El sistema de evaluación para medir los conocimientos y avances en los estudiantes de la red pública no está acorde a las necesidades de la población estudiantil y, por tanto, los datos globales del mismo están alejados de la realidad, según lo expresó el secretario general del sindicato de Bases Magisteriales, Jorge Villegas.
En los últimos años se han aplicado diferentes estrategias dirigidas al sector educación. Una de las más destacadas fue la entrega de computadoras para alumnos y docentes, una herramienta que debía optimizar los procesos de aprendizaje; sin embargo, reflejó otras carencias como el acceso a internet, el poco manejo de las herramientas y testimonios de la población docente indican que los alumnos están utilizando estas herramientas para actividades recreativas.
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Una de las situaciones más denunciadas por los educadores es la aplicación del método de evaluación sugerida por las autoridades, que consiste en la revisión de cuadernos, si éstos se encuentran ordenados y con las respectivas clases transcritas, la denominada actividad integradora, misma que pueden realizar en sus hogares con ayuda, cada una de estas actividades equivalente a 3.5 de nota; finalmente los alumnos deben realizar un examen trimestral para determinar su nivel de conocimientos aprendidos durante este período, este representa los 3 puntos restantes de la nota del alumno.
“La mayoría de alumnos sale reprobada cuando hacen la evaluación en la escuela frente al docente. Pero ¿por qué la actividad integradora (que la mayoría de veces se hace en casa) la hace bien? Porque recibe ayuda en casa”, agregó Villegas respecto al poco nivel de interés por prepararse que se percibe entre la población estudiantil debido a que pueden pasar una materia realizando un mínimo esfuerzo.
Tomando como base esta situación la población estudiantil obtiene calificaciones “aparentemente buenas”, que posteriormente se ven reflejadas en una la nota global de la población estudiantil. Entre estos problemas se encuentra la cuestionada prueba “Avanzo”, con un nivel de facilidad para realizarla reflejando notas altas que chocan de frente a la realidad que viven los alumnos.
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Para el educador, los vacíos que el sistema deja pasar en los alumnos se ven claramente reflejados en el sistema de admisión a la Universidad de El Salvador, y pone de ejemplo que de los más de 15,000 estudiantes que se examinaron sólo 3,000 obtuvieron el puntaje necesario para su admisión.
La UES registró 20,278 inscripciones de aspirantes para ingresar este 2023, de los cuales 15,724 se sometieron a la prueba y solo 20% pasó los exámenes. Debido a que este año hubo una reducción de la cantidad de aspirantes a nuevo ingreso, la administración de la UES habilitó un periodo extraordinario para que bachilleres realizaran o completaran el proceso de inscripción.