La calidad y las características del café no solo dependen de su cultivo, sino también de factores genéticos que determinan el sabor, la resistencia a enfermedades y su rendimiento. En la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador (UES), un equipo de investigadores ha puesto el ADN del café bajo el microscopio para desentrañar sus secretos.
Pero, ¿qué es el ADN y por qué importa en el café? El ADN (ácido desoxirribonucleico) es el portador de la información genética de todos los organismos vivos. En las plantas, como el café, el análisis del ADN permite entender y mejorar aspectos fundamentales, desde la resistencia a enfermedades como la roya hasta el rendimiento del cultivo. Según los investigadores de la UES, el ADN se obtiene de las hojas de las plantas mediante un proceso técnico que involucra nitrógeno líquido y morteros de laboratorio, garantizando que se preserve la calidad genética durante el análisis.
El profesor Raúl Iraheta Villatoro, docente y coordinador del laboratorio de biología molecular del departamento de Fitotecnia en la UES, explica:
"Esta caracterización genética es esencial. Nos ayuda a entender cómo interactúa la biología molecular con los factores de cultivo. Por ejemplo, en el café Cuscatleco, buscamos no sólo su resistencia a la roya, sino también la pureza y calidad de su ADN."
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El proceso comienza en el campo, donde se recolectan hojas frescas de las plantas de café. Estas son llevadas al laboratorio de Fitotecnia, donde los estudiantes, equipados con guantes y gabachas, inician el trabajo científico. Las hojas son trituradas en nitrógeno líquido hasta formar una masa homogénea que permite la extracción del ADN.
"Después de clasificar el fruto, realizamos una caracterización genética con dos marcadores moleculares: el RAPD, que identifica variaciones genéticas, y el SSR, que analiza fragmentos específicos del ADN. Esta metodología permite conocer detalles únicos de cada variedad," comenta el profesor Iraheta.
El café Cuscatleco es una de las variedades que más interés genera en la UES debido a su resistencia a la roya y su alta calidad. Este tipo de análisis también se realiza con otras variedades locales, como el Pacamara, Pacas y Bourbon, en un esfuerzo por conservar y mejorar la producción cafetalera de El Salvador.
La importancia de la investigación
El café es un motor económico para muchos países, especialmente en América Latina. Sin embargo, el cambio climático, la propagación de enfermedades y la demanda de calidad hacen imprescindible el uso de herramientas científicas para garantizar su sostenibilidad.
Estudios similares realizados en Colombia y Brasil destacan que las características genéticas de las plantas de café pueden optimizarse mediante selección asistida por marcadores moleculares. Según la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, estas técnicas han permitido desarrollar variedades más resistentes y con mejor adaptación al estrés hídrico. En El Salvador, estas iniciativas pueden tener un impacto significativo. El análisis de ADN no solo mejora la producción, sino que también ofrece a los caficultores información crucial sobre qué semillas elegir y cómo optimizar sus cultivos.
Variedades y su ADN: una riqueza genética
El café Arábica, por ejemplo, se caracteriza por un sabor suave y dulce, mientras que el Robusta es fuerte, amargo y tiene un alto contenido de cafeína. En contraste, el Excelsa y el Libérica ofrecen perfiles de sabor únicos que van desde notas frutales hasta un aroma ahumado. Estas diferencias, explica el profesor Iraheta, se deben a la variabilidad genética inherente de cada variedad.
En la UES, el enfoque está en el café Cuscatleco, una variedad híbrida que combina resistencia y calidad. Su estudio ha permitido a los investigadores identificar la pureza de su ADN y su capacidad para resistir enfermedades como la roya.
"Estamos evaluando cómo esta variedad puede adaptarse a condiciones cambiantes y si puede ofrecer una alternativa sostenible para los caficultores," añade Iraheta.
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A pesar de las ventajas, esta investigación también enfrenta desafíos. Una posible mutación natural en las plantas podría cambiar las características deseadas con el tiempo, lo que obliga a una monitorización constante. Sin embargo, los beneficios superan con creces las dificultades.
La caracterización genética permite a los caficultores elegir semillas con un mejor rendimiento, mayor resistencia a enfermedades y mejor calidad del grano. Además, el conocimiento generado en estas investigaciones puede ser compartido a través de programas educativos, fortaleciendo la cadena productiva del café en El Salvador.
Por otra parte, la investigación del ADN del café no solo beneficia a los productores locales, sino que posiciona al país como un referente en innovación cafetalera. Proyectos como el llevado a cabo por la UES pueden servir como modelo para otros países productores.
Además, el compromiso de los estudiantes y docentes es evidente en cada paso del proceso. Su entusiasmo por conocer y mejorar el "grano de oro" refleja la importancia cultural y económica del café en el país.
En palabras del profesor Iraheta: "El ADN no solo nos dice de dónde viene el café, sino hacia dónde puede llegar".
El ADN del café como herramienta de innovación
En un artículo publicado en Frontiers in Plant Science, investigadores brasileños destacaron cómo la caracterización genética del café puede ser utilizada para desarrollar cultivos más resistentes al cambio climático . De manera similar, en Etiopía, estudios han identificado marcadores genéticos clave para la conservación de variedades autóctonas, esenciales para mantener la biodiversidad del café.
La UES se une a estos esfuerzos globales, mostrando cómo la ciencia puede ser un aliado fundamental para el futuro del café salvadoreño.