En una apuesta por mejorar la lectura comprensiva el especialista educativo Óscar Picardo Joao también explica que en este momento lo mejor sería apostarle a iniciativas de fomento a la lectura, lo cual incluye el desarrollo de programas a nivel de las escuelas, del hogar así como campañas más abiertas.
“Hay un montón de estrategias. Hay algunos países que tienen programas de fomento a la lectura infantil. Hay una especialistas que se dedica a eso, que es la doctora Sylvia Puentes de Oyenard, quien ha trabajado por muchos años en ese campo, diseñando herramientas como el pasaporte lector, los rincones de lectura (…)”, explica el también investigador.
El doctor Picardo, actual director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia, afirma que hoy en día se lee mucho menos y frente a esa situación el gobierno, además de entregar computadoras también debería entregar libros a los escolares, “porque al final todo el auge del desarrollo tecnológico y la transformación digital nos lleva a tener lectores con un menor rango de profundidad y es importante la lecto escritura, leer y escribir.
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Es de la opinión que las tecnologías suelen desfigurar un poco los niveles de lectura y escritura.
“Cuando uno ve cómo escriben los chicos, con contracciones, con anglicismos, con miles de faltas de ortografía, eso se debe a problemas ortográficos y gramaticales por falta de lectura”, sostiene.
En ese contexto no solo recomienda que en las escuelas se exija mejores niveles de lectura, que se lea más, sino que además se practique en casa.
“En los hogares, en lugar de regalar otras cosas (es mejor) regalar libros y que se implemente un horario de lectura para que se avance en lo que no se ha leído durante el año escolar”, señala.
Según indica deben combinarse la lectura de libros virtuales así como en físico, porque en su opinión siempre es bueno tener contacto con el texto en físico.
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Ya en 2005, Sylvia de Oyenard, en el texto “Políticas de Fomento a la Lectura”, subrayó la necesidad de que los padres fomenten el hábito de la lectura para contribuir a erradicar el analfabetismo y también los iletrados.
Ella emitió diversas recomendaciones, una de ellas es identificar el tipo de libro que se le puede dar a un pequeño, cómo es el niño, la edad y en qué momento de su vida.
Para el caso de los profesores recomienda que se amplíe las opciones de bibliografía y si es el caso de que un niño lee un libro por semana entre los 5 y 15 años se debe conocer no menos de 500 libros para poder sugerir lecturas.
Los profesores deben evitar usar la lectura de un libro como forma de sanción, o restringirle otras actividades recreativas con tal de que solo lea libros. Se pueden formar grupos de madres y padres lectores para fomentar la lectura.