los principales diagnósticos es la depresión”, expresó el doctor Martínez Jurado.
El médico salvadoreño señaló que uno de los factores que aumenta el riesgo de suicidio es haber tenido un intento previo.
Además de que es un mito decir que las personas que han pensado en quitarse la vida no lo van a manifestar. Otro mito es pensar que si alguna persona le pregunta a otra directamente sobre sus intenciones suicidas, se va a inducir a dicho acto.
“Mucho se dice que hay quienes realizan un acto suicida por llamar la atención, pero puede ser muy peligroso tener esa consideración porque, aunque es el menor de los casos, las personas deben tener mucho sufrimiento como para poder intentar cambiar una situación realizando un acto como este”, reflexionó durante su intervención.
La OPS señaló que cada año más de 703,000 personas se quitan la vida en el mundo tras numerosos intentos. La cifra representa una muerte cada 40 segundos en dicha circunstancia, según la Organización.
Agregó que el suicidio es un problema de salud pública importante; pero que a menudo está descuidado. A lo que se suma que está rodeado de estigmas, mitos y tabúes.
Prevención oportuna
Al igual que el doctor Martínez, la institución señaló que los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo.
Una mujer originaria de Ahuachapán habló, en el 2022, con El Diario de Hoy sobre los pensamientos que ha tenido desde los 12 años de edad sobre acabar con su vida luego que un amigo de su familia la violó. A sus 37 años, continúa viviendo con el temor de ser estigmatizada y de que las personas sientan lástima por lo que vivió, por lo que generalmente opta por no hablar del tema.
La familia más cercana supo de la situación; pero han tratado de vivir como que nunca ocurrió la violación.
“Se lo conté a mi hermana; me dijo que ocupara mi mente en algo”, relató la ahuachapaneca, quien hasta en el 2019 buscó ayuda con un psicólogo en Santa Ana; pero abandonó el apoyo porque no se sentía cómoda.
El médico psiquiatra señaló que hay signos que deben alertar a las personas sobre las intenciones suicidas de otros.
Por ejemplo, se debe estar a la expectativa si hay cambios de conducta, si la persona se vuelve más retraída, callada, triste y que ya no se involucra en las actividades que antes le gustaba realizar. Además, si está más irritable, triste; pero sobre todo si señala expresamente que “ya no quiero vivir o mejor me mato”.
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Recomendaciones
“Una de las cosas que debemos hacer es poder escuchar sin críticas. Acompañar a las personas requiere tolerar eso que puede ser problemático, doloroso. No menospreciar ni descalificar lo que las personas están expresando, están sintiendo, más bien preguntar por qué dice eso”, dijo el médico salvadoreño.
Señaló que la recomendación al presentar todas alarmas es buscar ayuda profesional, acudiendo a los servicios de salud mental, ya sea público o privado.
En ellos podrá recibir un tratamiento combinado, que incluya una atención psicoterapéutica donde la persona podrá hablar de sus problemas, sentimientos, pensamientos y hacer ver lo que le está afectado.
Los profesionales determinarán si la persona requiere de una atención farmacológica.
“El suicidio se puede prevenir, que no se debe despreciar ninguna comunicación respecto al suicidio, que no se le debe decir a la persona ‘dejá de estar pensando estas cosas’. Más bien hay que darle la importancia debida para hacer la prevención a este tipo de hechos”, dice el especialista.
“No tengamos el estigma de que alguien que va al psiquiatra, al psicólogo es porque es débil, está loco, es porque le suceden cosas que a nadie más le sucede. Al contrario, hay mucha ayuda, muchas estrategias que se pueden utilizar para que las personas podamos sentirnos mejor”, enfatizó.
Consideró que no se pueden evitar los malestares cotidianos, “pero sí los podemos llevar mejor. Instaurar las ganas de vivir es un trabajo que no solamente hacemos los profesionales de la salud; sino que tenemos que trabajar de la mano con las personas y los seres queridos para ayudarles”, dijo el doctor Martínez.
Cómo golpea a jóvenes
La OPS señaló que el suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas. Las personas de 45 a 59 años tienen la tasa de suicidio más alta de la región, seguidas por las de 70 años o más.
Mientras que la Comisión The Lancet, revista británica que publica estudios especializados en diferentes rubros de la medicina, indicó, en el 2022, que las estimaciones recientes sugieren que una de cada ocho personas, cerca de mil millones de personas en todo el mundo, viven con una enfermedad mental y que dicha situación aumenta a uno de cada siete niños de 10 a 19 años. La ahuachapaneca señaló que padece de estrés y ansiedad.
La Comisión aseguró que el estigma puede causar exclusión social y desempoderamiento de las personas con enfermedades mentales que conducen a la discriminación y a las violaciones de los derechos humanos, incluidos los problemas para acceder a la atención médica, desafíos para asegurar el empleo y mayor probabilidad de complicaciones de la salud que conducen a la muerte temprana.
Varias instituciones en el país ofrecen ayuda en salud mental