Los bachilleres egresados de instituciones públicas que ingresan a las instituciones de educación superior del país lo hacen con un conocimiento nulo del segundo idioma, así confirmaron al menos cuatro especialistas en la enseñanza del idioma de diferentes universidades privadas de San Salvador. Este dato se vuelve de suma importancia ante la nueva propuesta de ley de Educación Superior, que se analiza en la Asamblea Legislativa.
“De las instituciones públicas, todos coinciden en la misma versión año tras año, todos me dicen que en el instituto les daban inglés, pero lo que los ponían a hacer era a cantar o a ver una película; clase como tal, era bien nulo y todos pasaban aunque no puedan contar hasta diez. Usted dice que cómo pasó la materia (el estudiante) si ni siquiera se sabe los días de la semana, que es algo extremadamente básico, pero se ven esos casos y se ven más frecuentemente en el sector público que privado”.
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De forma nacional, la malla curricular pide a las instituciones que para la formación secundaria y de bachillerato del sector estudiantil se imparta como segundo idioma el inglés.
Esta materia es evaluada en la prueba nacional “Avanzo”, de la que el último informe difundido por el ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología señala que solo se tomó como prueba diagnóstica; y se evidenció que la mayoría de estudiantes del país tienen el nivel más bajo de comprensión del idioma.
“Al hacerlo, los estudiantes podrían alcanzar el nivel B1, el cual les permitiría continuar sus estudios superiores o incorporarse al mundo laboral”, señaló. Asimismo, sugirió metodologías basadas en el enfoque comunicativo.
El Ministerio de Educación destacó como desafío en los resultados de Avanzo 2022 el “optimizar” las 600 horas clase que el plan de estudio de inglés tiene programadas desde 7.° hasta el 11.° grado (o de séptimo a segundo año de bachillerato).
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Para ese año, el 35. 40% de los evaluados se ubicó en el Nivel Pre A1, que representa la categoría de “Novato”; un 15.00 % alcanzó el Subnivel A1 que representa la categoría de “Acceso”; un 25.30 % se ubicó en el Subnivel A2 catalogado por el ministerio como “Plataforma”; un 11.90 % de los estudiantes alcanzó el Subnivel B1 que representa la categoría de “Intermedio” y sólo un 10.70 % de los estudiantes logró llegar al Subnivel B2, catalogado como “Intermedio alto”.
En los siguientes niveles Subnivel C1 “Dominio operativo eficaz” solo accedió el 1.60% y en el de Subnivel C2 “Maestría” solo un 0.10 % de todos los estudiantes.
En la recién propuesta Ley de Educación Superior, en el artículo 40, literal “b” se expone: “Acreditar, como mínimo, el dominio intermedio de un segundo idioma o un nivel mayor de acuerdo con el grado académico o el área del conocimiento en el cual se está obteniendo la titulación”.
Si bien, algunos de los especialistas consultados por el Diario de Hoy manifestaron que la medida sería positiva, también advierten que implicaría recurrir a academias a aquellos estudiantes que por su deficiencia (al menos en el idioma inglés) quieran avanzar en sus estudios profesionales.
“Yo tengo experiencia en dos universidades, en una no piden requisito el inglés, y en otra sí lo piden, la diferencia es que en la que lo piden, curiosamente en su plan de estudios, no incluyen la materia del inglés; pero al final le dicen al alumno que debe pasar cierta certificación para poderse graduar”, señaló uno de los especialistas, quien pidió omitir su nombre y los centros de estudio en los que labora.
“Es positivo, pero falta un poco más de definición metodológica”, determinó el investigador y académico Óscar Picardo Joao en su columna de opinión para El Diario de Hoy.
Para los especialistas, esto podría llevar al sector estudiantil, dependiendo la universidad que elijan, a tener que pagar por academias que les enseñen el idioma para estar al nivel del requisito para obtener el título universitario, que plantea la propuesta de la Ley de Educación Superior presentada por el órgano Ejecutivo.
En el artículo 81 de la propuesta de ley se regula que los estudiantes tienen derecho a recibir una formación “integral”, por lo que manda a las universidades a “desarrollar currículos bajo diferentes modalidades de educación, con articulación entre los niveles educativos que vinculen los programas con el entorno, la internacionalización y el dominio de un segundo idioma”.
Y en el siguiente literal añade “mantener programas integrales y consejerías de acompañamiento a sus estudiantes que permitan su participación activa en todo su proceso de formación”.
Algunas universidades privadas tienen la modalidad de someter a una inducción (de cerca de un mes) a las y los estudiantes de nuevo ingreso, pero una especialista en formación de idiomas de una universidad en San Salvador aseguró que no sería suficiente tiempo para formarlos ante las carencias “de todas las áreas” que presentan.
“Es bien difícil que en un mes ellos puedan nivelarse, porque nosotros tenemos la clase normal de inglés y cuesta hacerlo. Yo creo que tendría que hacer un ciclo completo, pero bien dedicado a eso, el ciclo son cinco meses, se requeriría entonces de una academia”, señaló la experta.
En cambio, para un especialista del idioma inglés no hay un dato exacto del tiempo en que alguien con nulos conocimientos en un idioma pueda alcanzar un nivel intermedio.
“Aprender un idioma es cuestión de habilidades también, todos tenemos la capacidad, pero no la habilidad lingüística para poder aprender otro idioma”, determinó.
Con la ley vigente, los requisitos para optar al título universitario son “haber cursado y aprobado todas las materias del plan de estudios respectivo; haber cumplido con los demás requisitos establecidos en los estatutos y reglamento de graduación de la institución que extenderá el título académico; haber realizado el servicio social; haber cursado y aprobado asignaturas que le acrediten un mínimo de treinta y dos unidades valorativas en la institución que otorgará el grado”.
La propuesta de ley enviada a la Asamblea Legislativa no contempla el procedimiento para evaluar el dominio intermedio del segundo idioma del sector estudiantil.
Actualmente en el país, diferentes universidades privadas cuentan con carreras que se imparten de forma bilingüe, y otras que sus carreras se imparten con énfasis en inglés; esto, aparte de la formación profesional en el idioma.
No exige requisito a docentes
No hay un apartado específico en la propuesta de la nueva ley en que los profesionales de la enseñanza superior deben cumplir con el requisito del dominio de un segundo idioma.
Uno de los especialistas recalcó que en la universidad para la que trabaja, tiene el beneficio para toda la comunidad universitaria que pueden acceder a cursos gratuitos de inglés que son creados por una universidad estadounidense.