Los estadísticos y matemáticos que han hecho uso del trabajo de la Digestyc como base de diversas investigaciones a lo largo de su carrera, esperaban que esta dirección pasará a convertirse en un Instituto Nacional de Estadística. Es así como, les ha tomado por sorpresa el hecho de que, contrario a lo esperado, la Asamblea Legislativa se preste a aprobar que la Digestyc pase a estar bajo la dirección del Banco Central de Reserva. Una entidad “de una naturaleza distinta” a la de la Digestyc.
Rolando Lemus, estadístico y presidente de la Sociedad Matemática de El Salvador, considera que lo que se está haciendo con la Digestyc es como mover algo “de un lugar a otro”, pero sin definir en qué consistirá “la modernización” de la que se habla en el decreto para derogar la ley que la creó.
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En palabras de Lemus: “Se hace un cambio simple de pasar funciones de un punto a otro en el Estado, pero no hay una dimensión que nos indique de que ese cambio obedece a un pensamiento de desarrollo nacional. No hay digamos involucramiento de la población y de los sectores en esa toma de decisiones que requiere la conformación de una estructura funcional para poder tener las estadísticas, y llevar el registro de las mismas y poder tener bases de datos que puedan permitirle a las instancias de interés tomar decisiones sobre esa información que se tiene”.
El estadístico recordó que en lo que se vaya a convertir la Digestyc necesitará recursos para poder hacer los análisis correspondientes, desde el proceso de obtención de los datos hasta la parte de procesamiento y presentación de los análisis. “Las inferencias o proyecciones que se obtengan requieren todo un procedimiento que conlleva recursos formados en esa área y no sólo en esa área, sino en las diferentes áreas que están siendo relacionadas”, añadió.
Por ello considera que los diferentes ministerios que conforman el Estado tendrían que tener una representación, así como también los empresarios, las instituciones educativas, las organizaciones sociales, los sindicatos, en sus palabras, “tendrían que tener una participación de consulta” para que las estadísticas resultantes sirvan para atender las necesidades de cada uno de esos sectores.
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La doctora Lorena Rivas de Mendoza, directora de la Maestría en Estadística Aplicada a la Investigación de la UCA, recordó que la Digestyc ha tenido un papel importante desde su creación como el responsable de investigaciones de gran magnitud y rigor técnico como los censos de población y la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, la que se hace cada año y entre cuyos resultados se presentan los índices de pobreza, escolaridad y analfabetismo.
En su opinión, tras la decisión de derogar la ley que creó la Digestyc y ponerla bajo el mando del BCR surge una pregunta: “¿Cómo una institución como el Banco Central va a asumir todas esas funciones que no corresponden a su naturaleza y de las que no tiene la experiencia de tantos años que tiene la Digestyc?”.
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De Mendoza recordó que la Digestyc y el Banco Central de Reserva son instituciones “con naturalezas y leyes orgánicas muy distintas”. Por eso se pregunta: “¿Cómo el Banco Central va a suplir lo que hace la Digestyc?”. Pues ello implica una serie de actividades, tareas, recursos y personal capacitado, que considera “va mucho más allá de un cambio en su ley orgánica”. “¿Qué va a pasar con toda esa actividad, con toda esa información que se proporcionaba? La que incluso, necesitamos mejorar, necesitamos más recursos necesitamos, a lo mejor, una gestión más autónoma”, afirmó.