¿Cómo identificar a un niño con altas capacidades? Entre el ajetreo diario que experimentan los docentes en los salones de clase de los centros educativos en El Salvador, identificar y potenciar a un menor con altas capacidades se ha vuelto una tarea casi imposible debido a que muchos de estos menores son erróneamente clasificados como inquietos o con síndrome de Déficit de Atención.
Debido a que la planta docente en su mayoría ha tenido muy poco contacto con estos niños desconoce cómo deberían ser atendidos para integrarlos en el sistema de educación en lugar de hacerlos sentir excluidos por no avanzar al mismo ritmo de trabajo que todo el grupo.
“En mis varios años de labor docente tuve la suerte y la bendición de tener niños muy inteligentes. Los calificábamos como muy sobresalientes, pero con poco apoyo o recursos debido al ambiente en el que se desenvuelven, la comunidad y a veces hasta incomprendidos por sus maestros”, explica Leonor Salinas, docente con más de 30 años de experiencia trabajando en parvularia y primer grado en la zona costera del país.
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Salinas afirma que durante su labor tuvo casos de niños excepcionales que sin previo contacto con el sistema de educación habían terminado su primer año de escuela leyendo y desarrollando actividades matemáticas básicas. “Tuve una niña que aprendió a leer usando una computadora”, recordó, cuando los centros escolares aún no habían incluido esta área como materia. Pero el verdadero reto inicia “cuando tienes que atender al grupo de 30 ó 40 niños y tienes uno sobresaliente, tienes que adaptarlo al grupo; este niño se siente que él ya lo sabe y quiere más, pero el maestro no siempre tiene la oportunidad para atenderlo”, agrega.
Para la docente, estos casos pueden ser atendidos satisfactoriamente si el maestro tiene la disponibilidad y el interés de desarrollar las capacidades del niño, dando ambos la milla extra.
Daniel Rodríguez, representante de Sindicato de Maestros y Maestras de Educación Pública de El Salvador (Simeduco), explica que “estos jóvenes siempre han sido un reto para cualquier maestro, pero si uno sabe explotar bien el recurso los puede convertir en tutores de otros niños”, aunque reconoce que los maestros necesitan estar más capacitados para atender las exigencias de estos menores.
Evelyn Campos, directora de la Fundación Altas Capacidades, expone cómo experimentó en carne propia la falta de políticas y lineamientos claros para que los docentes puedan trabajar con este grupo de menores debido a que su hijo desde muy temprana edad mostró tener este desarrollo cognitivo superior a su edad.
Antes de los tres años contaba con la capacidad de desarrollar cálculos matemáticos y una lectura avanzada, por lo que pensó que no tendría problemas para adaptarse al sistema de educación; sin embargo, desde el primer año de kínder las cosas no fueron como se esperaban y el menor fue señalado de problemas para socializar y déficit de atención por no tener una conducta similar a la del grupo.
Una de las gestiones de la fundación fue incluir en la Ley Crecer Juntos, en el artículo 52, que se hablara de las necesidades específicas de apoyo educativo por altas capacidades en este apartado se especifica quiénes son, cuáles son las altas capacidades, cómo detectarlas y atenderlas. “La mayoría de los docentes desconoce esta condición neurobiológica”, en los menores y desde ahí se genera un trato inadecuado.
Luis Quintanilla, docente especializado en Inglés y Matemáticas, en 2023 se encargó de dirigir el programa de estudio aplicado a Lucas Andrés Mazariegos en el Colegio Lamatepec, y su proceso de aceleración curricular, haciendo un esfuerzo para trabajar un material diferente y adaptado a las necesidades del menor.
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“La fundación es externa al sistema educativo, no recibe fondos gubernamentales, eso me causó interés y por todas las características que presentaba Andrés me parecía que en mis 10 años de experiencia como docente ya había conocido estudiantes similares”, motivándose a buscar formas de trabajar con él.
“En nuestra sociedad hay muchos estudiantes que por ser mal llamados “genios” se descuidan departe de los padres porque el puede resolver o estudiar por su cuenta, y normalmente no se le presta atención”, recalcó el docente.
Normalmente la adaptación curricular se hace para un estudiante que está en el desfase, pero de la media hacía abajo, que es lo más común, en este caso fue el mismo proceso, pero aplicado de la media hacía arriba.