Los Estados Unidos es el país que la mayoría de la diáspora ha escogido en convertirlo en su patria, relegando a El Salvador, su patria de origen. Es el país que desde hace casi un siglo ha sido de última esperanza para los salvadoreños, que ha otorgado facilidades para que los integrantes de la diáspora se conviertan en ciudadanos prósperos dentro de un Estado de Derecho y poder contribuir a que sus familiares salgan de la pobreza.
A partir de 1980 la diáspora salvadoreña ha desempeñado un papel importante en la subvención económica del país. En la actualidad la diáspora contribuye más de 6,000 millones de dólares anuales, lo cual representa cerca del 25% del Producto Interno Bruto (PIB). La diáspora ha sacado a flote la economía salvadoreña durante la pandemia y contribuido a su leve recuperación actual. En los últimos años la diáspora ha jugado un papel importante en la lucha por un El Salvador mejor. Durante la guerra civil fueron artífices de un movimiento por la paz y justicia que logró influir sobre la población de los EE.UU. y los centros de poder desde el político hasta el artístico y religioso.
Lo mismo sucedió en Canadá, Europa, Australia y otros países donde se encuentran esparcidos. Durante la época post Acuerdos de Paz participaron por primera vez en el quehacer político de El Salvador, apoyando al FMLN y ARENA. Últimamente, jugaron un papel estratégico en la ascensión al poder del presidente Bukele y su partido Nuevas Ideas. Bukele pronto marginó a los dirigentes de la diáspora que financiaron y promovieron su candidatura.
El objetivo fundamental de la diáspora es que El Salvador sea un país del cual sentirse orgullosos, con Estado de Derecho, donde cada ciudadano sea respetado y valorado por el contenido de su carácter y no por su condición social, capacidad económica o posición política, e incluso su extracción étnica-racial. Un país donde sus familiares puedan salir de la pobreza por sus propios méritos y no busquen en la migración como única alternativa para un futuro mejor. Un país que puedan visitar sin miedo a las pandillas o a ser detenidos por el gobierno de turno por no coincidir con sus planteamientos político-ideológicos. Un país donde puedan invertir sin miedo a ser estafados por burócratas, personas y/o empresarios corruptos. Un lugar donde puedan disfrutar sus jubilaciones. En síntesis, un país donde el ciudadano sea tratado con dignidad.
¿Quién es la diáspora?
Los primeros “salvadoreños” llegaron a California durante la conquista. Con mano de obra guanaca, Pedro de Alvarado construyó una flotilla, en las costas salvadoreñas y zarpó, con una tripulación de “salvadoreños”, para Acapulco, rumbo a las Filipinas. Ahí encontró la muerte al caerse de un caballo y los “salvadoreños” se quedaron varados. Posteriormente, la Corona ordenó la exploración de California y la flotilla destinada para las Filipinas zarpó de Acapulco hacia California. Así, la primera expedición española hacia California estaba compuesta de paisanos. Desde entonces no hemos dejado de venir.
El éxodo hacia los EEUU se puede catalogar en 6 migraciones:
- La clase media, profesionales y técnicos (1930-1960), quienes migraron hacia EEUU en busca de oportunidades económicas. El primer grupo significativo llegó durante la Segunda Guerra Mundial en los 40 a contribuir al esfuerzo de guerra en EEUU. Sustituyeron a los americanos que habían sido reclutados por el ejército y enviados a los frentes de guerra. Éstos posteriormente se integraron totalmente a la sociedad americana. Una gran cantidad se casaron con norteamericanos. Dentro de estos, el más prominente es John Sonuno, de padre estadounidense y madre salvadoreña, es el segundo gobernador de origen latino en EEUU y el primerode origen hispano en ser gobernador de New Hampshire y jefe de gabinete de la Casa Blanca. Otro, Harvey Ranson, hijo de estadunidense y salvadoreña de Santa Rosa de Lima, fue vicepresidente de General Motors, y su hermano, Will Ranson, el controlador de Mount Zion Hospital en San Francisco.
