El debate sobre la educación sexual en las escuelas ha acaparado la atención de la población en las últimas semanas y expertos de diferentes áreas como salud, educación, derechos humanos y de inclusión, se han pronunciado para externar sus preocupaciones sobre la decisión del gobierno de eliminar contenidos educativos sobre perspectiva de género.
El pasado 27 de febrero, el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, anunció que se había sacado de las escuelas “todo uso o todo rastro de la ideología de género”.
“Todos estos contenidos han sido expulsados de guías, libros y demás materiales educativos (…)”, confirmó el titular de Educación en redes sociales.
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Las declaraciones surgieron posterior al mensaje del presidente Nayib Bukele, durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Estados Unidos, donde aseveró que en El Salvador no se permiten “esas ideologías en las escuelas, ni en los colegios”.
Pero esas palabras generaron una serie de repercusiones, debido a que otras instituciones públicas decidieron acatar la indicación de tajo, entre ellas el Ministerio de Salud, que mandó a retirar todos los folletos informativos en los que se pudiera hablar sobre diversidad sexual, pero también sobre VIH en las unidades de salud y clínicas.
Según expresaron miembros del Movimiento Ampliado LGTBI+, estas instrucciones llegaron a los centros de salud de manera informal, a través de mensajes de textos. Como repercusión directa de esas acciones, el Sistema Básico de Salud Integral (SIBASI) suspendió las reuniones técnicas sobre el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), mismas que servían para realizar monitoreos comunitarios sobre la cantidad de personas infectadas y brindarles información necesaria para su autocuidado. Todas esas medidas fueron realizadas de forma silenciosa y sin dar una explicación.
Se ha buscado la opinión del Ministerio de Salud, a través de la oficina de prensa, pero no se ha obtenido respuesta.
Ante este escenario, El Diario de Hoy ha consultado a diferentes voces expertas para comprender qué implica el cambio, quién educa y orienta a la niñez y adolescentes, si el Gobierno decidió eliminar de la currícula escolar el tema de educación sexual.
Karla Guevara, vocera del Movimiento Ampliado LGTBI+, sostiene que abordar estos temas en las escuelas ayuda a prevenir el abuso y acoso escolar hacia adolescentes, quienes desde una temprana edad expresan preferencias sexuales distintas al resto del grupo, por ejemplo.
“No hablarlo es como que no exista, eso es un grave error porque obviamente permite que la violencia se ejerza en las escuelas hacia los niños y niñas LGBTI, a los adolescentes; tenemos casos de violaciones sexuales, casos de violencia y hay una alta deserción escolar debido al alto bullying que existe en las escuelas y que nadie está regulando”, señaló Guevara.
Para la abogada, el sistema educativo, aunque ha tenido mejoras significativas, aún no cuenta con la educación sexual integral que se necesita. Guevara recalcó que es vital que las políticas de educación estén encaminadas a la inclusión, tolerancia y el respeto a las preferencias expresadas por cada individuo, sin caer en una situación de vulgaridad o contenido explícito para los menores.
Guevara agregó que tanto a nivel nacional como internacional se observa un “discurso de odio” y conductas violentas hacia la comunidad LGTBI, lo cual es preocupante.
“La Constitución dice que la educación de todas las personas le corresponde al Estado mismo y la sociedad, es decir, la educación no es responsabilidad solo del Estado, sino que también de la familia, pero cómo vamos a educar a los padres para que hablen de sexualidad con sus hijos si estamos ocultando en los niños, niñas y adolescentes la sexualidad; es decir, estamos creando futuros padres que no van a hablar con sus hijos (de esos temas) porque no tuvieron esa educación”, indicó Guevara.
Recientemente, Óscar Picardo, director del Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades (CICH), educador e investigador, ha resaltado que desde la perspectiva de las políticas públicas “se debe ser inclusivo, tolerante y respetuoso”.
Y señaló que medidas como las tomadas por el gobierno estigmatizan a las minorías “con una posición política rígida y conservadora”.
