La falta de educación sexual es la raíz de un inadecuado tratamiento personal y clínico en el área ginecológica, lamenta el doctor Roberto Montoya, presidente del Colegio Médico.
Desde la etapa de la primera menstruación o menarquia, empiezan, muchas veces, ideas erradas o tabúes sobre el tratamiento personal con las menores de edad.
También, el experto habla sobre la importancia, simultánea al control, de la prevención: “La prevención tiene que venir con educación, con que se respete a sí misma la niña. La falta de educación es la raíz del problema”, advirtió Montoya.
Por ejemplo, la formación sobre el periodo de sangrado, que va desde la menarquia hasta la siguiente menstruación, no necesariamente es un mes como siempre se dice, sino que, pueden ser hasta seis meses y si pasa de un año debe consultarse. Asimismo, el factor de la temporalidad, ya que lo usual es que en los primeros seis meses aparezcan dos menstruaciones y luego se vaya regularizando a una cada mes, o más bien el periodo de 28 a 32 días.
“Debe enseñársele a la niña que desde que tiene mamas, se debe examinar una vez al mes, tres días después de su menstruación”, añade el ginecólogo, por lo que descarta que el autoexamen de mama deba hacerse hasta la adultez.
Como ginecólogo obstetra, su visión es que la sociedad debe informarse desde el área médica para estar preparados para educar a las menores de edad a su cargo, por lo que es importante estar a la alerta de la primera menstruación desde los 12 años, pues el promedio de edad en el país para su llegada es de los 12 a 15 años, dice Montoya.
Lo anterior desde la educación y la vivencia de la prevención, puede llegar desde antes de la primera menstruación, pues el experto explica que a dos años antes de esta, el cuerpo femenino mostrará signos de desarrollo como crecimiento de mamas y la aparición de vello público. Desde entonces la educación sexual será primordial.
Menstruación y emociones
La falta de educación sexual puede llevar a las personas en general a tener ideas erradas sobre la relación entre los días de menstruación y las emociones de la menstruante. Ante esta situación, el ginecólogo explica que no siempre están vinculadas.
“Al ovular, usualmente se está más propicia a la parte física emocional de enamorarse o tener contacto físico, y con la caída de progesterona, suelen haber reacciones un poco elevadas de su carácter, pero que no necesariamente tiene que producirse (…) Sí, hay una relación, pero no es impositiva”, explicó.
Menopausia
La menopausia no es más que la última menstruación de la mujer, no forma parte de ella, como muchas personas creen, síntomas como el cambio de temperatura corporal.
“Alrededor de la menopausia puede haber fenómenos de tipo psíquico, de tipos físicos, etcétera, que se llama ‘climaterio’, que es diferente al momento mismo de la menopausia y que puede ser de entre uno a dos años”, indicó el especialista.
En esta etapa una de las alertas a las que debe estar atenta es que si una mujer llega a la menopausia y un año después o más vuelve a sangrar, está en un alto riesgo de un problema ginecológico serio, incluso de cáncer.
Los chequeos son fundamentales para la salud ginecológica
De la menarquia, al inicio de la vida sexual hasta la menopausia, en todas ellas la mujer debe contar con un tratamiento ginecológico frecuente, determina Montoya: “Como ginecólogos recomendamos que, tras la primera relación sexual llegue también la primera consulta, con ello inicia el escaneo para la citología o a detectar cambios que puedan llevar a cáncer en el cuello de la matriz. Además, comienza a llevarse su récord de menstruaciones”, expresó.
Montoya recomienda realizar cada seis meses un control ginecológico clínico y el autoexamen de mama de forma mensual.
El por qué de la educación
En El Salvador, los censos y estudios más recientes confirman que más de la mitad de la población son mujeres.
En el país hay 3,468.951 mujeres, el 8.95% es adolescente y más del 17% supera los 40 años de edad. En todas las etapas de la vida , la salud ginecológica es importante, pero poco se habla de las necesidades que ocurren cuando inicia la etapa de la menstruación o cuando este va finalizando, de cara a la menopausia. Por tanto, tal como dijo Montonya, falta educación sexual para garantizar mejores condiciones de salud en las mujeres de El Salvador.