El bono de $75 entregado a los agricultores a mediados de mayo por el Ministerio de Agricultura ha generado una ola de descontento e incertidumbre debido a que el monto asignado se puede canjear por una menor cantidad de productos que el paquete que se entregaba en administraciones anteriores.
José Ángel Coto, presidente de la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (Confras), señaló que esta “era una problemática que veíamos venir. El bono agrícola perjudica aún más al agricultor, porque que son $75 para nosotros el paquete que antes se entregaba rondaba aproximadamente los $110 o $120 según los precios del mercado en fertilizantes y semillas, con esta medida dan menos fondos”, argumentando que declaraciones en días previos habían generado disgusto entre las autoridades del Ministerio de Agricultura.
Se espera que más de un millón de agricultores de subsistencia puedan recibir este beneficio, la tarjeta puede ser canjeada exclusivamente en los agroservicios autorizados por el gobierno. Al momento de recibirla los productores deben decidir qué paquete de insumos quieren recibir.
Aproximadamente siete días después de la primera entrega, Coto denunció que en la zona occidental del país ya se habían registrado inconvenientes e irregularidades. “Los agroservicios se están quedando sin producto, que va pasar con el agricultor que todavía no ha ido a retirar su bono, no tendrán capacidad para abastecer”, señaló afirmando que en algunos casos, los agroservicios han ofrecido a los productores comprarles la tarjeta de beneficio por $50.
“Yo dije en este espacio que quienes, ahora, les está yendo bien en este gobierno, son a los grandes empresarios y a nosotros los agricultores nos está yendo mal, siempre nos ha ido mal, pero ahora estamos peor”, agregó el presidente de la gremial.
Tomando en cuenta la fecha en la que los beneficiarios recibieron su tarjeta, tienen un lapso promedio de 60 días para retirar su producto, plazo que puede verse afectado por la escasez de insumos en los puntos asignado, es necesario recalcar que los cultivos tienen tiempos fijos en los que deben ser aplicados los fertilizantes y otros insumos.
Las deudas de los cuatro ministros de Agricultura de este gobierno
Un ministro por año
No contar con políticas claras y a largo plazo ha sido un factor clave en el declive de los productores salvadoreños debido a que en el último quinquenio solo el Ministerio de Agricultura ha visto desfilar cinco titulares para dicha cartera.
Cada uno de los funcionarios ha destinado recursos para iniciar proyectos alejados a los trabajos que dejó el funcionario anterior.
Para Confras “no hay políticas que vengan a fortalecer este sector, estamos ahora en una situación que nos están llevando a ser consumidores, que el agricultor no siembra no significa que no va haber maíz si están entrando grandes cantidades de maíz de otros países”, señaló.
Según observaciones realizadas por la gremial “Estados Unidos subsidia al agricultor en un 75% a nosotros ni un 5%”, señalando que se tiene registro de grandes cantidades de maíz importado de este país.
Una de las peticiones del sector son las facilidades de créditos. “Nosotros necesitamos créditos, que el gobierno apoye con políticas, cuando había esta pequeña fuente (créditos) en 2016 y 2017 de gobiernos anteriores los agricultores tuvieron la capacidad de abastecer todo el maíz que se consumía”, afirmó.
Al no contar con planes de desarrollo se obliga a los pequeños agricultores a dejar de producir debido a que no es viable e incluso buscar migrar del país, según detalló Confras, “es el Ministerio que debería estar más fortalecido porque está a la par de las personas que producen alimentos para el país”.
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Compra de semilla
“Lo que vemos aquí es que hay todo un juego, los agroservicios le compran variedad de semillas a los grandes importadores, ellos le compran a las transnacionales Bayer, Monsanto, ahora el beneficiado con este cambio de paquetes agrícolas son agroservicios específicos”, señaló el representante de la gremial.
Previamente los paquetes entregados tenían semilla desarrollada a nivel nacional por el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA).
La semilla H59 de maíz era una de las producidas principalmente por cooperativas que abastecen al gobierno, al no ser adquirida la semilla directamente con ellos se afecta a los trabajadores de estos grupos.
“Quién va sufrir aún más es el agricultor que trabajaba en las tierras de la cooperativa”, concluyó Coto.