A su juicio, podría de una manera indirecta validar el “bullying” en las instituciones educativas y otras manifestaciones de exclusión.
Picardo apuntó que, más allá de sentar una postura oficial a favor o en contra, se debe respetar las identidades “sin estigmatizar, clasificar o excluir”, sino que por el contrario, “no educar desde la perspectiva de género ni tampoco actuar como inquisidor; dejarlo con tolerancia a criterio de las familias”.
Médicos ven retroceso
Por su parte, el presidente del Colegio Médico, doctor Iván Solano Leiva, señaló que las acciones del gobierno hacen retroceder a “aquellos tiempos de inicio de la pandemia por VIH Sida en donde no querían hablar de ello, era un tema tabú la infección por VIH, una educación sexual nula”.
Debido a su campo de experiencia, el infectólogo consideró que la población joven aún tiene mucho desconocimiento sobre la transmisión de enfermedades, por lo que la educación sexual en las escuelas es básica para el control de las mismas.
“La ignorancia en los jóvenes es preocupante. Es importante que tengamos una educación sexual adecuada y acorde a nuestra edad, pero que lo vayamos hablando con nuestros hijos. No podemos darnos golpes de pecho de un puritanismo y decir que la homosexualidad es una enfermedad o que la población LGTBI no debe de existir, pero todos los domingos me congrego, eso es no ser congruente con mis pensamientos o mis creencias religiosas”, cuestionó el médico.
Solano Leiva enfatizó que “si no educamos a la población joven de alguna manera adecuada son potenciales candidatos a infectarse”.
“La detección temprana del VIH es sumamente importante, porque ya tenemos acceso a tratamientos antirretrovirales; el tratamiento antirretroviral evolucionó tanto que ha convertido a la persona portadora del VIH como una con enfermedad crónica que puede vivir con el virus y puede volver a trabajar, seguir estudiando, seguir con las actividades en su vida, pero si inicia un tratamiento temprano”, ejemplificó.
Sin embargo, el médico indicó que si la persona desconoce que tiene VIH y pertenece a la población LGTBI o tiene múltiples parejas sexuales, la enfermedad va a ir progresando y aparte del daño que puede ocasionar al infectar a otras personas, la salud de esa persona se va deteriorando progresivamente y se va a venir a dar cuenta cuando ya tenga una condición avanzada.
Además, Solano Leiva expuso que el embarazo en adolescentes aún se reporta en edades muy tempranas, “por lo que es fundamental hablar sobre protección y prevención de enfermedades, debido a que los menores inician la actividad sexual desconociendo puntos claves del tema”.
Por ello, el presidente de la gremial señaló que retirar la información no solo es un golpe a la educación sexual, sino también a los servicios de salud, debido a que estas directrices incrementan los estigmas a las personas con orientación sexual diferente, haciéndoles alejarse de los centros de salud e incrementando los riesgos de ser portadoras de enfermedades de transmisión sexual y estar contagiando a más personas sin saberlo.
Va contra derechos humanos
Sobre la eliminación de contenidos de educación sexual en los centros educativos y en centros de salud, Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), sostiene que “estos son retrocesos gigantes, hablamos de regresividad cuando los seres humanos hablamos de ser progresivos y más garantistas, es decir ampliar su reconocimiento, ampliar la capacidad de ejercicio”.
Santos añadió que las medidas del oficialismo “plantea más dudas que respuestas y sólo deja ver lo atrasados que estamos en materia de derechos humanos y que aún cuando se quiera anular esa parte de la educación, esto no significa que las personas dejamos de existir”.
Pero además la experta destacó que el país está suscrito a tratados internacionales en el marco de la protección y la inclusividad.
“El mismo presidente lo decía al inicio de la campaña, el mismo Ministerio de Educación había colocado algo similar respecto a la inclusión y la diversidad, entonces hay una parte regresiva y nociva que solamente perjudica a la población, que solo busca invisibilizar, pero que en concreto y en la práctica no se logra no nombrándola”, expresó la directora del Idhuca.