En marzo de 1932 se concluyó la construcción del edificio edificado especialmente para la Cruz Roja Salvadoreña.
Ahora su fachada olvidada resalta sobre la 3a. Calle Poniente y 3a. Avenida Norte, en el centro de San Salvador, calles que han sido desalojadas de ventas informales recientemente.
Esta obra tiene el estilo arquitectónico ArtDeco y fue la sede central de la Cruz Roja Salvadoreña. El juejo de líneas y curvas de su fachada hacen que el edificio sea realmente atractivo.
Según una placa colocada en la esquina del edificio, fue Carlos Barahona Villaseñor el arquitecto y Pedro Álvarez Gavidia el constructor contratista del edificio. La obra se realizó desde septiembre de 1931 hasta marzo de 1932.
Fue la sede oficial de la Cruz Roja por 47 años hasta 1979, pero debido a una serie de tomas de este edificio por parte de grupos insurgentes y la construcción de una nueva sede en otro terreno, la entidad de servicio se mudó a espacios más contemporáneos, cerca del Centro de Gobierno.
FOTOS: ¿Cómo es el interior del ex edificio de la Cruz Roja que nació en 1932 ?
La edificación se caracteriza por sus paredes altas adornadas con ventanas arqueadas de medio punto y salones amplios sostenidos por pilares que tienen la insignia de la cruz del cuerpo de socorro.
Las baldosas victorianas de colores, característicos de los pisos antiguos del centro de San Salvador, aún adornan los espacios y no han sufrido intervención, a diferencia de los salones, que por conveniencia de los inquilinos han sido modificados.
También cuenta con un sótano con elevador mecánico, donde resguardaban las donaciones que recibía la institución.
De primera mano
Carlos López Mendoza, exvocero de Cruz Roja, fue testigo del trabajo humanitario que se realizó en este lugar, cuando inició como voluntario en el edificio.
En declaraciones a este medio, él recordó con emoción que la entrada principal donde ahora se encuentra una venta de muebles era la salida del cuerpo de socorristas, mientras que sobre la 3a. Calle Poniente era la entrada del personal y de pacientes que llegaban a todas horas del día.
En el sitio convivían el cuerpo médico de enfermeras y doctores por 24 horas, así como socorristas y empleados administrativos.
Los jueves por la noche celebraban reuniones del consejo de la Cruz Roja.
“Don Carlitos”, como es conocido, llegó a la institución el 24 de enero de 1974 con 34 años de edad y trabajó en este sitio hasta 1979, cuando fue ocupado por grupos insurgentes que con el estallido de la Guerra Civil se convirtieron en guerrilla.
“Las primeras experiencias que tuve aquí fue atender a los heridos que llegaban. Cuando quise entrar a socorrismo lo vi en el periódico y decía que tenía que presentarme aquí. Decía: ‘Hágase socorrista. Salve una vida’. Y así fue cómo llegué”, señala.
“Hay cosas que aún están y que son las mismas. Los pisos son los mismos. Nosotros esperábamos el llamado de las emergencias para ir a atender a los heridos”, relata.
Retirada en albores de la guerra Juan Sibirián, coordinador de gestión documental de la Cruz Roja, añade que el proceso para instalarse no fue fácil, porque no contaban con los beneficios que tenían en su exsede.
“Lo que sucedió es que se aceleró el traslado al actual terreno, aunque no estuviera listo. Porque la toma se realizó dos veces. Nunca tuvimos problemas con la toma porque las ambulancias siempre funcionaron y nosotros como voluntarios llegamos y presentamos nuestro servicio normal, pero era imposible trabajar a 100%”, señaló Sibrián.
Opinión que comparte “Don Carlitos” y agrega que en la segunda mitad de la década de los setenta era común la toma de los edificios y que no solo eran de grupos de socorro, sino que incluía otros edificios que para estos grupos significaban alguna importancia.
“Era frecuente que se tomaran edificios así y nosotros no íbamos a pelear con un bando ni con otro. No hubo intervención de la Policía ni del ejército. (…) Ya no podíamos seguir aquí, así que nos fuimos con todo y clínica”, concluye.
El edificio ahora resalta sobre los demás de la cuadra por su llamativa forma y colores con que está pintado.