En El Salvador, pese a determinarse como un Estado laico, aún existen temas basados en creencias religiosas que privan de derechos a sectores de la sociedad. Nubia Lazo, teóloga feminista, describe a ese fenómeno como toma decisiones basadas en creencias individuales o de instituciones fundamentalistas.
La educación sexual y la autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos siguen siendo temas restringidos en el país. Esto a pesar que, según datos de un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador (UNFPA) del 2019, hubo 42 niñas embarazadas por día entre los 10 a 19 años. Las expertas están convencidas que esas realidades pueden cambiar con un mejor acceso a la información.
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Edith Elizondo, defensora de derechos humanos, considera que existe una contradicción en lo que dice la Constitución de la República con lo que defienden quienes tienen poder de decisión sobre este tema. “En la Constitución, El Salvador se reconoce como un Estado laico, pero en la práctica lo que vemos es mucha injerencia por parte de organizaciones que son quienes deciden desde sus creencias”, explicó.
La Constitución, en el artículo 25, dice que: Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá para establecer el estado civil de las personas. Por lo que, según Nubia Lazo, existe una separación entre la iglesia y el Estado.
“Ninguna expresión de espiritualidad y religiosidad puede estar por encima de las demás creencias que tiene el resto de la población”, explicó la teóloga. Además, para Nubia Lazo el incumplimiento de este principio es peligroso porque vulnera derechos de diferentes personas, entre los que ella destaca están: niñas, mujeres, juventudes y la población LGBTIQ+.
Ambas expertas coinciden en que una de las expresiones más claras en las que no se respeta la laicidad del Estado en el país, es la cancelación del “acuerdo” para la creación de contenido con el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) de canal 10, en el que se abordaba la educación sexual.
Esto a pesar de que las expertas consultadas señalan que la educación sexual ayuda a que los niños y niñas aprendan a nombrar las cosas como son y desde ahí puedan comprender que es importante cuidar su cuerpo y que nadie más puede tocarlo ni decidir sobre él.
Si la educación sexual se implementará de formas adecuadas desde temprana edad, esto permitiría reducir las cifras de niñas embarazadas a temprana edad, quienes en su mayoría, son victimas de abuso sexual. Esto teniendo en cuenta que, según un informe de la organización Las Mélidas, la mortalidad materna es una de las principales causas de muerte en adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años.
Las expertas coinciden en que estas decisiones no son coherentes con planteamientos que provienen del oficialismo, particularmente de la oficina de la primera dama, como la Ley Nacer con Cariño cuando se expone a los más pequeños a la desinformación, a niñas obligadas a ser madres, no permitirles a las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y restringir a hablar sobre la diversidad sexual.