Cuatro profesionales de la educación han brindado sus posturas sobre los retos a los que se enfrentarán los alumnos en 2023 con un regreso completo a las aulas, después de dos años de educación irregular a través de video clases.
Pregunta 5. Desde la pedagogía y basado en experiencias, ¿hay alguna afectación para los alumnos en cuanto a su nivel de concentración, tomando en cuenta que durante dos años estuvieron recibiendo sus lecciones a través de videos o clases virtuales, algunos rodeados de interferencias?
Javier Hernández: Los monitoreos sobre la situación socioemocional del estudiante, del 2020 a la fecha, nos están dando que el estudiante está cada vez menos motivado a permanecer y desempeñarse efectivamente en el aula, pareciera ser que el alumno acude al sistema educativo porque realmente no tiene otra cosa que hacer.
No es una acción de anhelo de superación, no es una acción de alegría por aprender algo nuevo, es una acción educativa que el estudiante la vive por compromiso y que de repente abandonar ese compromiso se le hace muy fácil.
El resultado de todo lo que hemos vivido se traduce en una desmotivación, una desvalorización de la educación.
Sobre todo en el entorno que ha vivido el estudiante tanto en el hogar queriendo convertirlo en un aula, que no se logró, y la institución que inviabilizó la educación.
El sistema educativo realmente se le provocó grandes lesiones que ahora estamos viendo. En el futuro estos estudiantes con limitantes de pre saberes para el grado inmediato superior lo van a pasar muy difícil, y vamos a caer en una frustración o pérdida de alumnos.
Los que vivimos en el aula y en el centro educativo sabemos que las cosas no están bien.
Óscar Picardo: Nosotros identificamos ocho factores que eran críticos entre ellos la conectividad, el ambiente de aprendizaje en la casa, la alfabetización digital del maestro, el equipo o el compartir el equipo entre varios hermanos, el uso de plataformas.
Todo esto era un mapa bastante complejo, pero había uno que nos preocupaba más, que era la bilateralidad, la generación de empatía a través de computadoras.
Ahí puede estar el docente hablando una hora, pero eso no garantiza que el estudiante está aprendiendo. ¿Qué capacidades tiene el docente para generar bilateralidad, empatía, comunicación y aprendizaje en los alumnos?
Cuando estás en clase tienes el contacto humano, en plataformas es muy difícil, a veces los estudiantes están estáticos.
Daniel Rodríguez: Pedagógicamente, los lugares idóneos para recibir las clases son los centros escolares porque tienen las condiciones mínimas para recibir las clases; la mayoría de escuela tiene los instrumentos y materiales didácticos necesarios, no es lo mismo en casa.
No es cuestionar a los papás, aunque muchos son profesionales no pueden enseñarles correctamente lo que reciben, sobre todo cuando son grados superiores. Hay que rescatar que no todo ha sido malo al 100% porque ha habido una parte de auto educación que estaba faltando en el sistema educativo.
Las clases en línea le han permitido que conozcan ese tipo de áreas donde buscar información. La auto educación ha sido muy utilizada en la pandemia, el problema de eso es que muchos padres no tenían la capacidad de ayudar a los estudiantes, sobre todo en la zona rural donde muchos no pueden leer ni escribir.
Pedagógicamente hay cierto aprendizaje, pero nosotros creemos que lo menor es lo que se recibe directamente en la institución que está adecuada para recibir a los estudiantes.
Jorge Villegas: Claro que sí y es que repito hasta el cansancio, la mejor forma de enseñar, y eso desde la Edad Media, es alumnos frente a los docentes o viceversa. Esa es la mejor forma de enseñar y de aprender.
PREGUNTA 6. ¿El sistema educativo está preparado para atender casos especiales de alumnos que no puedan volver a las aulas por diversos factores?