- La segunda migración llego dentro los 60s y 70s. La gran mayoría de estos eran de la clase media, otros obreros capacitados. Abrieron los primeros negocios de salvadoreños:Max Selva fundó el primer banco latino en EEUU, Pan American Bank en San Francisco; otro, Ing. Sánchez, llegó a ser vicepresidente de Bechtle Corporation, la empresa constructora más grande del mundo; otra, Rosa Pérez, fungió como la primer mujer decana de una universidad pública en EEUU, City College of San Francisco, donde también otro salvadoreño, Billy Valiente, fue decano de estudiantes.
Estas dos primeras migraciones están totalmente integradas a la sociedad norteamericana. La mayoría de sus descendientes tienen títulos académicos. Durante el movimiento por los derechos civiles en EEUU, muchos de los estudiantes salvadoreños-americanos se unieron al movimiento de César Chávez, posteriormente serían los primeros en oponerse a la guerra en El Salvador, en 1974, antes que la guerra empezara, y comenzaron a organizar la solidaridad y la defensa de los refugiados salvadoreños. Fue un salvadoreño-americano, con el obispo luterano Rev. Gus Schultz, quienes concibieron el movimiento santuario.
Para 1960, había aproximadamente 10,000 salvadoreños en EEUU, para 1975 el número creció a 15,000 más sus descendientes.
- Los refugiados de la represión política 1978-1981 en su gran mayoría estudiantes, y obreros perseguidos por la represión gubernamental, y algunos campesinos cuyas vidas estaban amenazadas por la creciente represión gubernamental en el campo, los que pertenecieron a orden, huían de la guerrilla. Se estima como medio millón.
- Los refugiados de guerra (1981-1992) en su mayoría campesinos que huían de ambos bandos de la guerra, pero mayoritariamente de la política contrainsurgente de tierra arrasada. Se estima un millón.
En 1986, los refugiados políticos y de guerra lograron la residencia americana a instancias del presidente Reagan.
- Refugiados económicos por la falta de oportunidades (1992-1996) representan a todos los sectores sociales populares y la de clase media baja.
En 1885, a instancias de los salvadoreños-americanos, las iglesias Bautistas de Estados Unidos en Georgia, (ABC por sus siglas en inglés) levantaron una querella contra a la Oficina de Migración, el Departamento de Estado y la oficina ejecutiva para la revisión de migración del Departamento de Justicia por discriminación contra refugiados guatemaltecos y salvadoreños. Posteriormente se llegó a un acuerdo en 1990 que les otorgo a los refugiados salvadoreños y guatemaltecos Temporary Protected Status, así nació el TPS.
- Refugiados de la violencia de las pandillas, la miseria económica y la falta de oportunidades, entre los más recientes, se incluyen los por miedo a las detenciones arbitrarias del estado de excepción (1997-presente).
En 1996 el gobierno de los EEUU inició la política de deportar pandilleros a sus lugares de origen. Miles de mareros del Barrio-18 y la Mara Salvatrucha (MS-13) de Los Ángeles fueron repatriados a El Salvador sin ninguna restricción o planificación. Dado el vacío de poder que surgió después de la guerra y la falta endémica de la presencia del Estado, estas pandillas rápido se organizaron y comenzaron su política de “renta” y asesinatos, lo cual provocó una nueva migración masiva hacia los Estados Unidos. Esta migración todavía persiste. Se estima entre medio millón y un millón de personas.
De acuerdo con el Centro de Investigación PEW Research Center, Todas estas migraciones han logrado integrarse, en diferentes niveles, a la sociedad americana y consideran a los EEUU home, su casa.
De acuerdo al censo de 2020 de EEUU y estudios de Pew:
El 62% de la diáspora salvadoreña tiene ciudadanía americana, 43% ha nacido en los EEUU, un 19% tiene ciudadanía americana por naturalización. Un 18% tiene residencia permanente. Un 10% está amparados por el TPS o DACA y otro 10% es indocumentado.
El 23% de los salvadoreños nacidos en EEUU obtiene un título universitario.
El ingreso mediano personal de los salvadoreños mayores de 16 años es $25,000 anuales. Esto significa que en una vivienda donde 3 personas trabajan el ingreso anual mediano es de $75,000.
