Colectivos en pro de la democracia y personas salvadoreñas con residencia estadounidense en Washington protestaron frente a la conferencia ultraconservadora en la que participó el presidente electo salvadoreño Nayib Bukele, para exigir la nulidad del proceso electoral, tras las irregularidades ocurridas.
La diáspora asistió para pronunciarse en contra de los resultados electorales del 4 de febrero por considerarlos fraudulentos, debido al desorden y las ilegalidades en el proceso electoral.
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Uno de los señalamientos por el que también exigen la nulidad de los comicios es porque denuncian el rompimiento de la cadena de custodia de cada uno de los votos.
Estas voces salvadoreñas en el exterior reconocen que desde un inicio el proceso electoral cargó con una serie de irregularidades y actos ilegítimos. Por tanto, exigen que en unos nuevos comicios, no se habilite la candidatura presidencial del partido Nuevas Ideas, ya que atenta contra lo establecido en la Constitución de la República y de las leyes electorales.
Si bien estas serán las últimas elecciones que realizarán las actuales magistraturas del organismo electoral, la comunidad salvadoreña en Washington les exige su renuncia antes de los siguientes comicios, para garantizar que el nombramiento de nuevos titulares en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) permita que se respete la mayor representatividad popular en los próximos comicios.
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Auditoría forense y el voto exterior
También sugieren una auditoría forense para investigar las causas que llevaron a un supuesto boicot electoral y que se determine la posible responsabilidad criminal en todo el proceso electoral.
El Tribunal contrató a una empresa que ejecutaría el voto en el exterior y a otra para que la auditara. Pero, el Tribunal no contrató a ninguna que valorara el funcionamiento de su propio sistema informático.
El jefe de la unidad de Sistemas Informáticos, Ignacio Villagrán, aseguró en el segundo simulacro electoral que el sistema estaba “mejorado” y que en pocas horas emitiría los resultados electorales preliminares. Sin embargo, el día de las elecciones ocurrió todo lo contrario.
Retomando el voto en el exterior, la comunidad de salvadoreñas y salvadoreños exigieron que las votaciones para ellos sean de manera presencial y no electrónica utilizando mecanismos para la verificación de la identidad de cada votante.
Vale rescatar que el Tribunal Supremo Electoral omitió la verificación biométrica para las personas que asistieron a votar de manera presencial, pese a que hasta la misma empresa ejecutora del voto lo recomendó.
Los salvadoreños exigen que el modo de voto sea a través de una papeleta física y que sea enviado bajo el antiguo sistema de correo postal.