Un futuro incierto se vislumbra para la Universidad de El Salvador (UES), describen estudiantes y docentes del alma mater, quienes muestran preocupación tras conocer sobre el anteproyecto de Ley de Educación Superior, que a mediados de mayo fue presentado en la Asamblea Legislativa.
A finales de este mes, en fecha 23, una semana después de que Educación llevará la propuesta al Congreso, al interior de la Universidad de El Salvador (UES) el ambiente era de confusión. Estudiantes consultados por este medio manifestaron su temor y aseguran que una de sus preocupaciones es que esté en riesgo la gratuidad de la educación y que en algún momento su carrera se vea interrumpida por la falta de recursos en el alma máter.
En la misma fecha otro grupo de estudiantes de Humanidades se presentaron ante el seno del Consejo Superior Universitario (CSU) para entregar un comunicado en el que colectivos exigen el reconocimiento de la UES en la nueva Ley de Educación Superior.
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El CSU también ha mostrado su preocupación, a través de un comunicado, donde manifestó la invisibilización de la UES en el proyecto de ley, y aseguró que se enteró de la presentación en el pleno “de manera extraoficial”.
José Vicente Cuchilla, maestro de la facultad de Humanidades y miembro del CSU, señala que la propuesta llevada a la Asamblea difiere sustancialmente del anteproyecto que había estado trabajando la Dirección Nacional de Educación Superior.
“Esta no reconoce la existencia ni la importancia de la UES, la única universidad pública del país con 183 años de historia y una trayectoria de valiosos aportes al desarrollo nacional”, añade Cuchillas.
Asimismo manifiesta que el documento contiene disposiciones que ponen en riesgo la autonomía universitaria, “un principio fundamental para la generación de conocimiento científico, la formación de profesionales críticos y la defensa de valores como la justicia y la democracia”.
Al igual que los estudiantes, los maestros también expresan temor ante un posible debilitamiento de la gratuidad de la educación. El artículo 68 del anteproyecto que se denomina “asignación presupuestaria y fiscalización” manifiesta: “De acuerdo a las disponibilidades de recursos del Estado, se asignarán anualmente en el Presupuesto General del Estado las partidas destinadas al sostenimiento de las instituciones de educación superior estatales…”.
En tanto la Ley de Educación Superior vigente, en el artículo 27 deja establecido que debe haber partidas para la universidad estatal.
La preocupación radica en que en la nueva ley las partidas estarían sujetos “a las disponibilidades de recursos del Estado”
“No se garantiza la financiación suficiente para la UES, lo que podría poner en riesgo la gratuidad de la educación superior y aumentar los costos en las universidades privadas”, añade Cuchillas.
Una estudiante de tercer año de Sociología, quien prefirió hablar bajo anonimato por temor a represalias, señala que su única alternativa para poder continuar su carrera es la UES, pues no cuenta con los recursos económicos para cubrir el costo de una universidad privada.
“Es bastante preocupante porque somos muchos estudiantes para quienes nuestra única oportunidad de estudio es la UES. Esto genera una gran preocupación, nos quitan la autonomía y básicamente nos están quitando los derechos que tenemos como estudiantes al no tener por ejemplo instalaciones adecuadas y los recursos necesarios para el aprendizaje”, puntualizó.
La entrevistada agrega: “Nos preocupa cuál es el futuro que lleva la universidad, si va a dejar de ser pública. Es preocupante porque la Universidad viene existiendo desde 1941, ha formado muchísimos profesionales”.
Otro de los estudiantes consultados quien se identifica solo como Moisés califica como “una postura muy tibia” de parte de las autoridades de la universidad.
“Deberían tener una postura más exigente ya que no es un instituto, somos miles los estudiantes afectados por las decisiones que toman”, puntualiza y hace referencia al acuerdo que permitió el préstamo de las instalaciones de la UES para alojar a periodistas nacionales y extranjeros entre la última semana de mayo y la primera de junio.
La solicitud fue hecha en abril por el Ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez y autorizada por el rector Juan Rosa Quintanilla.
Más de $50 millones en deuda
Algunas voces al interior de la universidad han criticado este hecho al considerar “inaceptable” que el Ejecutivo use espacios de la institución y que al mismo tiempo la mantenga sumergida “en un ahogamiento presupuestario”.