El 43% de los salvadoreños son propietarios de sus casas.
El 53% de los salvadoreños solo hablan inglés.
La mitad de los salvadoreños en EEUU se ven a sí mismos como “típicos americanos”.
Un número alto de salvadoreños (se aproxima en más del 50%) se casan con no salvadoreños, principalmente americanos “gringos”, centroamericanos y otros latinoamericanos.
El 75% de los salvadoreños vive en California (32%), Zona Metropolitana de Washington-DMV (17%), Texas (15%) y el corredor Nueva York-New Jersey (11%). En DMV es el grupo latino mayoritario y en California es el segundo grupo latino. Además, cantidades importantes de salvadoreños se encuentran en Georgia, Carolina del Norte y Florida.
Dada las raíces históricas de la diáspora, los EEUU tiene un aprecio hacia los salvadoreños y El Salvador. Durante la Segunda Guerra Mundial los salvadoreños se destacaron por contribuir al esfuerzo de guerra limpiando los tanques de petróleo necesarios para el suministro de combustible de los buques de guerra en alta mar, limpieza de los cuartos de maquinarias de los barcos de guerra, producción de guerra en las fábricas. Participación en la guerra en Vietnam donde fueron reconocidos con el termino cariñoso de “sallies”.
Como indicamos antes, muchos han logrado éxitos académicos, profesionales, políticos y de negocios incluidos: asambleístas, senadores y alcaldes, principalmente California, Maryland, y Virginia; el padre del concepto educacional STEM; El ultimo astronauta americano de la NASA en ir al espacio; el primer medico americano (hijo de un tepesiano) contagiado por COBIDen Nueva York, y el último médico americano de morir por covid en Texas; académicos connotados en el área de inteligencia artificial y robótica de estos uno concibió y probo matemáticamente los 5 conceptos principales que integra la inteligencia artificial con control optimo, base fundamental de la inteligencia artificial más avanzada. Otro es considerado el número uno, más citado en el mundo, en la integración de la inteligencia humana con la artificial; futbolistas mundialistas en el equipo americano; actores y actrices. Más importante es el roce diario de los salvadoreños-americanos e inmigrantes con los americanos, y su reconocida fama de buenos trabajadores.
Este aprecio se cimentó durante la guerra en El Salvador, cuando, debido a la campaña anti-intervencionista y de solidaridad de un sector, en su mayoría estudiantes, de la diáspora, la mayoría del pueblo norteamericano se opuso a la intervención estadounidense y solidarizó con el pueblo salvadoreño y los refugiados de la guerra.
El presidente Bukele manifiesta que el 99% de la dispara en EEUU lo apoya. La gran mayoría de la diáspora no sabría explicar quién es Bukele y cuáles son sus políticas. En la lucha actual por la democracia, la mayoría del sector intelectual. profesional y clase media de la diáspora no apoya a Bukele. La relación primordial de la diáspora con El Salvador es familiar y/o nostálgica. El intento de Bukele de provocar que la diáspora se convierta en un caballo de troya contra los EEUU es una política mal concebida y dañina para la comunidad. La diáspora ha logrado en los EEUU lo que nunca hubiera logrado en El Salvador.
La política antiamericana de Bukele es solamente apoyada por un pequeño grupo que apoyan fanáticamente al presidente. Este fanatismo, y dado las amenazas a muerte contra la congresista Torres, ha conllevado a que muchos de estos fanáticos sean puestos en lista de potenciales enemigos de los EEUU y/o terroristas. Estas personas sacrifican su futuro inútilmente: muchos residentes nunca lograrán sacar la ciudadanía americana; algunos TPS y DACA tendrán problemas en regularizar su estadía, y los indocumentados no serán beneficiarios de una ley de migración.
Para que El Salvador se convierta en el país que todos queremos,necesario que la diáspora pasemos de la remesa económica a la remesa integral de habilidades intelectuales, de valores ciudadanos, de política democrática, de capacidades empresariales, de habilidades deportivas, de servicio público, etc. EL CAMINO AL SUR ESTÁ POR EL NORTE. Esta fue parte de la fórmula que logró el “Milagro Asiático”.