El gobierno llegó a adeudar a la UES $52 millones de los presupuestos asignados en 2022, 2023 y 2024 lo cual agravó la crisis económica del alma máter y pone en riesgo su funcionamiento y el desarrollo de programas de estudio e investigación.
Los montos adeudados sumaban hasta febrero de este año $52,624,667.45. Lo correspondiente al año fiscal 2022 fue de $16,001,131.11; para el año 2023 fue de $27,195,192.13, y de $10,430,313.00 acumulados a febrero de 2024.
En tanto la deuda de la UES con proveedores se ubicó en $21 millones.
“Es una situación complicada tomando en cuenta que el presupuesto asignado por ley desde 2022 no ha sido desembolsadas oportunamente, a esta fecha hay una deuda de $52 millones que tiene que ver con la adquisición de bienes y servicios y eso limita el desarrollo normal de la universidad y por ende hemos llevado a la suspensión de algunos programas”, dijo Juan Rosa Quintanilla, rector de la UES en una entrevista cuando se daba a conocer el monto de la deuda.
Las autoridades universitarias han venido señalando su preocupación por programas como el de universidad en línea y el programa de Jóvenes Talento que se han visto desfinanciados.
“La universidad tiene dificultades para poder cubrir los compromisos de funcionamiento y de la actividad académica, qué es lo que más nos preocupa. La integridad de investigación, la actividad docente y de proyección social, las tres actividades fundamentales están siendo afectadas con estos recortes que se están haciendo al presupuesto de la universidad”, añade Cuchillas.
Depósitos de $1 millón semanal
El rector de la Universidad confirmó a finales de abril que tras una reunión con el Ministro de Hacienda, Jerson Posada , se acordó abonar al alma máter $1 millón cada semana para cubrir la deuda de más de $52 millones.
“Hay una decisión ministerial donde a partir del mes de abril se han ido asignando un millón de dólares semanalmente, para poder resolver problemas inmediatos”, explicó el rector a medios.
El 29 de mayo en una entrevista televisiva confirmó que a la fecha se ha recibido, entre abril y mayo, un desembolso de $7.2. millones lo que ha permitido ir saldando compromisos con los proveedores.
“El tema presupuestario ha sido una limitante siempre, y actualmente nos encontramos en una etapa crítica con una deuda de $51.6 millones de dólares”, dijo el rector este jueves en Grupo Megavisión.
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Promesas sin cumplir
Por su parte Rafael Narváez, docente, se refiere a las promesas sin cumplir del presidente Bukele.
“De todas esas promesas, con los Juegos Deportivos Centroamericanos esto iba a quedar readecuación como una universidad de las más rehabilitadas del planeta, pero fue completamente falso, más bien pareció que utilizaron la pandemia en primer lugar para obligar a la universidad a un confinamiento, a pasarla en línea”, apunta.
Tras cuatro años de educación en línea, puntualiza, los estudiantes han empezado a perder la identidad universitaria, y se ha desarticulado la vida estudiantil y la vida docente.
“Esa idea de que el campo se iba a renovar completamente ha resultado realmente un engaño, uno puede recorrer el campus universitario y encuentra que el campus quedó en peores condiciones de las que se entregaron (para los juegos Centroamericanos)”, añade.
Narváez puntualiza que solo en la Facultad de Humanidades, los laboratorios de Informática de Idiomas fueron desmantelados y no se han repuesto, igual escenario en la carrera de Periodismo donde los equipos de audio visuales fueron desmantelados y a la fecha no se han recuperado.
Por su parte, el rector de la UES, ha confirmado este jueves que a casi un año de la ocupación de la UES para los Juegos Centroamericanos y del Caribe aún no se han entregado.
La Universidad de El Salvador ha sido seriamente afectada en estos cuatro años, primero por haberse mantenido en línea a raíz de una política equivocada de gestión de la pandemia y segundo por haber utilizado su campus para el evento de los Juegos Deportivos Centroamericanos y no haber sido devuelto, añaden los afectados.
Los maestros critican que “hayan $500 millones para contratar a Google pero que no hayan $50 millones para la universidad” que al año atiende a más de 60 mil estudiantes, y aporta al país con conocimiento científico y la formación de cientos de profesionales.